Testigos denuncian presiones para beneficiar a un detenido

Testigos denuncian presiones para beneficiar a un detenido

La Justicia decidió brindar protección a una persona que presenció el allanamiento en la casa de un acusado de integrar una banda que se habría dedicado a robar viviendas en Yerba Buena.

CON CUSTODIAS. Policías montan guardia mientras los pesquisas allanan la vivienda de Tripolone.  CON CUSTODIAS. Policías montan guardia mientras los pesquisas allanan la vivienda de Tripolone.

El acusado de integrar una banda que se dedicaba a cometer “escruches” sufrió un golpe procesal. Su pareja habría intentado influenciar a un testigo para que cambie su testimonio a una declaración que lo termine beneficiando. Pero la persona a la que intentaron influenciar denunció el hecho y la Justicia le dictó medidas de protección.

El sábado, en un allanamiento realizado por personal de la Brigada de Investigaciones Yerba Buena, al mando de los comisarios Nicolás Marchant, Héctor Marín y Jorge Dib, se detuvo a Rodrigo Tripolone, de 21 años. La medida se realizó en el marco de una causa en la que se investiga millonarios robos a viviendas de esa ciudad.

Tal como indican las normas, los efectivos convocaron a dos personas para que controlen la inspección que realizaban los investigadores. En esa casa, según confirmaron las fuentes judiciales, los policías secuestraron joyas, marihuana, una pistola calibre 40 y proyectiles. Al sospechoso, el domingo, por pedido del auxiliar fiscal Miguel Fernández, le dictaron la prisión preventiva por 30 días y fue imputado por encubrimiento y portación ilegal de arma.

Los defensores Manuel Pedernera (reemplazado por Patricio Char) y Macario Santamarina, rechazaron los cargos en contra de Tripolone y, además de intentar recusar al fiscal Diego López Ávila por la tarea que viene desarrollando, decidieron impugnar el fallo del juez Alejandro Tomas por considerar que la acusación no era la correcta.

Polémica visita

Tres días después de haberse producido la aprehensión de Tripolone, una joven se presentó en la casa de uno de los testigos. Dijo que quería hablar con ellos. Sin saber los motivos, comenzaron a hablar sobre el allanamiento que realizaron los policías.

Según consta en las actuaciones de la fuerza se trataría de la novia del acusado y que les había pedido que “otra persona se comunicaría con ellos para que los ayudaran en la causa”. De acuerdo a fuentes judiciales, directamente les habría solicitado que negaran haber presenciado los secuestros realizado por el personal de la Brigada de Yerba Buena.

Asustados por la experiencia que habían vivido, se comunicaron con los pesquisas para ponerlos al tanto de la visita. Labraron un acta y se la presentaron a López Ávila, que solicitó medidas de protección a favor de los testigos.

La jueza María Alejandra Balcázar analizó el caso y le dio la razón al planteo presentado por la fiscalía, al considerar que era vital proteger a los testigos de la causa que está en plena etapa de investigación. Por ese motivo, prohibió que la joven se aproxime a 500 metros de las personas que realizaron la denuncia y que realice cualquier tipo de actor de perturbación en contra de ellos.

“No hubo nada ilegal en esa visita. El nuevo código nos obliga a producir pruebas y una de ellas, desde nuestro criterio, fue averiguar la legalidad del allanamiento porque ya la habíamos planteado en la audiencia de formulación de cargos”, explicaron los defensores del Tripolone. “En su oportunidad, estas personas serán ofrecidas para que declaren”, agregaron.

Posibles razones

Fuentes judiciales confirmaron que la joven acusada les había solicitado a los testigos que denunciaran irregularidades sobre el secuestro de la pistola. Los pesquisas sostienen que esa planteo tendría dos posibles razones:

1°: Habrían pretendido que la Justicia declarara ilegal el secuestro del arma para que la causa de portación ilegal de arma no prosperara.

2°: Los pesquisas no descartan que esa arma pueda estar involucrada en otro hecho más grave y que de un posible análisis lo terminen involucrando en ese caso. Ya se están realizando averiguaciones en esta y en otras provincias sobre algún delito cometido con esa pistola.

Pero más allá de las especulaciones, con esta denuncia, el fiscal López Ávila consiguió un sólido elemento para conseguir que se le prorrogue la prisión preventiva en caso de que lo solicite.

La acusación

Si bien es cierto que Tripolone fue acusado de otros delitos, López Ávila sospecha que es uno de los integrantes de una banda que podría dedicarse a “escruches” -robos de casas cuando los propietarios salen- en Yerba Buena.

Fuentes judiciales confirmaron que están sospechados de realizar tareas de inteligencia después de haber recibido un dato de algún allegado a la vivienda. Luego, en autos de alta gama, se presentaban en las viviendas y se apoderaban de importantes sumas de dinero.

El supuesto modus operandi del grupo

La banda, según la investigación, estaría integrada por numerosas personas que tenían diferentes funciones.

El grupo se encargaba de realizar la averiguación de datos sobre potenciales víctimas a las que les podrían robar.

Luego realizarían tareas de inteligencia para observar los movimientos que realizaban los ocupantes de la casa.

La particularidad de este grupo es que utilizan autos de alta gama para no levantar sospechas entre los vecinos.

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