Son inmigrantes, tienen más de 70 años y no aparecen en los padrones para recibir la vacuna

Son inmigrantes, tienen más de 70 años y no aparecen en los padrones para recibir la vacuna

Se trata de extranjeros no nacionalizados que llegaron a Tucumán después de la Segunda Guerra Mundial.

 Sergio Ricciuti, vicecónsul honorario de Italia. Sergio Ricciuti, vicecónsul honorario de Italia.

Pantaleo tiene 84 años y vive en la Argentina desde los 17. Llegó a Tucumán el 21 de agosto de 1953 junto a su madre y tres hermanos. Su padre había conseguido trabajo dos años antes como carpintero ebanista en una empresa local. “La situación estaba muy complicada en Italia en ese momento”, rememora “Leo” Farano, como le dicen sus hijas y nietos en Tucuman.

Tiene buenos recuerdos de ese viaje en barco, del cual no olvida su nombre, porque tres años antes el mismo buque, había trasladado a la selección de fútbol italiana a Brasil para participar del mundial en 1950. “Se llamaba Sises y fue un viaje divino. Tardamos 21 días en llegar”, cuenta el italiano.

Los días posteriores, primero en Buenos Aires y luego en Tucumán fueron de sacrificio. Probar suerte, intentar, fracasar y volver a empezar varias veces.

En Tucumán Leo encontró el amor (dos veces, porque hace tres años se casó por segunda vez) y tuvo dos hijas. Se hizo de grandes amigos y dedicó sus mejores años a trabajar y crecer. Pero, nunca pensó en nacionalizarse. ¿Por qué?, le consultamos. “No hizo falta’’, dice. “Jamás trabajé para el Estado y al ser independiente podía seguir teniendo la ciudadanía italiana”.

Pantaleo vivió tanto, que la pandemia no lo asusta. Aunque remarca que le teme más a los políticos que al virus. Como él, cerca de 100 inmigrantes italianos, no naturalizados, esperan por un turno para ser vacunados contra el coronavirus. La misma situación se repite en el caso de ciudadanos españoles y otras colectividades.

La sorpresa llegó cuando quisieron inscribirse para recibir la vacuna y descubrieron que no figuraban en los padrones. Es que, según explican desde el consulado de Italia, los registros de vacunación que maneja el Siprosa se realizan en base a los últimos padrones electorales. Los inmigrantes que no cuentan con la nacionalidad argentina, no tienen derecho al voto, y por ahora, tampoco a la vacuna.

 Rivera López, vicecónsul de España en Tucumán. Rivera López, vicecónsul de España en Tucumán.

“Nos sentimos discriminados y pedimos al Gobierno que revise esta situación”, plantea Juan Antonio Rivera López, vicecónsul de España en la provincia. “No nos gustaría que esta franja de nuestra población sea excluida del sistema sanitario”, apunta.

En el mismo sentido, Sergio Ricciuti, vicecónsul honorario de Italia, presentó el último 3 de marzo una nota dirigida a la Ministra de Salud, Rossana Chahla, adjuntando una nómina de ciudadanos italianos no naturalizados, para que sean incluidos en los padrones y acceder así a un turno de vacunación. Hasta la fecha no han obtenido una respuesta. “En la nota presentada, he adjuntado mis datos de contacto y he ofrecido el consulado como sede para notificarlos formalmente”, explicó. En las próximas horas, insistirán en el pedido, esta vez con una carta enviada directamente al gobernador, Juan Manzur.

Ricciuti mencionó que ante el planteo, desde el Siprosa permitieron sumar a los ciudadanos extranjeros incorporando una pestaña que antes no existía, aunque muchas solicitudes figuran hasta la fecha como pendientes de verificación y no han sido convocados.

Rivera López, plantea que la situación debería ser tenida en cuenta porque se trata de hombres y mujeres que han trabajado, realizado sus aportes, y pagado sus impuestos como cualquier argentino. “No es lo mismo un extranjero que está de transeúnte en la provincia, a quien está radicado hace tantos años”, aclara el funcionario español.

Pedido conjunto

Pantaleo Farano, es uno de los casi cien inmigrantes italianos no naturalizados que radican en la provincia. Muchos de ellos esperan ser incluidos en los padrones para acceder a un turno de vacunación. Tienen más de 70 años y llegaron a Tucumán cuando tenían 17 o 18 años. Nunca se nacionalizaron argentinos, pero trabajaron en este suelo como tales.

Aunque hizo todos los trámites, Leo, espera que llegue su turno para recibir la vacuna contra el coronavirus. “Yo haré las cosas como corresponde y me quedaré esperando mi momento. Y si no llega nunca, entonces no me vacunaré. Hay quienes usan sus contactos para acceder más rápido. Yo no tengo miedo, seguiré cuidándome. Al fin y al cabo, los viejos somos los últimos”, reflexiona.

Esta semana, el cuerpo consular que está integrado por las representaciones de Italia, Francia, España, Croacia, Alemania y Brasil en Tucumán, realizarán una presentación conjunta para intentar que los residentes extranjeros mayores que viven en la provincia “tengan derecho a vacunarse”, explica Juan Antonio Rivera López, representante español.

Tucumán tiene en la actualidad cerca de 10.000 habitantes españoles, de ese total, 9.500 tienen doble ciudadanía y el resto solo la española. “Son quienes integran la población de riesgo porque tiene más de 70 años y han estado durante la pandemia sin salir de casa”, agrega Rivera López.

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