Por Sebastián Rosso
26 Marzo 2021
Farmacéutica, bioquímica, investigadora y docente, brilló en el campo de la microbiología. Nació en 1926. Fue profesora titular de Microbiología Clínica desde 1962 e investigadora del Conicet desde 1976. Investigó la microbiología de las bacterias lácticas y fundó, junto al investigador Guillermo Oliver, el Centro de Referencia para Lactobacilos (Cerela), en 1976. Fue directora de este centro, donde las investigaciones sobre bacterias lácticas condujeron al desarrollo de biotecnología, de alimentos y de áreas de la salud. Un modelo de desarrollo científico articulado con la industria y la comunidad. Hacer transferencia de conocimiento al sector productivo y la industria fue uno de los ejes del Centro, que se reflejó en la Leche Bio (leche fermentada bioterapéutica), Bioflora (probiótico reconstituyente de la microbiota intestinal) y ActioFerm (fermentos autóctonos para yogur y quesos). En una entrevista en 1999 sentenció: “Tradicionalmente hemos sido un país exportador de materia prima, pero en lugar de lamentarnos por ello, debemos mentalizarnos de que tenemos que incursionar e la investigación y de que debe haber una política para lograr ser exportadores de productos elaborados”. También se refirió a la importancia de la ciencia y su cultivo: “Hay que formar recursos humanos y entender que los jóvenes tienen que ir al exterior. O bien hay que traer gente para que los forme. Hay que darles becas y apoyarlos, porque son lo más importante que tenemos. La Universidad no funciona sin profesionales y sin alumnos, y la investigación no funciona si los que se están formando no tienen al frente investigadores que sepan”. Fue decana de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia. Ganó el Premio Konex 1993. Falleció en 2012.
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