Reyes Magos: “¿Te portaste bien?”, la pregunta que limita regalos y genera ansiedad en los niños

Reyes Magos: “¿Te portaste bien?”, la pregunta que limita regalos y genera ansiedad en los niños

Los chantajes para recibir obsequios en las fiestas tienen un efecto negativo en la psiquis y en el desarrollo emocional de los niños.

CANTIDAD. La sobrecarga de regalos para Reyes puede generar que los niños sientan aburrimiento y pierdan rápido su capacidad de atención. CANTIDAD. La sobrecarga de regalos para Reyes puede generar que los niños sientan aburrimiento y pierdan rápido su capacidad de atención.

Es oficial: hasta abril quedamos liberados del maratón festivo y el achaque a la billetera con los regalos de Navidad, Año Nuevo y Día de Reyes. Celebrar junto a la familia es un momento único, pero en ocasiones caemos en lugares comunes que tienen consecuencias a largo plazo. Esta vez no se trata de las calorías ingeridas, sino de una célebre frase que les repetimos a nuestros hijos.

La escena arranca al ver la lista de regalos que pidieron para el 6 de enero. Algo cansados y tras un leve análisis de la misiva soltamos un “¿Y vos creés que te portaste bien? ¿Vas a ser bueno este año?”. Puede que llegue entonces un atisbo de duda por parte de los más pequeños o una afirmación concienzuda, pero se aprovecha la oportunidad para la estocada final del mensaje: “Acordate que Santa y los Reyes Magos saben y ven todo lo que hacés y decís”.

A simple vista resulta un “chantaje” inocente, y aun así es capaz de producir mucha ansiedad en los niños y afectar su estima y autopercepción. “Sin pensarlo, creamos en los pequeños un parámetro de causa y efecto en el que seguir las normas los conduce a un beneficio material. Durante lo que dura este 'juego fantástico' les enseñamos a nuestros hijos a obedecer en función del miedo o la tentativa de no recibir regalos. De este modo, sus esfuerzos por cambiar de hábitos duran hasta que concluyen las fiestas sin un enraizamiento auténtico de valores”, explica la psicóloga infantil Flavia Carmona.

Además, la especialista advierte que convertir a Gaspar, Melchor y Baltasar en un “gran hermano” (que además de alimentar camellos chequean el consumo de vegetales y el rendimiento académico) limita el propio criterio para discernir las acciones.

“Las amenazas blandas de este tipo centran su parámetro en la conducta y no en la persona integral. El recurso de premio-castigo es efectivo a corto plazo, pero carece de intervenciones educativas. Al contrario, sólo forzamos a los niños a contener sus emociones y tratamos el problema de las malas costumbres de forma superficial. En la niñez, hay todo un marco de desajustes (como los ataques de violencia, llanto o enojo) que obedecen a circunstancias y necesidades precisas que requieren atención”, acota Carmona.

El día después

Él/ella tiene seis años, se pasó diciendo “por favor” y “gracias” la semana completa y evitó desordenar los juguetes… el problema es que pese a los actos de diplomacia, entre los obsequios de los magos de Oriente jamás apareció la muñeca que quería ni la pista de carreras.

Ante la facilidad del chantaje, la sensibilidad de la mente infantil suele olvidarse. “Con la lógica que sigue a nuestras palabras, un niño pensaría que el motivo de no recibir su regalo -antes que por cuestiones de índole económicas- fueron sus acciones. Acá hay dos vías de acción: ellos pueden camuflar su enojo, tristeza o dolor, o externalizar con lágrimas y vergüenza”, explica la psicóloga María Cecilia Fuentes.

En ambos casos, en su desarrollo psicológico se presentan las consecuencias de asumir que son malos y merecen menos que el resto de sus conocidos.

Lo dice él, no yo

En Navidad, la amenaza para los berrinches fue que el trineo de Santa pegaría media vuelta, y durante Reyes la sequía de regalos fue sugerida por igual. Sin embargo, esta reacción verbal a las pataletas continúa el resto del año e involucra también acusaciones con la Policía o abandonos en la calle.

En cualquiera de sus variantes, el hecho habla sobre delegar la autoridad y afecta el vínculo parental. “Pedir apoyo en estos terceros actores para ejercer presión o exigir ciertas acciones debilita la perspectiva que los infantes tienen sobre nosotros. Muestra, en síntesis, que la figura de crianza es incapaz de dar pautas y tomar la responsabilidad”, especifica Fuentes.

Esto se ve bastante en familias en las cuales uno de los padres lleva la etiqueta del malo de la relación (dígase: “si no te calmás le aviso a tu papá/mamá”) mientras el otro es el bueno y prefiere evitar la carga de las peleas o el disgusto de sus hijos.

Otro problema aparece cuando el pensamiento mágico empieza a desaparecer. “Al amagar con castigos intangibles, genéricos y reiterativos, el efecto desaparece a los siete u ocho años y nos queda un pequeño que jamás aprendió a acomodar en una escala de gravedad sus faltas. Si los Reyes le quitan sus regalos cuando golpea a su hermana, destruye objetos, evita tareas o miente ¿qué acción es más importante y errática?”, interpela Carmona.

El siguiente peligro son las deducciones materialistas. Con las etiquetas totalitarias de niño bueno/malo, los pequeños pueden inferir que -quien recibe mayores regalos- es mejor. “Esta idea oculta una falsa moral en lugar de diferencias adquisitivas, lo cual a su vez produce que muchos niños sean marginados al compararse con sus compañeros, primos, etcétera”, reflexiona la coach ontológica Marta Hynes. Al comprender esto, es hora de preguntar: ¿y vos, qué tan buen adulto fuiste?

Apps: los Reyes Magos, en tu celular            

La tecnología a veces nos facilita pequeñas mentiras y, entre la infinidad de aplicaciones que hay para smartphones, algunas tienen una misión festiva. ¿Tus hijos quieren charlar con los sabios de Oriente? La solución es “Hola, Reyes Magos”: una app (disponible en Play Store y en App Store) que simula una videollamada con Melchor, Gaspar y Baltasar. Funciona a través de un video y podemos variar algunos diálogos para personalizar el mensaje. Otra opción para mostrar pruebas de lo que ocurrió anoche es “Reyes Magos, realidad aumentada” (apta para cualquier dispositivo). Esta aplicación permite sacar fotos y luego colocar a los tres visitantes, en 3D, sobre el escenario. El efecto se adapta a la oscuridad y podemos regular la intensidad lumínica para que sea más realista.

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