Hermosas canciones de amor que enmascararon un oscuro trasfondo

Hermosas canciones de amor que enmascararon un oscuro trasfondo

El estreno de la segunda temporada de “Luis Miguel. La serie”, en Netflix, muestra la participación de varios actores argentinos.

FÁBRICA DE ROMANTICISMO. En cada grabación, el ídolo mexicano interpretado por Boneta despliega talento y embrujo en forma de canciones.   FÁBRICA DE ROMANTICISMO. En cada grabación, el ídolo mexicano interpretado por Boneta despliega talento y embrujo en forma de canciones.

En el segundo tiempo la cancha se llenó de jugadores argentinos, podría decirse en lenguaje futbolero.

Nos referimos al elenco de la segunda temporada de “Luis Miguel. La serie”, cuyos dos primeros capítulos integran desde el domingo el catálogo de Netflix.

La metáfora de la cancha se debe a que acompañarán al protagonista, Diego Boneta, entre otros, los actores argentinos César Bordón, Macarena Achaga, Juan Ignacio Cane, César Santa Ana y Javier Gómez.

Qué nivel de mujer

A las 21 en punto, tal como prometió el bombo publicitario, el domingo arrancó “Qué nivel de mujer”. Hacía tres años que los fans esperaban saber qué había pasado con Marcela Basteri, la madre de Luis Miguel.

El primer capítulo retoma el misterio acerca de si la mataron, y de ser así, se mete con quién sería el culpable, si el padre de la estrella, Luisito Rey, o su tío Tito, y sobre qué habrá pasado realmente en la casa de la infancia de Las Matas. La historia toma un cariz de investigación detectivesca tras la muerte del nefasto padre.

En dos tiempos

Desde el comienzo se trazan en la trama dos líneas de tiempo paralelas, fechadas en 1992 y en 2005, entre la tortuosa vida privada y el éxito descomunal de la figura. Se repasa el furor pop de los años 90 y su transición a los boleros con los álbumes “Romance” y “Segundo romance”.

Ha pasado el tiempo, y los hechos se desdibujan al punto de complicar el rompecabezas.

La oscuridad de las imágenes acompaña la triste investigación que encara el cantante. Cuenta con la ayuda de su nuevo y paternal mánager, Hugo López, interpretado con la sobriedad acostumbrada de Bordón (“Relatos salvajes”).

En la organización -enrarecida- de un show extra en Lima, interviene Joe (el rosarino Juan Ignacio Cane, ver entrevista en adjunto).

Entonces ocurrirá algo que disparará un grave problema de salud, nada menos que de audición, de LuisMi. Esto sólo puede ahondar la de por sí dramática vida del astro.

HERMANO MENOR. El artista lo rescata de la familia paterna gaditana. HERMANO MENOR. El artista lo rescata de la familia paterna gaditana.

Noche de paz

La desesperación y la incertidumbre conducen al segundo episodio, “Noche de paz”, donde sigue el vía crucis del destino de la madre y la recuperación del agobiado cantante. Hay un poco de luz, hay emoción y llega otro momento de la vida de LuisMi que no spoileamos, pero que se remonta a la primera temporada y pareciera conducir al próximo capítulo.

En la historia es relevante la participación de su hermano Alex, muy conflictiva por la tenencia del pequeño Sergio (su otro hermano); tales los pedazos de familia que el cantante atesora, en desmedro de las conocidas dificultades para armar y sostener parejas e hijos propios. De vez en cuando, la grabación de una canción como “Hasta que me olvides”, rompe tanto melodrama y provee al espectador lo que tanto espera: volver a escuchar y ver en escena el ímpetu y los agudos del ídolo.

Su pareja Érika (la mexicana Camila Sodi), una de las mujeres más importantes en su vida, aparece poco en escena y para decir frases cortas, las mismas que parece haberle permitido el cantante que, como se sabe, se aleja de ella y corta la relación, como otras anteriores, sin aparentes consecuencias.

Boneta se mete en la piel de los dos “Mickys”: el joven impetuoso de los 90 y el adulto atormentado y arraigado en su profunda soledad. A la par de trazar el lado oscuro de Luis Miguel, el actor sostiene y crece con la madurez del personaje, definitivamente convertido en El Sol de México, con su controvertida historia. Faltan seis episodios, que se avizoran interesantes a juzgar por los ajustados engranajes de un guión y de una dirección inteligentes.

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