De cuatro idiomas que se hablaron en Tucumán, tres se extinguieron

De cuatro idiomas que se hablaron en Tucumán, tres se extinguieron

Sólo el quichua queda como una lengua viva a la que es necesario defender, divulgar y enseñar, destaca la especialista Lelia Albarracín.

LOS LULES. Hablaban su propia lengua, de la que quedó un libro (“Arte y Vocabulario”) escrito por el padre Antonio Machoni. LOS LULES. Hablaban su propia lengua, de la que quedó un libro (“Arte y Vocabulario”) escrito por el padre Antonio Machoni.

Tres de los cuatro idiomas que se hablaron en Tucumán y en su zona de influencia -el lule, el tonokoté y el kakán- forman parte del triste e inexorable registro de las lenguas extintas. Sólo queda el quichua, de cuya enseñanza, divulgación y defensa se ocupan especialistas como Lelia Albarracín. El Día Internacional de la Lengua Materna tiene un sentido celebratorio, pero también implica el doloroso registro de esos vectores culturales que se esfumaron a medida que la historia fue haciendo de las suyas. La pasión por el estudio de los idiomas se resume en un dato: Albarracín es profesora de Francés y de Lingüística Quichua. A este tema le dedicó gran parte de su actividad docente y académica, traducida en numerosos libros, artículos y ponencias. Hablar de estas cuestiones la moviliza.

- ¿Cuántas lenguas llegaron a hablarse en Tucumán y su zona de influencia? ¿Cuántas se perdieron y cuántas subsisten?

- Como sabemos, el Tucumán de la conquista ocupaba un territorio mucho más extenso que el de la actual provincia, por ello y con la advertencia de que los límites de una lengua no guardan relación necesariamente con límites geográficos, podríamos decir que en el actual territorio provincial se hablaron:

1) La lengua lule, de la cual hay un “Arte y Vocabulario de la Lengua Lule y Tonocoté”, del padre Antonio Machoni (1732).

2) La lengua tonokoté, de la cual en rigor no hay ningún material, ya que la mayoría de los lingüistas especializados ponen en duda que ambas lenguas sean idénticas como propuso Machoni.

3) El kakán. Los últimos datos sobre hablantes de esta lengua corresponden a los comienzos del siglo XVIII, por lo que se la considera extinta desde hace casi 300 años. No ha llegado hasta nuestros días ningún vocabulario de esta lengua, ni mucho menos una gramática o textos. Lo único que se dispone es una lista de probables morfos, sin que en ella sea posible deslindar ni siquiera si se trata de morfemas libres o ligados, y tampoco es posible determinar con certeza si todos esos componentes pertenecieron al kakán o si algunos corresponden en realidad a otras lenguas ya extinguidas y de las que ni noticias tenemos.

4) Por último cabe mencionar al quichua, lengua que aparece mayoritariamente en la toponimia provincial indígena, ya que un 72% de los topónimos tiene su origen en ella.

- Seguramente hay historias referidas a estas lenguas que sirven como ilustración.

- Respecto del quichua, un dato muy interesante es el encuentro en 1543 entre el Capitán Diego de Rojas y un cacique de nombre quichua, Canamico, el que era llevado en andas a la usanza de los incas, por tener cortada una pierna, según testimonio de Diego Fernández. Según Gutiérrez de Santa Clara (1573), Rojas habló con Canamico por medio de un intérprete, indio natural del Perú, lo cual es una evidencia más de la antigüedad de la presencia del quichua en la región. Respecto del kakán hemos tenido acceso a publicaciones muy recientes que dan cuenta de un intento de rescate a partir de datos obtenidos en la zona de Talapaso. Por tratarse de textos de divulgación y no de estudios científicos, por el momento no es posible emitir una opinión al respecto.

- ¿Cuál es la forma más apropiada de defender una lengua?

- Las lenguas maternas se defienden promoviendo su uso oral, es decir, hablándolas, transmitiéndolas de generación en generación. Hay que hablarlas en la casa, en la escuela, en las fiestas, en las misas, en las tareas comunitarias, pero también en las asambleas campesinas, puesto que en la lucha colectiva florece también la palabra materna. Esto no significa desconocer la importancia de la lengua escrita y del rol de la enseñanza intercultural bilingüe, elementos que coadyuvan a la preservación de una lengua.

- ¿Cuáles son los motivos por los que llega a perderse una lengua?

- Los factores que contribuyen son de origen muy diverso: demográficos (emigración, etnocidio, etc.), físicos (destrucción del medio ambiente), sociales (producto de un capitalismo deshumanizado), culturales (el racismo, la xenofobia, etc.). Y así podríamos hacer una lista más extensa. Sin embargo, todos estos factores confluyen en algún momento en un único punto: la pérdida de la transmisión intergeneracional de la lengua, es decir, cuando los padres y abuelos dejan de enseñar la lengua materna a los más pequeños. A medida que van desapareciendo los hablantes naturales, la lengua se va extinguiendo y, cuando muere el último hablante, la lengua  pasa a ser una lengua muerta.

