La medida más fácil para combatir los contagios

La medida más fácil para combatir los contagios

17 Abril 2021

La semana que se va ha dejado una sensación de “déjà vu” en la Argentina. Ha sido un volver a los primeros meses de la pandemia de coronavirus, desde marzo de 2020 y con más fuerza a mediados de año, cuando todos los días se esperaban definiciones del Gobierno nacional y de los gobiernos provinciales acerca de las próximas medidas a tomar para prevenir los contagios.

Temas, sin dudas, de interés para todos los ciudadanos: las restricciones a la circulación, la reducción de horarios de atención en comercios, los límites en la capacidad admitida en los salones de los negocios gastronómicos afectan todas las rutinas y las previsiones económicas. La semana que se va deja la sensación de que este problema mundial está lejos de solucionarse y la discusión se enfoca en si deben tomarse o no medidas drásticas como la suspensión de las clases presenciales, los toques de queda sanitarios, el cierre de las fronteras nacionales y provinciales.

Más que el año pasado, en esta segunda ola la discusión ha tomado un tono mucho más político. La balacera entre los bandos opositores y oficialistas se ha hecho ver como nunca antes desde que se declaró la pandemia, con acusaciones mutuas sobre lo que se ha hecho en este último año signado por la crisis sanitaria.

En su últimos discursos, el presidente Alberto Fernández, entre las varias declaraciones que generaron polémica, remarcó la importancia de las acciones individuales que se pueden implementar para frenar la expansión de los contagios mientras se avanza en las campañas de vacunación contra el coronavirus. Ahí hay, con claridad, un punto de encuentro no solo de las banderías políticas, sino de la ciudadanía toda: qué es lo que podemos hacer cada uno de nosotros para cooperar en este conflicto de dimensiones descomunales.

Una de ellas es tan simple como ventilar los espacios. La revista científica The Lancet volvió a analizar este asunto en un artículo que firma un grupo internacional de especialistas que llegan a la conclusión de que el covid se transmite principalmente a través del aire. La Organización Mundial de la Salud (OMS) todavía no ha dado el visto bueno a estas hipótesis, ni el propio COE tucumano ha puesto énfasis en cómo airear los espacios.

La “nueva normalidad” en Tucumán se materializa en toma de temperatura y un poco de alcohol al ingresar a un lugar, a equipos de limpieza que desinfectan superficies y a personas con barbijo en el mejor de los casos. Todo esto mientras hay puertas y ventanas semiabiertas o directamente cerradas y son los propios políticos los que no dan el ejemplo con reuniones tumultuosas en espacios reducidos.

En febrero de este año, la revista Nature publicó que el SARS-CoV-2 se transmite predominantemente a través del aire, por personas que hablan y exhalan gotas grandes y pequeñas partículas llamadas aerosoles. “Está haciendo falta una vuelta más de tuerca. Hay cosas del virus que no las sabíamos al principio de la pandemia”, reconoció el doctor Mateo Martínez, decano de la Facultad de Medicina de la UNT, en una entrevista con este diario.

Mientras las autoridades sanitarias discuten el alcance de estas investigaciones, son medidas que el ciudadano puede implementar sin demasiado esfuerzo en sus lugares de trabajo, en sus casas y en cualquier ámbito. También sería importante que los políticos dieran el ejemplo con esta medida de salubridad, evitando las reuniones numerosas en espacios cerrados y promoviendo hábitos que acompañen a los últimos hallazgos de la ciencia.

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