Por Paula Barbaran
04 Abril 2021
EN LA RED. “Comunicar tu marca en las redes sociales hoy es una herramienta de supervivencia”, dice Borigen.
Estás en una reunión de amigos con mucha gente que no conocés y no te conocen. Y, en una conversación casual surge la pregunta: “¿A qué te dedicás?”.
¿Cómo les explicás? ¿Cuáles son los valores que resaltás sobre lo que hacés? Las palabras que utilices, estarán creando tu mundo y revelando mucho sobre tu tarea como profesional.
“Yo empiezo hablando de que todos somos marca con nuestro nombre y apellido. La hayamos trabajando o no. Y, con ese punto de partida, les propongo trabajar estratégicamente lo que yo necesito que el mundo conozca de mis habilidades”, explica Mariana Borigen, coach de marca personal y negocios digitales.
Según la experta, más del 80% de los emprendimientos fracasan en su primer año por no saber comunicar lo que hacen. “Para nosotros significa que no han desarrollado estas herramientas. Un ingeniero, abogado o psicólogo, a veces no saben expresar a qué se dedican o utilizan datos técnicos que, lamentablemente, no conectan con las necesidades de un mercado laboral o competitivo”, señala.
Hoy, continúa Borigen, estamos expuestos al mercado a través de lo digital, algo que existía antes de la pandemia y se intensificó mucho más luego de la misma. “Antes, comunicar tu marca en redes sociales era para quienes se atrevían pero hoy es una herramienta de supervivencia. Entonces, si no se define mi mensaje como marca, no la doy a conocer, no vendo y no puedo vivir de lo que hago”, dijo.
No es necesario que hayas inventado la mopa o cualquier otro producto. Podés ser un emprendedor que vende ropa, o haberte doctorado en algo específico. La marca personal es una huella que dejamos en los demás. Trabajar en ella es hacer branding personal, el proceso de creación de nuestra marca de una manera consciente.
Lo que hace una marca personal, es poner en valor tus habilidades y conocimientos previamente adquiridos y enfoca tu profesión o emprendimiento. “Ya es una materia en universidades, no es solo para alguien de la política o artistas, es para todo el mundo”, subraya Borigen.
En su sitio web personal y sus posteos en redes, Mariana Borigen (@borigenmariana), recomienda de manera gratuita un conjunto de herramientas para desarrollar tu marca personal y compartirla con el mundo. “El origen de esto, para mí, fue descubrir el por qué hacemos lo que hacemos y saber contárselo a la audiencia y a mi público”, asegura y agrega: “recluida en terapia con mi hijo menor, mucho antes de la pandemia, decidí apoyar a marcas personales de mujeres emprendedoras porque siento una conexión con todas ellas. Ahí decidí crear una página web con entrenamientos sumando todos mis conocimientos. Mi trayectoria me trajo hasta aquí y quise poner al servicio lo que yo sé hacer”, dice.
Cinco pasos para conocer tu propósito y trabajar tu marca:
Paso 1: Conocer el propósito del por qué. El motivo por el que haces las cosas: reconocer qué hacés, qué te gusta hacer y qué necesita el mundo. Es fundamental para redactar el mensaje.
Paso 2: Reconocer que hay algo diferente en lo que hacés. Descubrir qué es lo que hacés distinto al resto ya que esto determina tu especialidad.
Paso 3: Conocer la propuesta de valor de lo que vos hacés y sacarla a la luz. Comunicarla y tener presentes tus valores para estar en congruencia con ellos. Si sos mamá, mujer y profesional, cuidás el ambiente o te interesa el veganismo. Así, cuando busquen profesionales de tu rubro, te encuentren y TE elijan por tus valores.
Paso 4: Ser una marca experta. Si hay un área en tu profesión que te interese y apasione, debés ser especialista en ella y seguir especializándote. “Ya no se buscan profesionales en áreas generalistas, la gente tiene poco tiempo y necesita alguien que sepa”, insiste Borigen. “No le tengamos miedo a apuntar a un solo nicho”, sostiene.
Paso 5: Conocer a tu cliente. Quién es el destinatario de tu trabajo, quién comprará tu servicio o producto. “A veces los emprendedores sueñan mucho y se olvidan que es una persona quien adquiere el producto y debo conocer cómo es: ¿necesita lo que hago?, qué tipo de vida tiene, cómo y dónde se informa. Hay que evaluar quién es tu cliente ideal para que tu mensaje vaya directo a él, vendiendo desde la empatía: cómo te ayudo a resolver tus problemas con mi servicio o producto. Si me pongo en los zapatos del otro y soluciono sus problemas, te quito los dolores de cabeza”.
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