El agresor del docente debía ir a juicio por robo pero estaba en libertad

El agresor del docente debía ir a juicio por robo pero estaba en libertad

El fisiculturista fue asaltado mientras esperaba que le terminaran de lavar el auto. El dolor de los allegados de la víctima. Otra polémica.

MUY RESPETADO. Allegados del fisiculturista y docente Leonardo Mariani se lamentaron por lo sucedido.  MUY RESPETADO. Allegados del fisiculturista y docente Leonardo Mariani se lamentaron por lo sucedido.

Uno de los motochorros acusado de herir gravemente a un docente esperaba ser enjuiciado por un robo y, por falta de definición, se archivó la causa de lesiones que se le había iniciado en su contra. La mayoría de los acusados del crimen de Ana Dominé también esperaban afrontar un tribunal por varios hechos. Lo mismo sucedió con el acusado de la muerte de la enfermera Susana Mansilla. “No se puede creer lo que pasa en el país. Hasta ayer al mediodía todos estaban espantados con la muerte de esa mujer que fue arrastrada por un delincuente que debería haber estado preso. Pero aquí pasó lo mismo. Gracias a Dios no lo mataron”, dijo Julieta Ramírez, amiga de la víctima.

El docente y fisiculturista Leonardo Mariani (42 años) había viajado de Concepción a la capital a realizar unos trámites personales. Cerca del mediodía, decidió lavar su vehículo en uno de los lavaderos clandestinos que están ubicados en avenida Papa Francisco y French. Mientras aguardaba en ese lugar, dos jóvenes que se movilizaban en una motocicleta lo abordaron.

“Uno de estos infelices sacó un arma y lo amenazó para que le entregara el celular. El chango, que era bien ‘chasudo’ se resistió y comenzó a pelear. El otro delincuente le gritaba que le disparara. De pronto se escucharon dos disparos. El delincuente salió corriendo con la mano ensangrentada, y la víctima, tirada en el suelo quejándose del dolor”, indicó Mario Pedraza, lavacoches de la zona.

El jefe de la Unidad Regional Capital, Ricardo Fresneda, confirmó que el motochorro herido fue detenido por la gente que se encontraba en el lugar. “Luego llegó personal del servicio 911, que terminó reduciendo al acusado. En el lugar secuestramos el teléfono de la víctima y la pistola nueve milímetros utilizada en el ataque”, indicó el comisario.

Misterio

“Entre los changos lo queríamos matar al ‘vaguito’ ese. Estamos podridos de que nosotros nos rompamos el alma laburando para llevar algo de plata y ellos andan robando. Nos corren los clientes. No tienen códigos esas basuras. Estamos hartos de esta situación. Decí que vino la ‘cana’ porque lo matábamos en serio”, explicó Pablo Heredia, otro lavacoches. “Este es una plaga. Vive ‘metiendo caño’(asaltando); así vive para comprarse pilchas y droga. Con esto nadie querrá venir a lavar el auto”, agregó Braian Ramírez.

El acusado del hecho fue identificado como Matías Facundo Paliza (23). Como decía no recordar su número de documento, los investigadores no pudieron encontrar su planilla de antecedentes. Pero cuando fue llevado al Centro de Salud para atenderse de la lesión que había sufrido en su mano, sí aportó sus datos personales. Así pudieron establecer que tenía una causa por lesiones que había sido archivada por el paso del tiempo y una por robo simple, delito que es excarcelable.

Además, según fuentes policiales, entre 2017 y 2019 fue encerrado cuatro veces por contravenciones policiales. Todos sus arrestos se registraron en el ámbito de la seccional 1ª. Lo mismo ocurriría con su cómplice, que es buscado intensamente por la Policía.

Dolor

Mariani fue trasladado de urgencia al hospital Padilla, donde fue operado de urgencia. Por la tarde, los médicos les avisaron a sus parientes que su estado había dejado de ser crítico, pero que debían esperar su evolución, ya que había recibido una herida en el abdomen.

“Es un muchacho muy querido en el sur. No sólo por ser docente, sino por tener un gimnasio en el que organizaba muchísimas actividades. A ‘Leo’, como lo llamamos, lo conoce muchísima gente”, expresó Roberto, uno de los amigos que viajó del interior para acompañar a sus familiares.

Los parientes prefirieron no hacer declaraciones, pero sí lo hicieron sus allegados. “Hay dos cosas que me pregunto. ¿Dónde estaban los policías si esa es una zona roja? ¿Por qué el delincuente no estaba en la cárcel si es cierto que tenía tantos antecedentes? Esto no es culpa de la Policía ni de la Justicia. Es culpa de todos nuestros dirigentes que no hacen nada para resolver esta situación”, comentó Juan Carlos.

Su colega Luciana, con lágrimas en los ojos, opinó: “¿Cuántos hechos más tenemos que soportar para reaccionar? ‘Leo’ tuvo la dicha de contarla. Pero no le pasó lo mismo a esa pobre mujer de Buenos Aires. ¿Cuándo será el día que este país sea serio, en el que los laburantes no corran riesgo por querer lavar los autos y los delincuentes estén en la cárcel cumpliendo la pena que les corresponde?”

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