Juan Ignacio Cane, como Joe, uno de los asistentes en la serie de Luis Miguel

Juan Ignacio Cane, como Joe, uno de los asistentes en la serie de Luis Miguel

Nacido en Rosario, viene en ascenso: desde un bolo en Pol-Ka a la popular serie de la mayor plataforma de streaming.

NO SPOILEA. “Lo que le espera al público es espectacular”, promete. NO SPOILEA. “Lo que le espera al público es espectacular”, promete.
21 Abril 2021

“¡Mándenme unas empanaditas tucumanas por favor!”, pide restregándose las manos desde Ciudad de México, vía Zoom, Juan Ignacio Cane. Es el día después del estreno mundial de la segunda temporada de “Luis Miguel” por Netflix, y el actor rosarino, que llama la atención como Joe, uno de los asistentes del ídolo mexicano, habla en exclusiva con LA GACETA.

“Se llama José Pérez; es Joe para los amigos. En la vida del astro hubo varios chupasangres, oportunistas y demás; pero también hubo alguien como Joe. La construcción de mi personaje no fue difícil por el hecho de que hay un gran equipo de guionistas y un director que sabían muy bien lo que querían. Le puse un poco de lo mío, de lo que interpreté, y me basé mucho en el guión, que es perfecto”, recalca.

El personaje tiene un arco de interpretación. La serie se cuenta en dos líneas de tiempo. Joe comienza como chofer de Hugo López (el mánager) y va in crescendo porque va logrando una afinidad con Micky al ser su asistente, hasta llegar a ser el tour manager.

- ¿Joe parece o es el típico vivillo argentino? ¿Así nos ven en México?

- En mi caso todavía no sabemos si soy argentino. No puedo adelantar nada. Hay toda una región en la que hablamos muy parecido. No puedo adelantar mi nacionalidad, pero le sacaría cualquier gentilicio porque oportunistas y chantunes hay de todas las nacionalidades.

- ¿Cómo fue grabar en pandemia?

- Empezamos a filmar en enero 2020 y lo hicimos hasta abril, cuando hubo que frenar las grabaciones. Hubo incertidumbre, sobre todo para los extranjeros, que no sabíamos si seguirímos filmando, como fue para todos. En mi caso no sabía qué hacer, si volvía a la Argentina o me quedaba acá. De hecho estuvimos seis meses parados y cuando volvimos fue complicado reinsertarnos en lo que veníamos haciendo. Pero de nuevo, gran mérito de la producción; fue increíble cómo nos trataron y nos hicieron todo muy fácil. Se armó un protocolo perfecto para volver a grabar. Ojalá las futuras producciones que me toquen sean de este estilo.

- “Follow your dream” (“sigue tu sueño”) dice en tu perfil en una red social. ¿Qué nivel de sueño es esta serie en tu carrera?

- Creo en la magia de arriesgarlo todo por un sueño que sólo uno puede vislumbrar. Esa frase la tomé de la película “One million dollar baby”. Hay que seguir los sueños, pero me gustaría sacarle lo de la actuación porque todos deberíamos perseguir nuestros sueños. Yo todavía no logré nada; sigo persiguiendo mi sueño, que es lo que me hace tener todos los días esa zanahoria, seguir buscando trabajo.

- En esa escalera, “El lobista” (disponible por Flow), “Perdida” y “Apache” (en Netflix) son tus escalones más conocidos. ¿De cuál rol disfrutaste más?

- Por cómo se fueron dando las cosas, de menor a mayor, disfruté de todo, y lo sigo haciendo porque para mí nunca se llega a ningún lado. Disfruté desde mi primer bolo en Pol-Ka. Era en “Alguien que me quiera”, con Juan Palomino y Andrea del Boca. Era el botones de un hotel, y lo único que tenía que decir era “sí señor”, mientras le abría la puerta a Juan. Era 2009; recién me había instalado en Buenos Aires. ¡La alegría que tenía! No tenía televisor, y a la escena la ví a través de la ventana en la tele de una vecina que veía la novela (se ríe a carcajadas).

Cane se despide, con nostalgia de Rosario y de los colores rojo y negro (es hincha de Newells): “muero de ganas de volver a estar con mi familia, pero no es fácil. Es momento de capitalizar lo que pueda llegar a partir de ahora, la serie es increíble. Lo que le espera al público es espectacular. Yo no me la perdería”.

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