Académicas del norte: 12 talentos femeninos

Académicas del norte: 12 talentos femeninos

La Academia del NOA trabaja con 10 tucumanas y dos riojanas en el alto rendimiento.

LAS 12. Mayra Aguilar, Gimena Mattus, Andrea Moreno, Ángela Juárez, Florencia Moreno, Luciana Argañaraz, Azul Medina, Emilia Ortega, Giuliana Agüero, Agostina Campos Ruiz, Abril Romero y Jacqueline Corzo foto gentileza Florencia Moreno LAS 12. Mayra Aguilar, Gimena Mattus, Andrea Moreno, Ángela Juárez, Florencia Moreno, Luciana Argañaraz, Azul Medina, Emilia Ortega, Giuliana Agüero, Agostina Campos Ruiz, Abril Romero y Jacqueline Corzo foto gentileza Florencia Moreno

La entrada de la UAR al mundo del profesionalismo, hace ya más de una década, marcó un antes y un después en la historia del rugby argentino. Para abrir esa puerta, fue necesaria una llave imprescindible: la planificación. Hasta ese momento, el prestigio argentino se apoyaba exclusivamente en el buen trabajo de los clubes en la formación de talentos y en el orgullo propio del deportista amateur que sueña con vestir la camiseta del seleccionado. Sin embargo, eso dejó de alcanzar para competir de igual a igual contra los mejores, por lo que se hizo necesario tener un plan. Ordenar, metodizar. La forma visible de ese plan fueron los Pladares, que desde hace un par de años comenzaron a llamarse Academias para englobar no sólo su finalidad de ser factorías de jugadores y jugadoras de alto rendimiento, sino también la de derramar conocimiento por medio de capacitaciones que sirvan a los clubes.

Con el auge del rugby femenino, el número de jugadoras “académicas” fue en aumento cada año, al punto de que en enero de 2021 la Academia NOA comenzó los trabajos con un cifra récord de 12 chicas, siendo una de las más numerosas del país.

DEL SUR. Andrea Moreno y Ángela Juárez, dos de las cuatro jugadoras de Alberdi Rugby en la Academia.  DEL SUR. Andrea Moreno y Ángela Juárez, dos de las cuatro jugadoras de Alberdi Rugby en la Academia.

Ellas son: Florencia Moreno, Mayra Aguilar, Agostina Campos Ruiz, Andrea Moreno, María Emilia Ortega, Gimena Mattus, Jacqueline Corzo, Giuliana Agüero, Azul Medina, Abril Romero, Luciana Argañaraz y Ángela Juárez. “El hecho de que ahora sean 12 facilita el trabajo del rugby. Al ser más jugadoras, pueden hacer una mayor variedad de ejercicios y competir entre ellas, sin necesidad de algunos varones. Por eso también se decidió aumentar el número de mujeres por Academia”, destacó Álvaro Galindo, manager de la Academia NOA.

Que haya más jugadoras involucradas en esta factoría de jugadoras convocables para el seleccionado argentino es una muy buena noticia, considerando los ajustes que viene implementando la UAR debido a la fuerte reducción de su presupuesto tras la salida de Jaguares del Súper Rugby por la pandemia y la baja de algunos patrocinadores. “Las Academias no van a sufrir reducciones en su funcionamiento. No se ha bajado el número de jugadores y jugadoras, y aunque estamos reestructurando algunos aspectos del staff, se les brindará lo mismo dentro de las posibilidades que nos da esta situación. Donde se verá resentido es en la cantidad de partidos o de concentraciones nacionales. Probablemente se reemplacen por trials o concentraciones regionales, y sean los entrenadores del seleccionado los que viajen a las provincias para ver a las chicas en competencia”, explicó el ex tercera línea de Los Pumas.

Si bien se han ido flexibilizando algunos aspectos del entrenamiento, aún siguen bajo ciertas limitaciones propias de la pandemia, como a lo largo de todo 2020. “La metodología es la misma que la de los varones, aunque se trabaja en diferentes turnos para respetar el distanciamiento. Como eso nos impide avanzar mucho con la parte rugbística, aprovechamos para enfocarnos en el desarrollo del físico de las chicas, tanto en el campo como en el gimnasio”, indicó el de Universitario.

Privilegio y esfuerzo

Para formar parte de la Academia, es necesario ser mayor de 18 años. Este año subieron cuatro chicas que venían destacándose en juveniles desde hace tiempo: Luciana Argañaraz y Ángela Juárez desde Alberdi, Azul Medina (capitana de las Naranjitas campeonas del Seven de la República 2019) y Abril Romero, la primera “académica” de Liceo. “Estoy muy feliz de poder representar a mi club. Dar este paso enorme es algo increíble y poder aprender de las chicas es algo maravilloso, es un privilegio. Me llevo muy bien con ellas. Mi objetivo es ir superándome día a día un poquito más”, resumió Abril. Para ella y las otras tres, es el primer año. Para Florencia, Agostina y Mayra, las más experimentadas, es el octavo (están desde 2014). Y las únicas no tucumanas son las riojanas Gimena Mattus (capitana de Las Pumas en el último Valentín Martínez) y Jacqueline Corzo, que juegan en La Querencia y Aguará Guazú respectivamente.

El privilegio de estar en la Academia demanda un gran esfuerzo. Varias de ellas viven en el interior y deben levantarse muy temprano para llegar a las prácticas matutinas en Los Tarcos. Además, entre los entrenamientos propios de la Academia (entre tres y cuatro veces por semana), los del Centro de Rugby (los miércoles) y los de sus respectivos clubes, le dedican muchas horas de la semana al rugby, además del estudio o trabajo. Y eso que aún no hay competencia. Pero la habrá. Mientras se define cuándo vuelve la actividad local, las chicas de la Academia tienen su próximo gran objetivo: estar entre las Pumas que disputarán el repechaje para los Juegos Olímpicos de Tokio, que se jugará entre el 19 y el 20 de junio en Mónaco.

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