Un barman tucumano salió campeón en un torneo nacional

Un barman tucumano salió campeón en un torneo nacional

Federico Torazza, de 23 años, fue hasta Entre Ríos a participar de una competencia de bartenders y terminó en el primer lugar.

DE LA PREPARACIÓN A LA VICTORIA. Federico Torazza, con el primer premio ya en sus manos.   DE LA PREPARACIÓN A LA VICTORIA. Federico Torazza, con el primer premio ya en sus manos.

La coctelería tucumana terminó en lo más alto en una competencia a nivel nacional, gracias Federico Torazza, un joven bartender local que fue hasta Entre Ríos para participar de un torneo y terminó primero.

Fede se recibió de barman hace sólo un año y medio y, en su experiencia debut en competencia, recibió la medalla de campeón. “Nunca esperé ganar mi primer torneo. Es más, estaba casi seguro que no me iba a ir bien por los nervios, por ser la primera vez, por estar lejos de casa, y todo eso”, dijo el joven de 23 años a LA GACETA.

El certamen consiste en siete jueces que evalúan todos los aspectos de la preparación de un trago, por lo que los competidores debían cuidarse hasta del más mínimo detalle: controlaron el aroma, el color, el sabor, la presentación, cómo se desenvolvió cada competidor, la historia detrás de cada trago y el nombre del cóctel; incluso, había un “juez de técnica”, encargado de controlar la manera de trabajar, la elegancia, los pasos que se siguieron y hasta si derramaban alguna gota. “Competían bartenders muy reconocidos de Argentina, que son muy buenos, muy importantes en la escena de la coctelería y con mucha presencia”, afirmó.

“Fui con muchas expectativas de conocer gente, de sentirme cómodo, no esperaba ganar. Obvio que siempre están las ganas de ser el mejor, pero fui con más interés de competir conmigo mismo, de mostrar que puedo pararme en un torneo, que estoy capacitado”, sostuvo.

DEBUT Y VICTORIA. Primera competencia para el bartender de 23 años. sd DEBUT Y VICTORIA. Primera competencia para el bartender de 23 años. sd

Para Fede, entonces, no fue la victoria lo más importante que trajo desde Entre Ríos: “mi mayor premio fue conocer a la gente del lugar, hacer amigos y haber tenido una experiencia enorme”. “Había mucha gente que compite y es muy buena en lo que hace, así que fue una muy linda sorpresa cuando dijeron mi nombre”, contó entre risas.

Entrenamiento

Es necesario trabajar y esforzarse para ganar una competencia de este tipo, y Fede no esquivó ese sacrificio. Comenzó a entrenar hace algunos meses, cuando su participación ni siquiera estaba confirmada.

“El entrenamiento fuerte empezó tres semanas antes. Fue un trabajo de mucho tiempo, tanto física como mentalmente porque hay que entrenar la cabeza también, estar concentrado, memorizar los pasos y agregarle siempre un toque personal, tu impronta”, aseguró.

Además, el bartender contó con el apoyo y la ayuda de dos expertos en la materia: Rodrigo Ávila, de la Escuela de Cantineros, y Juan Carlos Colo Agüera, barman tucumano reconocido a nivel mundial por las estatuillas que ganó. “Fue una ayuda enorme, mi triunfo es dedicado a ellos, lo único que esperaba es que estén orgullosos y sientan a gusto con lo que pude lograr. Son personas increíbles que me entrenaron, me hicieron conocer cuál es la técnica correcta, cómo se agarra una copa, una coctelera y me permitieron imponer mi estilo dentro de lo que me enseñaron”, describió.

El cóctel perfecto

Para encontrar los sabores, colores y aromas indicados, debió probar con diferentes fórmulas hasta que finalmente dio con la acertada, tanto según su opinión como la evaluación de los jueces.

“Mi cóctel tenía un whisky irlandés; Golden age apricot brandy, que es un licor con base de damasco y vino brandy; un almíbar casero de manzana roja y una reducción de vino torrontés con ananá y pepino. La reducción consiste en evaporar el alcohol del vino y que queden los sabores junto con los agregados para fusionarlo todo en una sola bebida para que haga una explosión de sabores en la boca. Por último, para realzar sabores y aportar un poco de acidez, le agregué un jugo de lima”, explicó el barman.

“La vuelta a Tucumán fue larga, como 12 o 14 horas de viaje. Pero cuando llegué me recibieron de 10; mi familia estaba súper contenta, tampoco esperaba el resultado porque fui más por la experiencia que por el lugar que iba a ocupar y todos lo sabían. El resto de los bartenders de la provincia y mis amigos también se pusieron contentos, me tratan de campeón, ja”, finalizó el joven, que ahora espera mejorar y ganar más títulos en el futuro.

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