Por Paula Barbaran
29 Marzo 2021
María Alejandra Vassallo.
La presidenta de la federación de psicopedagogos, María Alejandra Vassallo, habló con LA GACETA sobre su trabajo en pandemia y las alertas que deben tener hoy en día docentes y padres.
El trabajo de los psicopedagogos en las instituciones educativas es clave. A ellos consultan los docentes cuando observan un síntoma en algún alumno: errores de lectura, falta de comprensión de textos o en la resolución de problemas matemáticos. Los psicopedagogos abordan los comportamientos de las personas y los fenómenos psíquicos en el entorno educativo y su objetivo es mejorar los métodos didácticos y pedagógicos que intervienen en el proceso de aprendizaje.
El año pasado, con las restricciones propias de la pandemia por Covid-19, debieron “reinventarse” y diagnosticar vía online, de acuerdo a lo que contó Vassallo al diaio.
“Los psicopedagogos somos profesionales de la salud y de la educación. Trabajamos mucho de manera presencial porque diagnosticamos a través de los gestos y estados de ánimos, por lo que fue un desafío muy grande lograr una transferencia con el paciente desde la virtualidad para llevar a cabo tratamientos. La escucha y la observación son muy importantes”, explicó la profesional.
“El año pasado, en pandemia tuvimos que reinventarnos como muchos de los profesionales de la educación. Utilizar los dispositivos para trabajar, diagnosticar y hacer tratamientos de manera virtual fue difícil”, expresó Vasallo y agregó: “Nos llovieron consultas todo el año: cómo hago con una cosa, qué hago con tal otra. Y tuvimos que capacitarnos en nuevas tecnologías, aprender nosotros para poder hacer que los chicos se enganchen también. Hubo mucha angustia, a la económica, se le sumo la angustia de una situación nueva que muchos no podían o sabían cómo resolver”.
Según la especialista, diagnosticar y trabajar con los chicos en pandemia no fue sencillo: “aunque todos se adaptaron a la situación de diagnóstico y entrevistas a través de los dispositivos, fue difícil. Según el registro de la Federación, las familias consultaron inclusive más que otras veces debido a la situación conmocionante. Hubo conflictos en niños que no habían tenido problemas”.
Vasallo explicó que el diagnóstico más recurrente fue la falta de atención: “No es una patología que sería algo que queda, los diagnósticos se escriben con lápiz: hoy hay una problemática y sintomatología que mañana quizás ya no esté”.
Actualmente, según publicó LA GACETA días atrás en una entrevista a docentes particulares, se percibe que los chicos adquirieron menos conocimientos y perdieron el hábito del estudio. En ese contexto, los psicopedagogos buscan transitar lo que dejó la cuarentena: “El año no se perdió porque ahora están equilibrando los conocimientos con los del año anterior, pero sí estamos viendo que está costando”, expresó explicando que todavía es muy reciente un análisis debido a que las clases recién están empezando en todo el país.
Síntomas y reinvención
“Las familias y docentes deben estar muy alertas y actuar: si el niño está actuando diferente a lo que actuaba antes, el síntoma es ese”, explicó la psicopedagoga dando pie a que se consulte con un profesional cualquier irregularidad que se observe: “La situación es incierta y hay que contener a los padres, alumnos y docentes”.
Con respecto a los docentes, insistió en pedirles que se reinventen: “ya no pueden agarrar un cuadernillo, y leérselo a los chicos o pedirles que se lo aprendan. Es otra la realidad, esfuércense en motivar a niños y jóvenes para que tengan verdadero interés por aprender”.
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