- Cuando hablamos de lengua materna lo asociamos con el español y no -por ejemplo- con el quichua. ¿A qué se debe? ¿Y cómo puede revertirse esto?

- Este fenómeno encuentra su explicación en el desconocimiento de nuestros profesionales de las carreras de idiomas de la relación que existe entre ciertas características del español regional y el contacto secular que tuvo (y sigue teniendo) con la lengua quichua. Cuando hablamos de procesos de transferencias lingüísticas entre ambas lenguas por lo general se cree que estos se reducen a préstamos léxicos, cuando en realidad hay casos muy interesantes del habla tucumana (y del NOA) que sólo pueden explicarse mediante la lingüística de contacto. He puesto a disposición de la comunidad un capítulo de un libro de mi autoría en donde detallo todos estos procesos, el link es: https://www.academia.edu/35558465/La_Quichua_Volumen_3_Capitulo_11_Lenguas_en_contacto

- ¿Cuál es la situación hoy en Tucumán y en el resto del NOA? ¿Se está trabajando para preservar esos idiomas?

- El intento más serio de preservar la lengua quichua lo constituye la Tecnicatura Superior Universitaria en Educación Intercultural Bilingüe con mención en Lengua Quichua, de la Universidad Nacional de Santiago del Estero. Es fruto de un proyecto de mi autoría, por el cual se creó la primera carrera universitaria de nuestro país con relación a una lengua indígena. Justo es reconocer que este proyecto surge de una experiencia previa de casi una década, de enseñanza de la lengua en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT. Lamentablemente, en la UNT no hubo la voluntad política de implementar una asignatura de lingüística quechua, tan necesaria para el estudio del español regional. En el resto de las provincias del NOA, particularmente Salta, se trabaja arduamente en consolidar profesorados y diplomaturas sobre lenguas indígenas.

- ¿En qué medida sirve incluir lenguas como el quichua en la currícula escolar? ¿Ayudaría a cambiar por completo la situación?

- Se sabe que el aprendizaje y conocimiento de una segunda lengua es altamente beneficiosa para nuestros niños y jóvenes. La pregunta que podemos hacernos es: ¿por qué esa lengua tiene que ser únicamente una lengua indoeuropea y no una lengua amerindia? Privilegiamos a las lenguas de élite como el inglés, el francés, el portugués, y despreciamos a las lenguas autóctonas como el quichua, el wichí, el qom, el mapuche. Cuando los alumnos descubren cómo es el funcionamiento de algunas de estas lenguas quedan maravillados de su complejidad y en general su reflexión es “ahora le entiendo mejor al castellano”. La inclusión de una lengua indígena en la currícula escolar no es sólo un gesto reivindicativo, es abrir una puerta al diálogo intercultural en donde nuestros alumnos aprendan a respetar y valorar las diferencias culturales y a afianzar la propia identidad.

- ¿En qué medida afecta una situación excepcional, como es una pandemia, el uso del lenguaje?

- Creo que habría que separar dos aspectos con relación a este tema. Por un lado, está el idioma mayoritario o hegemónico cuyos hablantes tienen en términos generales mayor acceso a los sistemas de comunicación e información. El uso de las redes sociales para difundir todo tipo de mensajes ha generado la aparición de numerosos términos que eran desconocidos o que tenían muy poca difusión antes de la cuarentena e incluso la apropiación de términos que se generaron en otros países, sean o no hispanoparlantes. Cuán efímeros son algunos términos lo sabremos cuando todo haya vuelto a la normalidad. También cabe señalar el notable impulso del lenguaje inclusivo que logró instalarse en sectores significativos de la sociedad.

- Y por otro lado...

- Tenemos a las lenguas minoritarias y minorizadas que se han visto afectadas de diversas maneras, no siempre negativamente y sobre las cuales no se dispone aún de estudios y relevamientos en tal dirección. Un aspecto positivo que podría imaginarse es que los niños bilingües han permanecido mayor tiempo con sus padres y abuelos debido a la cuarentena y ese contacto más prolongado con la lengua materna puede haber resultado favorable. Pero hay regiones en donde estaban en curso experiencias muy avanzadas de educación intercultural bilingüe que de pronto se vieron interrumpidas debido a la cuarentena y esto, indudablemente, resulta perjudicial. Además, aún no se dispone de información estadística sobre el número de hablantes monolingües o bilingües de lenguas indígenas que han fallecido como consecuencia del covid o del deterioro de las ya paupérrimas condiciones sanitarias.

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