“Molestan a los que gobiernan”

DIAGNÓSTICO. Al final, es una pulseada entre Gobierno y oposición.   DIAGNÓSTICO. Al final, es una pulseada entre Gobierno y oposición.
18 Enero 2021

Luciana Ahumada Tarulli

Politóloga - Docente de la Unsta

Friedritch Nietzsche considera que las situaciones pasadas presentes y futuras se presentan una y otra vez, es decir, todo lo que ha ocurrido parece ocurrir y esto parece suceder con las PASO, y con los cuestionamientos que se les formulan.

Las PASO fueron puestas en vigencia en 2009 con la idea de ordenar, fortalecer y democratizar los partidos políticos tan debilitados. La instalación de este mecanismo pretendía aumentar la participación ciudadana en el proceso electoral y, también, dotar de mayor transparencia este sistema, para así robustecer nuestra baja calidad democrática.

Sin embargo, desde su puesta en vigencia hasta nuestros días han surgido diversas objeciones en torno de su necesidad, de su utilidad y de su eficiencia. A fuerza de ser sintética, la única constante que se ha mantenido es la idea de que cuando se “es” gobierno, las PASO parecen algo incómodo. Entonces aparecen todos los argumentos vinculados con que son costosas e eficientes, cualquiera sea la bandera política.

De igual manera, cuando se “es” oposición, las PASO aparecen como una oportunidad que tienen los partidos opositores para generar alianzas electorales competitivas. Es decir, durante estos 12 años de vigencia, las PASO han buscado ser eliminadas por los gobiernos y han logrado ser defendidas por las oposiciones, pertenezcan a Juntos por el Cambio o pertenezcan al Frente de Todos. Lo cual, me lleva a decir que muchas de las posturas que desde la política han cuestionado este mecanismo tienen que ver más con una manipulación especulativa del valor de estos mecanismos electorales.

En particular, se las denomine como se las denomine, considero que lo importante sería centrarnos en las herramientas a utilizar para lograr que los procesos electorales sean más transparentes y motiven la participación de los ciudadanos. Ese debe ser el norte a partir del cual introducir cambios, variantes y reformas en el sistema. Debemos trabajar en modificaciones estructurales del sistema electoral y no quedarnos con cambios coyunturales que buscan los oficialismos para mantenerse en el poder y las oposiciones para disputarlo. No bastan parches o ni atados con alambres para mantener firme a nuestro tan golpeado sistema democrático. Si hay que eliminar las PASO, ¿que otro mecanismo vamos a poner en vigencia? ¿O vamos a trabajar en mejorarlas como herramienta? Claro está que nuestro sistema electoral no es perfecto, pero sí es perfectible.

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