Los demógrafos no creen que haya un baby boom cuando pase la pandemia

Los demógrafos no creen que haya un baby boom cuando pase la pandemia

La natalidad, en baja.

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18 Abril 2021

¿Qué dicen las experiencias de crisis económicas y sanitarias pasadas sobre el impacto en la fecundidad? Tomando como ejemplos la pandemia de gripe de 1918 o guerras importantes en las que hubo picos de mortalidad y bajas en la natalidad, la experiencia dice que los nacimientos que se posponen en tiempos de crisis se recuperan más adelante en los llamados baby boom.

Al contrario de esa tendencia histórica los investigadores creen que después de la pandemia por covid-19 no aumentará la fecundidad. Las condiciones demográficas actuales son muy distintas a las de otras pandemias porque ahora cada vez más mujeres postergan la maternidad.

El profesor Benoît Laplante, del Instituto Nacional de Investigación Científica de Montreal explica así en una reciente publicación: la diferencia entre aplazar un nacimiento y abandonar por completo el proyecto de tener un hijo puede volverse especialmente borrosa en las circunstancias actuales.

El razonamiento del profesional es que si las mujeres de 30 años o más planeaban tener dos hijos, y luego decidieron esperar hasta que una vacuna esté disponible para su próximo nacimiento, podrían quedarse sin tiempo para tener su primer o segundo hijo antes de alcanzar el límite biológico de fertilidad, según se analiza en la publicación uruguaya La Diaria.

Investigadores de la Universidad de Florencia, en Italia, llegaron a una conclusión similar en un estudio publicado en la revista Science. “La pandemia de covid-19 causará una disminución en la fertilidad sin los factores que en el pasado provocaron un baby boom en situaciones similares”, señalaron. “En los países de bajos y medianos ingresos, la disminución de la fecundidad observada en las últimas décadas debido a tendencias como la urbanización, el desarrollo económico y la ocupación femenina es poco probable que se revierta fundamentalmente por los reveses económicos”, precisaron.

Las consecuencias

A largo plazo es cuando más se harán sentir los efectos de la pandemia sobre la demografía. Una mayor caída de la fertilidad podría acelerar el envejecimiento poblacional, con todos los problemas económicos y sociales que ello acarrea.

Igualmente desde hace tiempo los tucumanos nos estamos poniendo más viejos. Porque nacen menos chicos y porque aumenta la esperanza de vida al nacer (hasta 1914 la expectativa de vida era de 48,5 años, mientras que en la actualidad es de 74 años para los hombres y de casi 80 para las mujeres).

Veamos qué pasa con la natalidad: en 2010 nacieron 30.400 bebés; en 2016, 28.306; y en 2019, 26.551. Las bajas se notan año a año.

Solo el tiempo dirá si las generaciones afectadas por la crisis de coronavirus tendrán la misma cantidad de niños que habían planeado o cambiarán de parecer. La recuperación económica podría ser clave en este aspecto, sugieren los demógrafos. Mientras siga la incertidumbre y la inestabilidad laboral, más de una pareja desistirá de agrandar la familia. En el fondo, cada vez son menos los que se aferran a aquella vieja frase que decía que un hijo siempre viene con un pan bajo el brazo.

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