Instalaciones de una milicia iraquí bombardeó EE.UU.

Instalaciones de una milicia iraquí bombardeó EE.UU.

El ataque aéreo dejó como saldo 22 combatientes muertos.

LISTO PARA DESPEGAR. Un Lancer B-1B de la Fuerza Aérea de EE.UU.: tiró bombas en puntos estratégicos. reuters LISTO PARA DESPEGAR. Un Lancer B-1B de la Fuerza Aérea de EE.UU.: tiró bombas en puntos estratégicos. reuters
27 Febrero 2021

Un ataque aéreo de Estados Unidos contra instalaciones de una milicia iraquí apoyada por Irán dejó al menos 22 combatientes muertos en una zona del noreste de Siria fronteriza con Irak, informaron activistas y el Pentágono, en la primera acción militar del gobierno de Joe Biden y a días de una histórica visita del papa Francisco a Irak.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos dijo la noche del jueves que había llevado a cabo ataques aéreos en un punto de control fronterizo entre Siria e Irak usado por esos grupos, destruyendo “múltiples instalaciones”.

La organización Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) dijo que 22 personas murieron luego de que el ataque destruyera tres camiones cargados con municiones provenientes de Irak, cerca de la ciudad de Bukamal, en el noreste de Siria. Todos los muertos pertenecían a la fuerza de Hashed al-Shaabi, patrocinada por Irak y que agrupa a diversas milicias pequeñas que tienen vínculos con Irán, agregó el OSDH, citado por la agencia de noticias AFP.

El ataque del jueves, la primera acción militar ordenada por Biden, llegó después de tres ataques con cohetes contra instalaciones situadas en Irak y que son utilizadas por las fuerzas estadounidenses y de la coalición que asesoran y entrenan a tropas iraquíes que combaten al grupo islamista radical Estado Islámico (EI).

Uno de esos ataques, a un complejo militar en Erbil, la capital de la región kurda, el 15 de febrero, mató a un civil y a un contratista extranjero que trabajaba con las fuerzas de la coalición y en él resultaron heridos varios contratistas estadounidenses y un soldado.

El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijo estar “confiado” en que los bombardeos golpearon “a los mismos milicianos chiitas que cometieron los ataques” del 15 de febrero, en declaraciones a periodistas. Austin dijo que recomendó a Biden emprender la acción. “Dijimos varias veces que íbamos a responder a nuestros tiempos. Queríamos estar seguros de la conexión y queríamos estar seguros de que eran los blancos correctos”, agregó.

Mensaje inequívoco

Más temprano, el vocero del Pentágono, John Kirby, dijo que la acción había sido una “respuesta militar proporcionada” que se había adoptado junto con medidas diplomáticas, incluyendo consultas con los socios de la coalición de fuerzas extranjeras en Irak. “La operación envía un mensaje inequívoco: el presidente Biden actuará para proteger al personal estadounidense y de la coalición”, dijo Kirby en un comunicado.

Agregó que el objetivo era un punto de control fronterizo utilizado por grupos armados iraquíes respaldados por Irán, incluidos Kataeb Hezbollah y Kataeb Sayyid al-Shuhada, que forman parte de Hashed al-Shaabi.

Los ataques en Irak llevados a cabo por grupos que operan bajo la dirección de Irán supusieron un desafío para la nueva administración de Biden, en un momento que abre la puerta a reanudar las negociaciones con Teherán sobre su programa nuclear.

La creciente violencia entre Estados Unidos y esas milicias en Irak llega a una semana de la llegada del papa Francisco, en el primer viaje de un Pontífice al país árabe. El gobierno estadounidense dice que quiere restablecer el acuerdo de 2015, del que el expresidente Donald Trump salió en 2018, y que tiene como objetivo congelar las aspiraciones nucleares de Irán.

Pero Washington también considera a Teherán como una amenaza continua para la seguridad en Medio Oriente y sostiene que no tolerará "actividades malignas" llevadas a cabo por la República Islámica.

Estados Unidos sospecha que Irán está buscando una oportunidad para vengar el asesinato por fuerzas norteamericanas del general Qasem Soleimani, un año atrás.

Soleimani, un alto oficial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán, fue el enlace clave de Teherán con los grupos y personalidades aliados en Irak, Siria, Líbano y otras partes de la región.

Murió en un ataque con aviones no tripulados estadounidenses justo cuando llegaba a Bagdad para reunirse con los principales funcionarios iraquíes. En el mismo bombardeo falleció el líder de Hashed al-Shaabi, Abu Mahdi al-Muhandis. (Télam)

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