Modificar el nombre de una calle: qué criterios se analizan antes de hacerlo

Modificar el nombre de una calle: qué criterios se analizan antes de hacerlo

En Concepción se impulsó una iniciativa de este tipo que generó controversias. La normativa varía de acuerdo a los Municipios y debe ser aprobada por el Concejo Deliberante de cada ciudad. Complicaciones a los vecinos.

La semipeatonal San Martín, en Concepción. La semipeatonal San Martín, en Concepción. ARCHIVO LA GACETA

Un proyecto de ordenanza en el Concejo de Concepción provocó controversia. La semana pasada, el edil Eduardo Carrizo (UCR) presentó una iniciativa para modificar el nombre de la semipeatonal inaugurada recientemente sobre San Martín, la calle principal de la ciudad. La propuesta es que las tres cuadras del paseo lleven el nombre de Julio Herrera, quien fue secretario de Gobierno de la gestión de Roberto Sánchez y falleció a fines de noviembre como consecuencia de la covid-19.

La iniciativa generó controversia en las redes sociales. En Facebook, por ejemplo, hay publicaciones de usuarios que rechazan que se borre al prócer de los carteles para homenajear al ex funcionario. Carrizo, no obstante, denunció que se tergiversó el sentido del texto para provocar polémica. Aclaró que su idea no era cambiar el nombre de la calle, sino bautizar el paseo del microcentro, entre Rivadavia y Buenos Aires, con el nombre de Herrera.

Antecedentes en la capital

La admiración, la gratitud, el reconocimiento, llevan a los pueblos a honrar a quienes han tenido acciones destacadas a lo largo de su historia a través de monumentos o designando con sus nombres calles, plazas, etc. Pero en los últimos años hubo bautismos apresurados han sido motivo de controversia en la provincia.

El caso más recordado es el que se dio en la zona suroeste de la ciudad: desde noviembre 2010 un tramo de la avenida Julio Argentino Roca pasó a llevar el nombre del ex presidente Néstor Kirchner, apenas ocho días después de su muerte. La iniciativa había sido enviada al Concejo Deliberante por el entonces intendente Domingo Amaya, hoy dirigente de Juntos por el Cambios.

En 2012 y con rechazo mayoritario de los vecinos consultados, se cambió la designación de la calle Rivadavia por "Virgen de la Merced", entre la calle 24 de Septiembre y la avenida Sarmiento. Los ediles impulsores del proyecto dijeron que su intención era homenajear a la Virgen Generala del Ejército del Norte. Un año después, la avenida Wenceslao Posse fue rebautizada como Papa Francisco para “destacar la bendición que recibió el pueblo argentino con la elección del nuevo Papa”, según había declarado el edil oficialista Ernesto Nagle.

Legislación

En la capital, la ordenanza N° 1.860, sancionada en diciembre de 1991, prescribe la prohibición de cambiar el nombre a calles, pasajes, avenidas, plazas, plazoletas, parques y paseos públicos en el municipio, salvo cuando carezcan de denominación. Sin embargo, como en los ejemplos anteriores, se realizan excepciones. Y a raíz del “efecto Kirchner”, en abril de 2017 se modificó la norma para que una calle o una plaza sólo pueda bautizarse transcurridos 10 años del fallecimiento de quien se quiera homenajear, según recordó el edil Agustín Romano Norri. “Buscamos que una mayoría circunstancial no pueda cambiar la identidad de la ciudad”, había declarado el radical.

Sin nombre, preferentemente

El presidente del Concejo de Yerba Buena Rodolfo Aranda, explicó que en la “Ciudad Jardín” no hay este tipo de restricción, pero remarcó que el problema no es ponerle el nombre a una calle sino los trastornos que acarrea a los vecinos el rebautizar una arteria. Entre las complicaciones mencionó que se deben modificar las escrituras de los inmuebles, actualizar los planos y los GPS, y que incluso puede acarrear problemas con el fisco.

“Por usos y costumbres en Yerba Buena lo que tenemos es imponer nombres a calles que no la tienen. Esta necesidad a veces la pide hasta la propia Policía Es bueno recordar a gente que haya hecho mucho por su ciudad, pero el gobernante debe entender que debe pasar un tiempo prudencial para que se pueda juzgar de manera no sesgada lo que ha sido esa persona para el municipio”, reflexionó.

Poco tiempo atrás, sin embargo, el Concejo de Yerba Buena aprobó el cambio de nombre de tres cuadras del pasaje Centenario por el de Valentín Villegas, el adolescente que fue asesinado por defender a su amiga en octubre de 2018. Se eligió esa arteria porque allí viven los abuelos de “Valiente”.

Aranda, en tanto, indicó que hace un mes recibieron un petitorio firmado por vecinos del pasaje con quejas porque sostienen que el cambio de nombre les trajo problemas fiscales. Solicitan que el homenaje a “Valiente” se circunscriba a los 100 metros finales del pasaje, donde viven sus abuelos. La presentación está siendo analizada por la comisión de Obras Públicas.

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