Combis y minibuses: “Es una solución para el transportista y el usuario, sin subsidios”

Alfaro sostiene que el transporte de pasajeros “debe reconvertirse”.

DEBUT. Combis y minibuses brindaron el transporte de pasajeros. El intendente criticó a empresarios y a gremios. DEBUT. Combis y minibuses brindaron el transporte de pasajeros. El intendente criticó a empresarios y a gremios. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO

Lo que fue pensado como un paliativo para que los empleados públicos y de comercio no se queden a pie cuando se dan los recurrentes paros de colectivos parece haberse convertido en una suerte de prueba piloto sobre un nuevo modelo de transporte público para San Miguel de Tucumán. Y, más aun, en una especie de experiencia para un nuevo sistema.

No hay anuncios al respecto del intendente Germán Alfaro durante el primer día en que combis y minibuses, que en los tiempos de la “normalidad” prepandémica se dedicaban al turismo, les prestaron a los capitalinos el servicio que acostumbran brindar los ómnibus. Pero sí hubo críticas severas contra los empresarios, contra los sindicatos y contra el Gobierno nacional. Esas objeciones dan cuenta de que, para el jefe municipal, se asiste a un escenario de “esquema agotado”. Casi sin salida.

“El transporte debe reconvertirse”, lanza Alfaro, de manera resuelta. Esa aserción versa, primeramente, respecto de las unidades que emplean las concesionarias de las líneas urbanas. “No podemos seguir con un servicio de transporte pasajeros que emplea vehículos enormes en una ciudad chica y de calles angostas, como San Miguel de Tucumán; donde las calzadas serán cada vez más angostas con la progresión de las semipeatonales”, sostiene.

Pero la advertencia sobre la necesidad de reconvertir el transporte público no se reduce sólo a una cuestión de modelos de vehículos en el análisis que el intendente vuelca durante su diálogo con LA GACETA. “El Estado argentino no está en condiciones de mantener la actual masa de subsidios a las más diversas actividades. Mucho menos, de incrementar el volumen de esos dineros. Entonces, los empresarios no pueden seguir pensando en que recibir cada vez más subsidios es la única variable de ajuste en la ecuación del servicio de pasajeros”, sentencia.

FEDERALISMO. Alfaro renegó de la distribución federal de subsidios. FEDERALISMO. Alfaro renegó de la distribución federal de subsidios.

Precisamente, Alfaro le pide al sector privado de este rubro que “cambie el chip”. “A los empresarios del transporte se les ha concesionado la explotación privada de un recorrido de colectivos y ellos deben hacer que sea rentable. Sin embargo, yo sólo veo que se cruzan de brazos a reclamar más subsidios; a exigir una tarifa cada vez más cara, pese a que ya no hay relación entre el costo del boleto que se paga y las prestación que se recibe; o a que simplemente estalle una huelga”, recrimina.

El jefe municipal, por cierto, no circunscribe su diagnóstico sólo al sector privado. “Hay gremios que se han fortalecido, como el de los Camioneros o el de la Unión Tranviarios Automotores, y que sólo han encarecido los costos laborales para las empresas. También es necesario que algunos gremios tomen conciencia de la situación que estamos viviendo. Hay casos, como el de los petroleros o el de los mecánicos, que han reclamado que no se elimine un solo puesto de trabajo, pero a cambio han cedido un porcentaje en lo salarial. Aquí, en cambio, en el transporte sólo sigue habiendo reclamos y exigencias como si no hubiera pandemia”, contrasta.

En ese contexto, Alfaro reivindica la decisión de su gestión de instrumentar el servicio de combis y de minibuses que se “estrenó” ayer. “Decidimos habilitar este mecanismo porque la gente tiene que viajar y no podemos desentendernos. Aunque a los subsidios ni los fija ni los distribuye la Municipalidad, yo veo que no podemos hacernos los distraídos con los vecinos más necesitados. Porque son los pobres los que necesitan el colectivo para venir a trabajar. Había que darles una solución, como en su momento también les dimos una solución a los bares y a los restaurantes. cediéndoles espacio en la vía pública. En las veredas, en las calles y hasta en las plazas. Y la gente respondió positivamente”, describe.

“Entonces, cuando digo que la pandemia nos obliga a explorar soluciones, lo predico con el ejemplo. Si nosotros, desde el Estado, estamos constantemente buscando la manera de darle una mano al sector privado, ¿cómo los empresarios no van a buscar la manera de reconvertirse para darse una mano a ellos mismos? Ellos también deben buscar soluciones. Esa también es su obligación”, puntualiza.

Alfaro, dentro de ese contexto, manifiesta no estar de acuerdo con el proyecto que impulsa el presidente del Concejo Deliberante, Fernando Juri, para crear una Sociedad del Estado que se encargue del transporte público de pasajeros. “En definitiva, significa que el Estado tiene que poner más dinero, cuando ya no da para más. Si la economía va en retroceso, ¿cómo puede haber empresarios que esperan subsidios en ascenso? Y, como si no bastara, sufrimos un reparto absolutamente inequitativo de los fondos: el 80% de los subsidios se queda en el Área Metropolitana de Buenos Aires. ¡Qué país federal tenemos nosotros!”, cuestiona.

En contraste, el intendente destaca que con el servicio de emergencia instrumentado ayer, los usuarios pagan $ 50 por el viaje directamente al transportista que lo traslada. “A la Municipalidad no se le paga ni un centavo y, a la vez, esto tampoco le cuesta un centavo a la Municipalidad. Así, hay una solución para el usuario y también para el que tiene una combi o un minibús, pero que no puede trabajar con él. Y todo ello, sin subsidios”, concluye.

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