La grieta porteña por las clases cala hondo en Tucumán

La grieta porteña por las clases cala hondo en Tucumán

Miradas opuestas entre oficialistas y opositores.

EN LA JUSTICIA. Las clases presenciales en Ciudad de Buenos Aires generaron tensiones entre los Gobiernos. EN LA JUSTICIA. Las clases presenciales en Ciudad de Buenos Aires generaron tensiones entre los Gobiernos. FOTO PRENSA GCBA

Unos dicen A y otros exclaman Z. La controversia que mantiene en vilo a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por la continuidad de las clases presenciales ha desnudado lo más profundo de la grieta política. Mientras oficialistas y opositores no detienen la escalada verbal, la restricción sanitaria ordenada por el presidente Alberto Fernández para la capital del país se dirime en la Justicia. Como es costumbre, la agenda porteña se nacionaliza y acaba en boca de distintos rincones de la Argentina. Tucumán no es la excepción y el debate crea posturas antagónicas entre las figuras partidarias.

Aunque con miradas cruzadas, en el Frente de Todos y en Juntos por el Cambio sólo coinciden en un aspecto: el estallido de los desacuerdos en Buenos Aires responde a rencillas que están más cerca de las internas políticas que de criterios epidemiológicos.

“Claramente todo esto tiene que ver con una disputa interna de la oposición: (Horacio) Rodríguez Larreta no quiere quedar en su espacio como alguien que acata las decisiones del presidente y termina yendo en contra de las restricciones razonables ante el aumento de casos (de covid-19) y la saturación del sistema de salud”, razonó Gerónimo Vargas Aignasse, vicepresidente primero de la Legislatura provincial y referente cercano al gobernador Juan Manzur. “Si bien es probable que las escuelas no sean un gran foco de contagio si se cumplen los protocolos, el problema está en los traslados. Por eso las decisiones no son caprichosas”, añadió.

En la vereda de enfrente, el presidente del PRO en Tucumán, Ramiro Beti, cuestionó “una serie de atropellos” de la Nación sobre la Capital Federal. “Esta situación demuestra que el Gobierno de Fernández no tiene vocación de consensos ni diálogo con la oposición. Cuando empezó la pandemia había un trabajo conjunto y eso fue bien recibido por la sociedad. Pero luego el presidente recibió los reclamos de su propio espacio, en especial de la vicepresidenta”, analizó el concejal concepcionense. Y acusó: “no se puede pensar que hay una jugada política de Larreta con la crisis educacional porque desde diciembre se esfuerzan en el tema. Fernández rompe los consensos y cede ante la presión sindical, que sustenta a sus políticos”.

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