Mar Tarrés, entre la autoestima y el descuido de la salud

Mar Tarrés, entre la autoestima y el descuido de la salud

El movimiento "body positive" busca que cada mujer encuentre la belleza singular de su propio cuerpo, sin mirar los estereotipos. Sin embargo, en los extremos, esa exacerbación de la autoestima subestima la obesidad como enfermedad.

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En 2015, cuando el diario cordobés La Voz puso en marcha el concurso para elegir "La chica del verano", la sorpresa la dio una humorista y diseñadora oriunda de Salta, que estaba lejos de cumplir con los estereotipos que suelen verse en los certámenes de belleza. Mar Tarrés es una modelo de talla grande, XL como suelen presentarla, que no tiene complejos con su cuerpo y que pelea por la inclusión de las personas obesas en todos los ámbitos, incluido el de la moda.

Con esa postulación, Mar se hizo notar como una militante de esta causa y ahora, convertida en influencer, es una de las referentes argentinas del movimiento conocido como "Body positive". Se trata, a grandes rasgos, de aceptarse y de aceptar los cuerpos tal cual son y encontrar la belleza singular de cada uno, que raramente coinciden con los "estándares" de belleza.

Jennifer Barreto-Leyva, una top model pionera del mundo de talla grande, lo define así: "Este movimiento que está inundando al mundo de un realismo necesario, se trata de visibilizar lo que se ha escondido y querido tapar por décadas: las realidades del cuerpo humano y del ser humano llámese orientación sexual, estrías, celulitis, acné, alopecia, pecas, baja estatura, sobrepeso, enfermedades, cicatrices etcétera. Y no satanizarlo más, con un lenguaje a mi gusto tan bajuno, llamándolo defectos, o con los diminutivos del caso, para que la ofensa se disimule y se tape el tema que realmente importa: todos los cuerpos son buenos cuerpos".

Además de modelo, influencer, militante y diseñadora de moda, Mar Tarrés se ha convertido en una mediática, esa "profesión" especializada en sentarse en los programas de chimentos y polemizar con otros famosos. Y, adecuada a las reglas del juego, en los últimos meses se ha peleado en vivo y a través de las redes con vedettes, actrices y modelos que critican su postura porque consideran que hace apología de la obesidad. Lo cierto es que Mar ha llegado a la Meca de la TV argentina y será el cuerpo extra grande que baile en Bailando por un sueño, el ciclo de Marcelo Tinelli.

En los límites

"La moda siempre ha sido muy aspiracional, muestra algo a los que no llegás nunca, es un sistema que hace que lo anhelés y vayás comprando cosas para llegar a ese objetivo que es irreal, y que genera problemas de autoestima. Ahora lo que hay es una gran movida mundial de aceptación del cuerpo, el 'body positive', que encuentra y pondera la belleza en la diversidad, en no decir cómo el cuerpo tiene que ser para ser bello", dice Claudia Carrasco, arquitecta y diseñadora de moda tucumana que desde hace un tiempo hizo un cambio en su tabla de talles.

"Hago talles intermedios, yo le llamo ML, que siempre les queda bien a todas las mujeres. La ideas es que el vestido colgado se lo pueda poner cualquiera, que no sienta que le queda chico, que no se sienta gorda por culpa de una prenda. En general, les queda grande, entonces yo lo ajusto a su propio cuerpo hasta que quede perfecto. Pero el objetivo es que la moda no sea un motivo de sentirse excluido: esto no me queda, esto no es para mí, que la primera impresión sea que no te entra una prenda", explica.

Hasta ahí, todo perfecto. ¿Entonces por qué los ataques en contra de Mar Tarrés? "Si bien entendemos que todas somos lindas y que se trata de resaltar lo que más lindo que tenemos en nuestro cuerpo, lo que nos da seguridad, hay un límite que es la salud. Entre la gordofobia y el aceptar 100% el propio cuerpo, hay un punto de quiebre que es descuidarse, olvidarse de la salud. Todo apunta a una mujer fuerte y empoderada, pero sin salud no hay empoderamiento", advierte Carrasco.

Salud y belleza

Desde el punto de vista de la nutrición, los especialistas también han estado atentos a los discursos de Mar Tarrés y las polémicas que enciende. "El trabajo que hace en cuanto al autoestima, a la no discriminación de las personas con obesidad y a la inclusión en todos los ámbitos, está perfecto. Lo que es cuestionable es cuando se manifiesta en contra de los tratamientos para la obesidad, que no debemos olvidar que es una enfermedad", señala Solana Nacul, licenciada en nutrición (MP 336), especialista en obesología y en cirugía bariátrica.

Nacul recordó que en estos momentos, el tratamiento "gold standard" (el preferido) en los casos de obesidad mórbida, es decir con un índice de masa corporal de 40% o más, es la cirugía bariátrica, acompañada de un tratamiento integral de esta enfermedad. "Como miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad y Enfermedades Metabólicas (SACO), hemos visto con preocupación que Mar desestime esta práctica médica. El problema de la obesidad no pasa por la belleza, sino por todas las complicaciones a corto y largo plazo que genera en el cuerpo. Una persona que padece esa enfermedad no puede manifestarse en contra del tratamiento para tratarla", señala.

Nacul enfatiza que hay que distinguir salud de belleza y que, el hecho de que una persona padezca de obesidad, no implica que no pueda ser bella. “Eso no está en discusión. De hecho, lo que se busca en todo tratamiento integral, es que la persona con obesidad se sienta segura, refuerce su autoestima, se integre socialmente y se sienta bella. Pero eso no quiere decir que tenga que no trate su enfermedad”, insiste.

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