Un satélite para defender la Amazonia

Un satélite para defender la Amazonia

Un satélite para defender la Amazonia
02 Marzo 2021

El satélite Amazonia 1, el primero de estos dispositivos hecho totalmente en Brasil, fue lanzado desde India el domingo para realizar funciones de observación y monitorización de la deforestación en el pulmón verde del mundo.

El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) brasileño anunció el éxito de la primera parte de la puesta en órbita del equipamiento especializado creado en su planta en el interior de San Pablo, desde donde esta oficina se encarga del programa de vigilancia satelital de la Amazonia brasileña, para detectar y rastrear la deforestsación.

El Amazonia 1 será el tercer satélite en incorporarse al sistema de Detección de Deforestación en Tiempo Real (Deter), y tendrá entre sus funciones la observación y monitoreo de la devastación en esa región. “Ofrecerá imágenes para la monitorización ambiental y de la agricultura en todo el territorio brasileño. Servirá también para monitorizar la región litoral, detectar reservorios de agua y comprobar desastres ambientales, entre otras aplicaciones”, informó el INPE, que trabajó durante ocho años en el desarrollo del satélite nacional que pesa 637 kilos y tiene una longitud de 44,4 metros.

Su objetivo es generar imágenes del planeta cada cinco días. “Tiene la capacidad de emitir una significativa cantidad de datos de un mismo punto del planeta”, explicó el INPE. “Producción nacional, diseño nacional, uso nacional”, celebró el ministro de Ciencia y Tecnología, Marcos Pontes, en Facebook, en la víspera del lanzamiento.

La selva amazónica brasileña perdió 8.426 kilómetros cuadrados en 2020 a causa de la deforestación, según diversas estimaciones de distintos grupos privados. Aunque fue el 8% inferior a lo registrado el año anterior, la cifra continúa siendo extremadamente preocupante para los especialistas, que cuestionan la política ambiental del presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro.

La superficie deforestada el año pasado es cinco veces superior a la de la ciudad de San Pablo, la mayor de América Latina, según los datos totalizados por el INPE, basados en observaciones satelitales.

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