06 Abril 2021
En esta época de pandemia, cuando las herramientas tecnológicas han monopolizado la comunicación, resulta oportuno el artículo de la Dra. Honoria Zelaya (“Jella Lepman: un puente de libros infantiles” LA GACETA Literaria 04/04) sobre el rol que juegan los libros en el desarrollo de la capacidad de soñar. El artículo se refiere a la obra de la periodista alemana Jella Pepman, que después de 1945, a través de exposiciones internacionales, creación de la Biblioteca Internacional de la Juventud, Congresos de entendimiento Internacional, buscó y consiguió crear “un mundo mejor a partir de los libros infantiles”: Zelaya concluye aludiendo a los libros infantiles que la enriquecieron en la Biblioteca Alberdi. En esa misma línea de pensamiento quiero recordar a Michele Pétit, la antropóloga francesa que ha realizado investigaciones sobre la lectura en contextos críticos (conflictos armados, de exclusión social, ruralidad, situaciones personales dramáticas). Pétit sostiene que la lectura es un encuentro con el mundo, que a la vez que va mostrándole al lector lo que construyó el espíritu humano, va construyendo la capacidad cognitiva de imaginar, pensar, amar, soñar. Sabemos que la pandemia ha puesto en tela de juicio los procesos pedagógicos y en ese sentido corresponde ponderar la función social que les compete a los mediadores de lectura (docentes, bibliotecarios, promotores culturales) en la creación de los espacios de encuentro entre lectores y libros.
Susana Serrano de Brunetti
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