La ex sede de Rentas, sin destino a más de 10 años

La ex sede de Rentas, sin destino a más de 10 años

18 Abril 2021

Pareciera que los tucumanos estuviésemos enojados con nuestros antepasados, hasta el punto de mutilarlos, como si estuviéramos disconformes con la herencia recibida. En las últimas décadas, el patrimonio arquitectónico ha sido blanco de la piqueta insensible del mercado inmobiliario. La última víctima importante fue la demolición en 2019 de la ex sede del Banco Francés, ubicada en San Martín 730, cuya propietaria era la Caja Popular de Ahorros. El terreno vacío permanece tapado a la espera de algún destino.

A escasos metros de ese baldío, seguramente tiembla la ex sede de la Dirección Provincial de Rentas, ubicada en la ochava noroeste de San Martín y Maipú, edificio diseñado en 1908 por el ingeniero y arquitecto Domingo Selva, autor también de la Casa de Gobierno y de la Sociedad Sarmiento. Funcionó allí el Banco de la Nación Argentina hasta 1981, cuando se trasladó a su actual emplazamiento en la ochava sudeste. Rentas ocupó el inmueble hasta que se cambió a 24 de Septiembre al 900.

En 2010, se realizó un concurso de “Ideas de refuncionalización, ampliación y puesta en valor del edificio” y resultó ganador el proyecto de Santiago Cocco Buldaín, del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo de Buenos Aires. El entonces interventor de la Caja Popular dijo: “en breve arrancaremos con los distintos estudios y las previsiones presupuestarias para que a fin de año tengamos una visión global del costo del proyecto y cómo financiarlo”. Mientras que el titular del Colegio de Arquitectos de la provincia dijo en la ocasión que el concurso había sido exitoso y los alentaba a llevar distintas propuestas al poder político para hacer obras en la ciudad, dentro del marco del Bicentenario. La Caja Popular, propietaria del inmueble, informó entonces que se haría un estudio de suelo para determinar en qué condiciones se hallaba el edificio, en el sector que da hacia la San Martín, casi junto al Banco del Tucumán, donde había una pérdida permanente de agua.

Tras años de abandono, en 2016 le efectuaron una lavada de cara, con motivo de las celebraciones por el Bicentenario de la Independencia. Se anunció su restauración, la cual se iniciaría con trabajos de recuperación del interior y fachada. Luego se iba a avanzar en el arreglo de estructuras como la medianera oeste, que estaba hundida. El 2 de junio de ese año, la directora de Patrimonio del Ente Cultural dijo que la planta baja se iba a destinar a eventos culturales y la alta, por problemas de deterioro, solo sería refaccionada y reforzarían su estructura. Sobre la fecha de culminación de la obra, señaló que no había ninguna especificación, ya que dependía del proyecto ejecutivo y de una decisión de inversión. Consultada por LA GACETA en diciembre de 2019, la funcionaria dijo que monitoreaba periódicamente el edificio. “Sigue estando en muy buen estado, lo están usando como depósito de papeles, de documentación de la Caja, no hay filtraciones… la Caja Popular había propuesto hace unos años llevar ahí los seguros que ellos venden, nosotros queríamos un museo arqueológico”, afirmó.

En alguna ocasión, sugerimos que allí podría emplazarse un museo de arte contemporáneo, una de las asignaturas pendientes del Estado con la sociedad. Ha transcurrido más desde una década, y ese “elefante blanco” espera aún un destino, esta realidad desnuda la ausencia de políticas eficaces sobre la conservación del patrimonio, así como la falta de interés por incorporarlo a la vida cultural de los tucumanos.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios