Seguir el ejemplo para desarrollar espacios de deporte

Seguir el ejemplo para desarrollar espacios de deporte

20 Abril 2021

La semana pasada, LA GACETA publicó la historia de Santa Ana Rugby Club. Un equipo de rugby del sur de nuestra provincia relativamente nuevo, que estrenó su cancha a fines del año pasado. Más allá de la felicidad por ver cómo el deporte continúa expandiéndose, las circunstancias en las que el nuevo equipo inauguró su estadio son las que sorprendieron: está emplazado sobre lo que eran surcos de caña de azúcar y las haches de cada extremo están hechas con caña.

Nicolás Ponce, jugador del club Aguará Guazú (de Aguilares, también en el departamento de Río Chico) fue el motor principal de este proyecto. “Mi idea es contagiarles a los chicos de Santa Ana la pasión por este deporte. Que tengan la oportunidad de probarlo y conocerlo, como la tuve yo”, aseguró el primera línea.

Ponce no solo amplió los límites del rugby en Tucumán en la práctica sino que además es consciente de ello en la teoría. Sus palabras definen a la perfección el rol que debe tener una disciplina deportiva para niños y adultos. El haberse ayudado con las cañas de azúcar es un capítulo importante de esta atractiva historia de deporte amateur. Muchísimo más en épocas de pandemia como las que atravesamos en la que todo se hace más difícil.

Una vez que dejamos la admiración por esta flor que creció en el desierto, nos preguntamos si acaso no podrían crecer otras con un poco más de ayuda. ¿Cuántos Santa Ana Rugby Club están a punto de ser fundados en condiciones adversas, pero les falta un empujón? En este caso el empujón vino de un jugador de Primera vinculado con la ciudad. El rol de la política, sin embargo, también incluye ayudas e incentivos para este tipo de situaciones.

Particularmente en el rugby, hubo ayudas específicas en el último tiempo. Hace poco se confirmó que la Unión Argentina de Rugby repetirá en 2021 el plan de salvataje económico que aplicó el año pasado para los clubes, a raíz de la pandemia. Incluso después de la nota publicada sobre Santa Ana Rugby Club, la casa madre del rugby nacional intentó comunicarse con ellos.

En la provincia, los dirigentes de la Unión de Rugby Tucumán se reunieron con legisladores en mayo del año pasado para tratar de gestionar una ayuda similar.

Mientras, el nuevo club de rugby de Santa Ana organiza diferentes actividades para recaudar fondos con los que cubrir gastos de traslado cuando debe competir en encuentros de rugby emergente.

Por supuesto que no se puede pretender que absolutamente todos los clubes recién fundados tengan una colaboración permanente, pero la llegada de Santa Ana Rugby Club hace pensar en la cantidad de clubes que podrían surgir, si contaran con lo necesario. No siempre estará la figura que en ese caso ocupa Nicolás Ponce.

Quizás jugadores como él obteniendo la ayuda necesaria para desarrollar espacios de deporte como el que gestionó el propio Ponce sería lo ideal. “Ponce sembró rugby”, asegura la nota del diario. Detectar suelos fértiles para sembrar rugby o cualquier otra disciplina e invertir en ellos es una tarea clave para el desarrollo de cualquier sociedad.

Santa Ana Rugby Club ahora es un club deportivo más de esa localidad de menos de 10.000 habitantes. Por el momento, acompaña a los “Coreanos” de San Lorenzo y Atlético Santa Ana, clubes de fútbol que militan en la Liga Tucumana actualmente. Tres parecen muchos, pero podrían ser muchos más.

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