Las secuelas del cambio climático

Las secuelas del cambio climático

Lluvias que permiten sembrar en zonas áridas o sequías en lugares dónde no eran comunes. El calentamiento global ya modificó gravemente el clima y pronto será irreversible.

Las secuelas del cambio climático
26 Marzo 2021

Bosques arrasados, lluvias ácidas, calores inusitados. La tierra está cambiando. La acción del hombre la ha obligado a cambiar. Y si no nos ponemos manos a la obra, podría ser irreversible. Para concientizar y sensibilizar a las personas sobre el clima y el impacto del cambio climático, hoy y por iniciativa de la ONU, se conmemora el Día Mundial del Clima. En diálogo con LA GACETA, Juan Minetti, doctor en Meteorología y director del Laboratorio Climatológico Sudamericano, expone los cambios progresivos que se han dado en el clima y sus consecuencias inmediatas.

El gran aumento de la población mundial, visto en las últimas décadas, ha puesto en jaque el clima como consecuencia de la sobreexplotación de recursos, la contaminación, los gases de efecto invernadero y la deforestación.

Según un informe de la NASA, cada década desde 1960 ha sido más calurosa que la anterior. Aunque se supone que los gases de efecto invernadero disminuyeron con la pandemia, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que 2020 fue uno de los años más calurosos desde que existen registros y que en nuestro país los cinco años más calientes registrados fueron después de 2012.

Naciones Unidas considera que este 2021 es un año decisivo para la emergencia climática y lograr cumplir con los objetivos planteados para 2030, plazo que creen límite para detener el cambio climático antes de que ya no tenga vuelta atrás.

Minetti explica que hay tres hipótesis sobre el cambio climático: 1) que es antrópico, es decir, por el efecto del hombre, 2) que es una fluctuación natural (no tendría que ver con la acción del ser humano) y 3) una mixtura de las dos anteriores.

Sea cual sea la respuesta, lo cierto es que en la Tierra existen épocas cálidas y frías.

“La Tierra, durante un largo periodo, estuvo en el orden de los 16 grados mientras actualmente está entre los 14 y 15, pero en ascenso”, comenta el especialista. El principal cambio en el clima -sigue- ha ocurrido entre las décadas de 1930/1940 y 1950/1960.

“Antes de la década del 50 nosotros hemos tenido tiempos muy calurosos y escasas precipitaciones, con una alta probabilidad de sequías interdecadales. Posteriormente, durante 1950 y 1960 ocurrió un aumento en las precipitaciones, que más o menos culminaron con la inundación de Santa Fe en 2003”, narra. Agrega: “en las zonas semiáridas del centro de Argentina teníamos un promedio de 600 a 700 mm y después del salto climático de la década de los 50, los promedios de precipitaciones subieron un 30%”.

Este acrecentamiento en las lluvias permitió que llegara la agricultura en las zonas áridas. “La actividad antrópica se extendió. La sojización de la Argentina ocurrió en ese periodo lluvioso, que facilitó la agricultura”, añade.

La acción del hombre en el suelo también es causa del cambio climático. Para el cultivo se utilizan fertilizantes con nitrógeno, que producen emisiones de óxido nitroso, uno de los gases de efecto invernadero (retienen el calor y evitan que se escape fuera de la atmósfera) y responsable del 6% del calentamiento global. Los demás gases más importantes son el dióxido de carbono, metano y los gases fluorados. El primero es producido por la actividad humana y responsable del 63% del calentamiento global causado por el hombre (los vehículos, grandes culpables). El metano (producido por la ganadería y los desechos alimenticios en descomposición) es responsable del 19%. Por último, y en menor medida, los gases fluorados (utilizados en refrigeración y climatización, extinción de incendios, espumas de aislamiento térmico y aislamiento electrónico).

¿Es irreversible?

Las sequías interdecadales, periodos muy calurosos y grandes aumentos de las precipitaciones son consecuencia del cambio climático. A diferencia de lo que dice la ONU, Minetti entiende que este fenómeno ya es irreversible. “Si tomamos las series seculares del clima en Argentina vamos a ver que el periodo lluvioso del 50 para adelante es importante, como también lo que se comenzó a observar en 2004: luego de la inundación de Santa Fe, llegó la primera sequía, después otra importante en el periodo 2008-2009 con la cual Argentina perdió un 30% de su producción granaria. Hubo otras sequías en 2011-2012 y luego un año de mucha lluvia en 2014-2015, cuando en Tucumán se derrumbaron cerca de 14 puentes y hubo rotura de casi todas las vías de comunicación interiores”, cuenta. Las grandes fluctuaciones en el clima sin duda son llamados de atención sobre la critica situación.

Al ser consultado sobre qué acciones se pueden hacer, el meteorólogo afirma que el gran problema es la incapacidad de la sociedad para responder. “Los periodos más importantes de Argentina en el clima son del siglo pasado. De 1916 a 1950 y de 1950 a 2003. ¿Usted ha visto una acción dónde se hayan tomado medidas par que el cambio climático no impacte? Frente a la sequía, por ejemplo, sería factible mejorar la capacidad de embalse. Esto, provincias como San Juan y Mendoza lo han estado resolviendo con la creación de diques importantes. En Tucumán, la última obra hidráulica importante se realizó cuando tenía 16 años y hoy tengo 73”, reflexiona.

“Tucumán tiene un promedio de 1000 mm de agua, lo cual no significa que no tenga sequía. La mayor parte de las perdidas agropecuarias que hemos tenido en el este de la provincia, donde se estaba produciendo soja, han sido perdidas por sequías. Estamos hablando de que, en vez de llover 800 mm de pronto hemos tenido 400-500 mm”, subraya. Así, -enfatiza el especialista- la sociedad de cuyo es más previsora que en el norte, donde aparentemente “sobra” el agua.

Pos covid

Mucho se ha hablado sobre que la pandemia y el aislamiento han mejorado la situación ecológica del mundo. Si bien la ONU estimaba que las emisiones de gases de efecto invernadero caigan un 6% en 2020 debido a las restricciones de movilidad y las recesiones económicas, definen a esto como una mejora temporal y que una vez que la economía mundial empiece a recuperarse de la pandemia, se espera que las emisiones vuelvan a niveles mayores. En relación con el tema, Minetti explicó que es muy difícil confirmar si ha habido o no cambios: “a diferencia de la meteorología, cuando hablamos de climas hablamos de promedios: decadales, interdecadales, seculares”, enfatiza. Por esta razón, el especialista considera que habrá que esperar para saber con certeza cuánto ayudó o no la pandemia a revertir el cambio climático.

La ONU instó a los países a centrar la reconstrucción de sus economías con planes de recuperación para una economía limpia, verde, sana, segura y más resiliente. "La crisis actual es una oportunidad para llevar a cabo un cambio profundo y sistémico hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta", afirmó la organización.

Así, se invita a los países a realizar seis medidas favorables para el clima en la recuperación económica: una transición verde (inversiones que aceleren la descarbonización de la economía), empleos verdes y crecimiento sostenido e inclusivo, economía verde (que las sociedades y los pueblos sean más resilientes que no deje a nadie atrás), inversión en soluciones sostenibles (que los subsidios a los combustibles fósiles desaparezcan y los contaminadores paguen por la contaminación), afrontar los riesgos climáticos y cooperación.

(Producción periodística: Nicolás Sánchez Picón)

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