El frío traspaso de mando de Manzur a Jaldo

El frío traspaso de mando de Manzur a Jaldo

El gobernador viajó a Buenos Aires y el vice, que definirá hasta el viernes los contratos políticos, quedó interinamente a cargo del PE.

OTROS TIEMPOS. Manzur y Jaldo compartieron un acto, antes de la pelea desencadenada por la elección del  ombudsman. FOTO DE ARCHIVO, LA GACETA. OTROS TIEMPOS. Manzur y Jaldo compartieron un acto, antes de la pelea desencadenada por la elección del ombudsman. FOTO DE ARCHIVO, LA GACETA.

La frialdad en las relaciones políticas entre el gobernador Juan Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo es más que evidente. A medida que pasan los días, y desde que se produjo el cortocircuito con la elección del ombudsman en enero pasado, la posibilidad de que el binomio gobernante se reúna a limar asperezas se esfuma. "Las posturas son muy duras entre ambos", señala un dirigente justicialista que dialoga entre ambos. Ni siquiera hay contactos telefónicos, como era habitual antes de la puja. Desde las 13,55, Jaldo está conduciendo el Poder Ejecutivo por el viaje que Manzur realizó a Buenos Aires. Según trascendió, tiene previsto transitar los pasillos de la Casa Rosada y visitar al ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro.

Cinco minutos antes de las 14 llegó la comunicación oficial de que el presidente de la Legislatura estaba en ejercicio transitorio del Poder Ejecutivo. La nota fue enviada al secretario administrativo de la Cámara, Claudio Pérez, para cumplir con las cuestiones protocolares. En esa condición, Jaldo irá esta tarde/noche a Banda del Río Salí donde se hará la  presentación oficial del colectivo doble piso denominado "El zafrero", que será destinado para prestar servicios sociales y deportivos de entidades intermedias del Departamento Cruz Alta. El vice confirmó su asistencia. El gobernador se excusó con el viaje a Buenos Aires. No habrá encuentro entre ambos. Tampoco lo hubo esta mañana, cuando Manzur recibió al administrador del Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento (Enohsa), Enrique Cresto, que anunció obras para Alderetes, Banda del Río Salí, Graneros y San Miguel de Tucumán. En esa ceremonia, realizada en el salón Blanco de la Casa de Gobierno, también se evidenció la interna. Los intendentes jaldistas Aldo Salomón y Darío Monteros fueron ubicados lejos de la mesa principal, pese a que sus gestiones serán las más beneficiadas con la inversión federal de $ 1.800 millones para encarar obras de red cloacal en las dos jurisdicciones del Este de la provincia. Nadie pierde de vista el grado de susceptibilidad existente dentro del Partido Justicialista. Por caso, los ex intendentes Zacarías Khoder (Banda del Río Salí) y Julio Silman (Alderetes) se sentaron justo detrás del mandatario durante el anuncio de las obras. Además, ambos legisladores oficialistas fueron los "voceros" que destacaron los trabajos anunciados.

Otro hecho que llamó la atención a algunos de los presentes: Manzur resaltó la presencia del intendente capitalino Germán Alfaro y de la jefa municipal de Graneros, Alejandra Cejas, pero no mencionó ni a Monteros ni a Salomón. De todas maneras, hubo agradecimientos por la invitación al acto y por la importancia de avanzar en una obra de saneamiento de envergadura, aunque por WhatsApp y desde el rincón donde se ubicaron camarógrafos y fotógrafos que cubrían la ceremonia en el primer piso del Palacio de Gobierno. Allí estaban los jaldistas. Con cierta ironía y un juego de palabras, los colaboradores del mandatario intentaron explicar esta situación: "en el acto se nombró a un intendente oficialista y a otro opositor. De ellos no sabemos de qué lado están porque no se puede ser oposialistas".

La mayoría de los legisladores del oficialista Lealtad Peronista estuvieron en la Casa de Gobierno. De hecho, hubo un encuentro informal de sus integrantes en la oficina de la todavía vacante Secretaría de Gobierno. "La lealtad implica sacrificios, pagar algunos costos políticos; pero estamos convencidos de acompañar a nuestro líder Juan Manzur", esbozó el vicepresidente primero de la Legislatura, Gerónimo Vargas Aignasse. Entre los parlamentarios manzuristas persisten las quejas. En la Cámara aún no se definió la situación de los contratos políticos. Según esta bancada, Jaldo había quedado en comunicar hasta ayer la decisión al presidente del bloque, Sergio Mansilla, respecto de la continuidad del personal político (unos 1.100 afectados por la medida). "No hay impedimentos para que ese bloque se reúna en alguna de las 20 salas de comisiones, que cuenta con los servicios del personal permanente de la Cámara, pero parece que se sienten más cómodos dentro del Ejecutivo", esgrimió un jaldista. Las ironías también fueron moneda corriente entre los seguidores del vicegobernador: "¡Qué injusta es la vida política: ahora que Jaldo se convierte en gobernador pasará de tener 20 legisladores a 14!"

Jaldo tiene previsto convocar al titular del bloque Lealtad Peronista entre mañana y el viernes para charlar oficialmente acerca del futuro del personal político.

Por ahora, estas situaciones de desencuentros serán recurrentes. No habrá cumbre inminente entre Manzur y Jaldo para zanjar las diferencias. Sus carreras políticas parecen correr en paralelo y es probable que, si se sostiene en el tiempo, la foto más cercana de ellos juntos puede llegar a darse el 9 de Julio para el aniversario de la Declaración de la Independencia. No hay posibilidades tampoco de que sean convocados a una reunión promovida por referentes nacionales del Frente de Todos. Manzur no habló, no habla ni hablará del encuentro entre Jaldo y el presidente del Instituto Patria, el senador Oscar Parrilli. Jaldo también mantiene su postura de concentrarse en su gestión legislativa y no acudir al Palacio de Gobierno. Interinamente seguirá ejerciendo la gobernación desde su despacho en el edificio de Muñecas al 900 hasta que Manzur retorne a la provincia.


Comentarios