Paratliatlón: Palacio sigue avanzando hacia su meta olímpica

Esta vez, Facundo Palacio siente que la misión está completamente cumplida. En La Caldera, Salta, completó la gran final del Campeonato Nacional de triatlón en la categoría paralímpica de sillas de ruedas. Completa porque la pandemia 2020 obligó a que la última fecha no se disputara.

“No se si puedo decir cuál fue mi mejor carrera porque cada circuito fue muy distinto. Siempre se aprende algo nuevo”, explicó el paratliatleta. “En las tres me sentí muy bien a pesar que el año pasado estuvimos casi sin competir. Pude hacer los ritmos que yo quería”, celebró Palacio que además compitió en Entre Ríos y Mendoza.

En esta cambiante temporada, no sólo para los deportes sino también para la vida de todo el planeta, el estudiante de abogacía sumó una prueba con distancia olímpica. Fue en Córdoba, y como en las tres fechas del Nacional, buscó la acumulación de experiencia que necesita para cumplir una meta máxima en la vida de un atleta de alto rendimiento: estar en un Juego Olímpico. “Con la selección no podemos salir a competir internacionalmente, todavía. Eso necesitamos para empezar a sumar puntos y lograr un lugar en París 2024”, detalló el campeón argentino de paratliatlón en la divisional handbike.

También cuando jugaba al tenis en sillas de ruedas intentó llegar a los Juegos Paralímpicos de Río 2016. Ese mismo año, colgó la raqueta. “Estaba cansado y quería empezar a estudiar. Lo estaba haciendo de un modo muy profesional”, dijo en 2019 en una entrevista en LG Deportiva.

Sin embargo, a los tres años de dejar el tenis, sin intención casi, se convirtió en paratliatleta. Lo que coronó en Salta fue muestra de que no se equivocó al seguir compitiendo haciéndole caso a su personalidad. “A las carreras siempre trato de hacerlas a sensaciones. En los entrenamientos, si estoy más pendiente de cómo evoluciono para saber si voy mejorando mi rendimiento”, siguió Palacio haciendo su autodescripción. En la misma actitud de exploración propia agregó: “en la disciplina en la que más hago diferencia es en la natación. No se si bueno, pero no soy tan malo en el agua. Ahí saco un poco de ventaja y en el trote también voy un poco fuerte. Lo que más me complica es el ciclismo ya que no tengo una bici de competición. Es un poco pesadita, pero algo se puede hacer”, dijo.

Avanzando siempre es que Palacio le dio al 21 de abril de 1997 un significado muy distinto al que los médicos le dieron. Ese día nacía y ya de antemano sus padres, Marcela y Pablo, sabían que algo no iba a estar bien. A los seis meses de embarazo los doctores diagnosticaron que Facundo padecía mielomeningocele y que su vida iba a ser complicada. “Por el simple hecho de estar en una silla de ruedas no deben limitarse”, aconsejó Palacio por experiencia propia.