Cartas de lectores IV: el odio a la vicepresidenta

Cartas de lectores IV: el odio a la vicepresidenta

10 Abril 2021

La onda expansiva de la pandemia opacó a la política y blanqueo los exabruptos y barbaridades de algunos representantes del pueblo. El efecto negativo en la política se manifestó por un hecho que conmovió a la opinión pública, y que las redes sociales se encargaron de difundir rápidamente. Esta situación sinceró el odio que un sector de la oposición siente hacia la Vicepresidenta de la Nación por motivos inconfesables e inentendibles. En esta ocasión, fue una legisladora provincial de Mendoza, que con la misma ridiculez del “emancipador” Alfredo Cornejo, encendió el odio, violando el 5º Mandamiento, y todos los principios de la fe cristiana, al rezarle al creador para que Cristina Kirchner se contagie de Covid-19. Fue ensordecedor el silencio de toda la oposición, pero más deprimente fue el silencio de los medios periodísticos adictos a la oposición, que ocultaron semejante exabrupto. Los que ya peinamos canas, y somos portadores de experiencia y conocimientos en lides políticas, no podemos olvidar situaciones parecidas, cuando la oligarquía en los años 50, especulando con el estado de salud de Eva Perón, pintaban grotescamente en las paredes “Viva el cáncer”. El odio opositor hacia Cristina ya es inocultable e incontrolable, tal vez porque luego de una histórica persecución volvió para ganar en 2019. Quizás hoy, temerosos de que se reiteren los resultados en octubre próximo, utilizaron a la autora del disparate, que al parecer no sabe que las elecciones se ganan o se pierden en las urnas, no por conjuros y maldiciones. Sin duda que a esta señora mendocina la banca legislativa (como a Mauricio Macri la Presidencia de la Nación), le cayeron de arriba, pero no precisamente del cielo. Históricamente en Argentina, el radicalismo y el peronismo siempre fueron actores principales de la política nacional, y como en los clásicos del fútbol siempre fueron adversarios, pero nunca enemigos, y ninguno de sus máximos líderes, ni Ricardo Balbín ni Juan Domingo Perón, intentaron estafar a sus militantes vendiéndoles un slogan como el “sí se puede”, para burlar a la Justicia.

José Emilio Gómez

Reyes Católicos 112 - Banda del Río Salí

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