Hojeando el Diario: Sarah Carrera, una vida dedicada a la música

Hojeando el Diario: Sarah Carrera, una vida dedicada a la música

Fue la primera intérprete musical en actuar en radio en 1923. Dirigió la Filarmónica por décadas.

PIANISTA. La artista fue clave para la historia de la música de nuestra provincia tanto en su faceta docente como interpretativa. PIANISTA. La artista fue clave para la historia de la música de nuestra provincia tanto en su faceta docente como interpretativa.

La pianista se acercó al instrumento se sentó en la banqueta dispuesta como siempre sacar lo mejor de sí como del piano. Quizás estuviera nerviosa, quizás sus pensamientos corrieran de una lado al otro de la partitura prevista para la ocasión. La actuación que estaba por realizar no era similar a las precedentes. En el lugar no había público presente como era costumbre en estas circunstancias. Pero la actuación si iba a ser única e irrepetible. Llegó el momento y la mujer comenzó a tocar el piano, de sus teclas comenzaron a salir los armónicos sonidos de uno de los Preludios de Federico Chopin para continuar con un Vals de Johannes Brahms. Ese momento, que fue y será irrepetible, fue vivido por la pianista tucumana Sarah Carreras y ocurrió pasadas las 22 del domingo primero de septiembre de 1923. La profesora tuvo el honor de ser la primera intérprete musical de nuestra provincia cuya actuación fue transmitida por radio en esta provincia y en esta zona del país. Ella actuó tras las palabras iniciales del director de la Sociedad Sarmiento, Juan Heller quien destacó la trascendencia del momento al ponerse en marcha las transmisiones radiales públicas que podían ser escuchadas por cualquier persona que tuviera el receptor correspondiente. No sabemos cuántos tuvieron el honor de hacerlo ya que no hay ninguna indicación sobre la cantidad de receptores que había entonces. Pero estimamos que la interprete debe haberse sentido plena de dejar su huella en la historia de la radiofonía tucumana.

Hablar de la profesora Carreras es hablar de una pianista trascendental para nuestra provincia. Además de ser una figura clave para el funcionamiento de la Filarmónica de Tucumán a lo largo de décadas.

En Buenos Aires

Desde muy niña inició sus estudios musicales. Tras varios años de esfuerzo y estudio se trasladó a Buenos Aires donde recibió su diploma de profesora elemental de piano en el conservatorio Thiebaut Piazzini.

A su regreso siguió sus estudios en la Academia de Bellas Artes de la provincia bajo la dirección del maestro Luis Lorenzi, de donde egresó como profesora superior de piano con las más altas calificaciones el 27 de noviembre de 1913.

Apenas tres meses después, en marzo de 1914, obtiene por concurso la cátedra de profesora elemental de la Academia, cargo que ejerció alrededor de cuatro décadas.

TEATRO BELGRANO. Fue uno de los escenarios usados por Carrera.  TEATRO BELGRANO. Fue uno de los escenarios usados por Carrera.

En 1919 obtuvo una beca y el apoyo del gobierno provincial para perfeccionarse en Europa. Allí realizó estudios en Alemania, Dinamarca, Francia e Inglaterra. En Copenhage estudió con Anders Bachlew.

En París estudió con Lazare Lévy, un gran pianista y pedagogo musical, y Robert Lortat, un reconocido pianista francés amigo de Gabriel Fauré. Además asistió a los cursos del maestro Alfredo Cortot en la Escuela Normal de Música de París.

Tras sus estudios europeos, regresó a la provincia en 1921 y dio un recordado recital en el teatro Alberdi donde interpretó obras de Beethoven, Debussy, Chopin y Bachlew, con quien había estudiado recientemente. Carreras prosiguió su tarea docente e interpretativa por muchos años más.

Extensa carrera

Es una de las figuras básica de la cultura musical de Tucumán. En todas sus facetas hizo aportes inestimables a lo largo de su extensa carrera de más de medio siglo.

Su trayectoria estuvo muy ligada a la Filarmónica, entidad pionera en el impulso de la música, y en cuya fundación el 25 de abril de 1929 participó activamente. El presidente fundacional fue el maestro Carlos Olivares, luego le siguieron los doctores Luciano Irrazábal y Prudencio Santillán. Tras ellos, Carreras se hizo cargo de la presidencia en 1938 y por cinco períodos consecutivos. Alrededor de 35 años de tarea como eje y base de la institución definieron la solidez de su presencia en el ambiente musical de la provincia. Desde ese lugar pudo trabar amistas y relación con figuras de talla mundial como Claudio Arrau, Andres Segovia, Wilhelm Backhaussm Friedrich Gulda, Witold Malcuzynsky, Brian Janis, Marisa Regules , Zino Franncescatti, Henryk Szeryng, Ruggiero Ricci, Irina Gramova, Alberto Lysy, Edmund Kurtz, entre otros intérpretes.

Volviendo a la presentación radial de 1923, Carreras también se presentó con quienes luego conformaría el “Trío Olivares”, el violonchelista Carlos Olivares, que como vimos fue el primer presidente de la Filarmónica y el violinista Heraclio Vivié. Además fue parte del “Trío de la Filarmónica” junto a la violinista Elsa Stagnetto y el violoncelista Mario Cognato (hijo).

Bajo su impulso, primero desde el demolido teatro Belgrano y luego desde el San Martín, desfilaron grupos instrumentales y corales de la mayor envergadura mundial mientras que las temporadas también se ocuparon de figuras nacionales y provinciales de renombre. Fue tan dedicada a su función al frente de la entidad que con justicia por entonces se la conocía como “la institución de Sarah Carreras”. Esta total dedicación no fue inconveniente para proseguir con sus otras pasiones; que eran tocar el piano, contribución clave para el desarrollo musical de la provincia, y la docencia que desarrolló en la Academia de Bellas Artes.

Era una admiradora de la interpretación del pianista polaco Witold Malcuzynsky quien comenzó su carrera internacional en 1939 cuando los nazis ocupan Polonia y él está en París. Tras la capitulación de Francia se traslada a Portugal, después a nuestro país y luego a Estados Unidos.

Según el relato de Roberto Espinosa, ella fue una de las personas que colmaron el salón de la Sarmiento cuando actuó en 1931 Arturo Rubistein en nuestra provincia. El público presente pudo admirar la capacidad interpretativa del pianista nacido en Polonia.

En su faceta docente Carreras tuvo decena de alumnos y una de las más destacadas fue Leda Valladares, quien era hija del escribano y poeta Delfín Valladares quien también protagonizó aquella primera transmisión radial de 1923 leyendo uno de sus poemas.

Problemas de salud en los últimos años de su vida la llevaron a trasladarse a Buenos Aires. Su fallecimiento se produjo en la localidad bonaerense de San Justo en agosto de 1976 a los 85 años. Había nacido en nuestra provincia en 1891.

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