En la moto no cabe la batería, pero sí puede llevar toda su música

En la moto no cabe la batería, pero sí puede llevar toda su música

Fernando Samalea, reconocido baterista, bandoneonista y escritor, forma parte de diversos proyectos artísticos y viaja por el país para dar charlas gratuitas como la de hoy, a las 18, tendrá lugar en Tafí del Valle.

En la moto no cabe la batería, pero sí puede llevar toda su música

Para hacer una entrevista hay que contactar a la persona y convenir un momento para el encuentro, sea presencial o virtual. En el caso de que el buscado sea Fernando Samalea, que llegó a este fin de semana a mantener encuentros informales en la capital y en Tafí del Valle (como el de esta tarde, a las 18 en la Posada de Tafí, altura del kilómetro 62 de la ruta 307), la misión toma matices de road movie. No sólo por la dimensión del músico, uno de los más versátiles de la escena musical argentina (entre otros haceres) sino porque acostumbra viajar en moto.

Sí. Salió de Capital Federal, y una vez que llegó a su primera parada en Armstrong (provincia de Santa Fe) estableció contacto con LA GACETA. La siguiente parada-charla sería en el Museo del Che en Alta Gracia (Córdoba).

“La idea de las charlas justamente es que sean gratuitas, y de acercarme yo mismo en la moto -dice-. Ese es el chiste que le encontré a este estado humanístico, para conocer gente que ama la música como yo. En la medida del privilegio que tengo de hacer otras cosas me doy este gustito cada tanto, desde hace cinco años. También hice giras en moto tocando. Es una cosa romántica, como una epopeya. Salvando distancias, suena como novela antigua. Eso y el reconocimiento al público me impulsan. Es decir gracias, aprender, conocer nuevas generaciones, ir a cada lugar, ver la esencia y hacer algo totalmente informal. No voy a dar conferencias; son encuentros en ronda muy descontracturados”, aclara.

Las charlas

Ayer, Samalea tuvo agenda la visita a la Orquesta Popular Chivo Valladares: “es la posibilidad de conocer de adentro las escuelitas de música, sobre todo de niños y jóvenes, con la emoción de que se trata de un barrio popular. Me gusta mucho estar en los lugares más profundos, donde con la adversidad están estudiando y avanzando en la música.  Me parece hermoso”. Razones sanitarias llevaron a suspender una jam session que estaba prevista para anoche.

“Cada encuentro es distinto, cada lugar tiene su particularidad y sus chispitas artísticas, y significa para mí aprender un montón, sobre todo después del año tan complicado que todos hemos llevado de encierro. Con muchos cuidados, también es una forma de recuperar un poco lo que teníamos y de valorarlo mucho más”, destaca sobre la actividad de hoy en Tafí del Valle.

Música y crónicas

“La música es un todo, no sólo un instrumento -afirma el baterista y bandoneonista-. Escucho música de todo tipo y no necesariamente con batería. Por supuesto que es mi instrumento principal y con el que he tenido más desarrollo; sobre todo porque me ha permitido acompañar a grandes artistas populares (es decir, entre otros, Charly García, Gustavo Cerati, Illya Kuryaki & The Valderramas, Andrés Calamaro, María Gabriela Epumer, Daniel Melingo, Draco Rosa y Fabiana Cantilo).  También me doy el  gusto con el bandoneón; hago esos discos underground y participaciones con otros músicos amigos”.

En cuanto a su faceta de escritor, señala: “lo hago por amor a las aventuras que me van sucediendo. Es una forma un poco mitológica de recuperar la palabra escrita -como los jeroglíficos que quedan más allá de internet en papel-. Ese es  el romanticismo que me impulsa a escribir”.

“A veces parecería que es más fácil escribir que hablar, pero en el fondo es como un gran todo que me va sucediendo en la vida del motociclista, del escritor, del baterista de rock, con muchas inquietudes más allá de este género. No me gusta encasillarme en ningún lugar en particular para poder aprovechar ese componente mágico y loco que te da la vida”, define. Dice que el haber leído a los dadaístas y a los poetas beats, sobre el surrealismo y la patafísica desde su adolescencia le permite mantener “la llamita de la capacidad de asombro; justamente las charlas me permiten eso, ir cara a cara con la gente y dialogar”.

Rutas argentinas

De alguna manera la pandemia hizo que el artista y motociclista llegara a la provincia a concretar estos encuentros únicos. Su proyecto principal, como acompañante del cantante francés Benjamin Biolay, que preveía una gira anual europea desde agosto de 2020, se suspendió. “Está la chance de que la hagamos en el segundo semestre -comenta-. Pero a la vez es genial porque me reencuentro con los amigos (como Hilda Lizarazu, con quien acaba participar en la grabación de su disco “Antigua”), con los de La Portuaria, y a la vez con los más jóvenes, como el grupo de Michelle Bliman, con quien me encanta tocar, o con la cantante china Haien”.  

“Es aprovechar el tiempo, de seguir escribiendo, de disfrutar,  contactar con la mayor cantidad de músicos posibles y de estar atento a las nuevas tendencias”, resume.

Para cerrar esta crónica aclaramos que hemos omitido varios “soy un privilegiado” y “es mi forma de agradecer” dichos por el entrevistado.

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