La incertidumbre volvió a adueñarse de artistas y productores

La incertidumbre volvió a adueñarse de artistas y productores

Acotar la circulación vehicular a las 22 o a la medianoche tendría consecuencias para la programación de shows, recitales, cines y teatros.

SIN NUEVA FECHA. Se levantó el recital de El Chaqueño Palavecino. SIN NUEVA FECHA. Se levantó el recital de El Chaqueño Palavecino.

La inminencia en la toma de medidas de restricción y control sanitario por la segunda ola de coronavirus volvió a sumir la actividad artística en la misma incertidumbre que la atravesó hace un año, cuando se dictó la cuarentena estricta.

Aunque todo indica que las nuevas disposiciones no tendrán la severidad que las aplicadas en marzo de 2020, cines, teatros, salas y bares donde se realizan shows se enfrentarán a nuevos desafíos en momentos en que la respuesta del público era muy satisfactoria. En todo caso, se habla de actividades con cumplimiento estricto del protocolo vigente dictado por el COE, no de opciones clandestinas o donde se violan las normativas.

El eje pasaría por restringir la circulación vehicular (tanto en colectivos como en autos particulares), especialmente en la nocturnidad, en los horarios en que el esparcimiento y la diversión reinan. En este escenario, no habría cierre compulsivo de locales, menos aún de aquellos que tienen espacios descubiertos donde se garantiza la circulación de aire y las mesas facilitan que se respete el distanciamiento. En lugares cerrados, como un teatro, se aumentarían los controles para que no se supere en ningún caso el tope del 30% de la capacidad instalada.

Dos horas cruciales

El debate parece estar centrado en si las limitaciones de circulaci{on y tránsito comenzarían a las 22, como sería la postura de la Nación para los grandes conglomerados urbanos, o desde la medianoche (preferencia en las provincias del interior, y a la que adhiere Tucumán).

Esas dos horas de diferencia son clave para programar o no espectáculos. Si se impone el primer criterio, cualquier función, recital o proyección de película tendría que empezar antes de las 20, para garantizar que el público retorne a su casa sin inconvenientes.

En bares y restaurantes esa limitante haría prácticamente imposible todo show. Si, en cambio, se habilita el horario más benévolo, el margen permitiría que haya actividad artística con cenas algo más tempranas que lo habitual para Tucumán. La última opción sería implementar una merienda tardía con espectáculos los fines de semana.

Por el momento, las salas de la provincia no tienen previsto ninguna modificación en sus grillas, ni de propuestas ni de horarios: todo se mantiene como está tanto en el campo estatal como entre los independientes. El único espectáculo que se reprogramó hasta el momento ha sido el recital que iba a ofrecer este sábado El Chaqueño Palavecino en el Bar Atahualpa del club Central Córdoba; pero no trascendieron los motivos ni se anunció nueva fecha. En cambio, se mantienen a Luciano Pereyra y a Don Osvaldo para la próxima semana.

El teatro Mercedes Sosa y el municipal Rosita Ávila abrirán desde mañana: en el primero actuará Vilma Palma e Vampiros con localidades agotadas y para viernes y sábado Miguel Martín tiene cuatro presentaciones de su “Más vivo que nunca”; en el del barrio del Abasto habrá una función especial de “Danza macabra” y hasta el domingo se prevé stand up y teatro para adultos y para niños. Del mismo modo está previsto el funcionamiento del teatro San Martín y de la sala Orestes Caviglia.

En el mismo sentido, y como ejemplos de la actividad privada, mañana habrá música en CiTá Abasto de Cultura con Pilmaiquén Mlikota; en el Casino Parque con Ricky Parrado y en Santa Marta (Yerba Buena) con Matías de la Rosa, por mencionar sólo algunas propuestas. Y desde el viernes la agenda se multiplica, incluso con apoyo estatal del Instituto Nacional de Teatro a través de su programa Reactivar Escenas.

Una situación particular presentan las salas de cine, ya que la respuesta del público ha sido inferior a la esperada. Los complejos Atlas cierran los lunes para darle descanso al personal (sigue sin funcionar el de Monteagudo 250), mientras que los Cines del Solar y Sunstar evalúan medidas. Perder la función nocturna podría ser lapidario.

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