Cartas de lectores V: Desborde
18 Abril 2021

Por razones de trabajo, tuve trato personal durante casi 20 años, con los doctores Jorge Farall y Ben Ami Alperovich. Eran mis clientes del diario y nos hicimos amigos. Sí, leyó bien, nos hicimos amigos. Yo los amé a los dos en su momento, como a mi propio padre. Me sentía altamente orgulloso y feliz de poder contar con ellos entre mis amigos. Y hoy que ya no están más físicamente, los veo en otros médicos a los que aprecio. Escribo esto, llorando, con una mezcla de bronca, impotencia y dolor al ver cómo el presidente de la Nación, Alberto Fernández, se refirió a los agentes de la salud con tanto desprecio recientemente. En este país, Presidente, los únicos relajados son los políticos. Los demás, vivimos como hormigas a las que les patearon el hormiguero. Ya haciendo el bien, o haciendo el mal, nadie está quieto. En este momento, viene a mi memoria el recuerdo del día en que el doctor Farall se desprendió la camisa para mostrarme la cicatriz de una operación del corazón a pecho abierto, y me dijo: “Mire, el resultado del estrés de tanto abrir y cerrar panzas en el hospital para salvar vidas”. Así, también, vive presente en mi memoria el rostro del doctor Alperovich; sus ojos hablaban de lo estudioso que era. Deseaba vivir siempre actualizado para poder darles la mejor respuesta posible a sus pacientes. Un hombre venerable, al que no escuché jamás hablar mal de alguien. Llevaba consigo, prendidas, su sabiduría de la vida junto a la de su profesión. Así como a ellos, he conocido otros profesionales de la salud, no sólo médicos, que hicieron de su vida y de su lugar de trabajo un campo de batalla. Creo que el señor Presidente, tuvo un desborde propio del poder político, debido a que en esa “escuela” de la que él proviene (los partidos políticos) las cosas son así: allí se vive permanentemente, como en un riachuelo excedido de agua y cosas que el agua arrastra los días de tormenta.

Daniel Chavez

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios