“Ciencia, teología y big-bang”, todavía

Por Raúl Courel para LA GACETA

18 Abril 2021

En un nuevo comentario, publicado el 4 de abril en LA GACETA Literaria, de mi nota “Ciencia, teología y big-bang” (7/2/21), el Sr. Eduardo Nieto finaliza un párrafo diciendo que “el científico creyente puede admitir la narración religiosa pero no así el ateo”. Desearía hacerle notar que no es así, una característica de la razón científica moderna es que puede desplegarse con independencia de la fe o de la falta de fe en sentido religioso. El buen científico moderno en tanto tal (en su razonar como científico) no es un creyente que ha reemplazado el texto de la religión por el de la ciencia y que ahora cree en éste, por eso no cabe tomar ningún párrafo de Stephen Hawking como una contradicción con el hecho de considerarse expresamente ateo. Quisiera mencionar que Kurt Gödel, tal vez el lógico matemático más importante del siglo XX, ofreció una nueva demostración lógica (por supuesto no empírica) de la existencia de Dios, remozando la famosa argumentación de San Anselmo, renovada antes por muchos, incluyendo a Pascal y a Descartes, por sólo mencionar a algunos, después claramente refutada por Kant. No significa en absoluto que Gödel creyera en la existencia de Dios.

Una característica de la ciencia moderna por un lado y de la teología (tomista y pos-tomista hasta hoy) por el otro, es que ambas han separado la razón de la fe y puesto fronteras bastante sólidas entre ellas aunque, convengamos, no hay frontera que no tiente a pasarla por alto. Por estas razones hay que reconocer que Hawking no tiene empacho en advertir lo que advierte sin sentirse llevado a misa.

Para un tratamiento adecuado de estos temas es necesario rastrear a lo largo de la historia de las ideas la relación entre la razón y la fe. De todos modos, es cierto que un tratamiento pormenorizado de estos temas excede lo que es posible hacer en una nota periodística.

© LA GACETA

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios