“Hay novelas que se escriben riendo y llorando”

“Hay novelas que se escriben riendo y llorando”

Mary Guardia, nieta del mítico Bazán Frías, cuya vida noveló y fue llevada al cine, se inició en la escritura en talleres literarios. La violencia contra la mujer.

RECUERDOS. Mary Guardia dice que aprendió a leer y a escribir a los cuatro años, junto con su padre. RECUERDOS. Mary Guardia dice que aprendió a leer y a escribir a los cuatro años, junto con su padre.

La vida entera parece surcar su sonrisa. Un dejo de que nada le ha sido fácil se dibuja en su rostro. No oculta su origen humilde. Ocho hijos le han dado alegría a su corazón. Es chef, organiza eventos, prepara viandas. “Me encanta cocinar, es una manera de crear también”, dice. Otra de sus pasiones es la literatura. La narrativa es la ventana abierta que le permite ventilar sus turbulencias interiores de esta ariana, atravesada por las sombras del mítico Bazán Frías, que ha dado a luz las novelas “De fornicarios, bandoleros y milagros” y “La reciclada”, y una tercera, “Alfa y omega”, está asomando la nariz. “El anhelo de mi padre por superar su condición de analfabetismo sembró en mí la pasión por narrar. Aprendí a leer y escribir a los cuatro años. El frustrado intento de papá por aprender sirvió para que yo conociera junto a él las vocales y los sonidos compuestos. Él inventaba historias para contarme mirando las caricaturas de las revistas. Mi oficio de narradora comenzó allí. Él nunca pudo aprender a leer, sin embargo, ese frustrado intento, dejó latente en mí la pasión por narrar”, cuenta Mary Guardia.

- ¿Cuándo y por qué sintió la necesidad de escribir?

- Escribo desde entonces. Muchos años después, alguien me alentó a asistir a talleres literarios. Descubrí en “Animarse a gritar”, un taller que coordinaba Vicky Chincarini y dictaba Mercedes Chenaut el espacio que me sirvió de trampolín para animarme a gritar en tinta. Muy a gusto entre los alumnitos de Mercedes, fue asomando mi primera novela. “De fornicarios, bandoleros y milagros” nació al calor de ese taller; usaba la consigna de cada clase para desplazarme en esa primera novela que venía gestando desde hace mucho tiempo atrás.

- La trama gira en torno del legendario Bazán Frías y tiene un tinte autobiográfico, ¿qué parentesco la une con él?

- Andrés Bazán Frías fue mi abuelo materno. Mamá era su hija natural, ella nació días después de que a él lo matara la Policía, tratando de saltar los muros del Cementerio del Oeste.

- ¿Cómo vivió el hecho de ver su historia plasmada en una película?

- Ver la historia de Bazán plasmada en una película, me tocó todas las fibras en aquella primera puesta en escena en el cine Atlas. Dolor, impotencia, alegría, todo vivido a la jineta en el tiempo que duró la película. Por supuesto, lloré mucho al ver la tortura a la que lo sometían tanto como sufrí escribiendo cada párrafo. Hay novelas que se escriben riendo y llorando. Quizás porque creo en lo que escribo y siento lo que creo.

- La violencia contra la mujer es uno de los temas que campean en sus dos primeras novelas, ¿cuál es la presencia de lo autobiográfico en su narrativa?

- Vengo de una estirpe de mujeres víctimas del maltrato y el machismo malentendido, de ambas ramas de mi árbol genealógico sufrimos la violencia física, emocional, económica y todas las maneras que se pueda nombrar el abuso y el atropello ejercido por los hombres. De hecho, soy la única de todas las mujeres de mi árbol genealógico, de ambas ramas, que decidió usar la violencia para animarse a decir basta.

- ¿Qué temática aborda “Alfa y omega”?

- Alfa y Omega, mi tercera novela, se desliza por una temática contemporánea que trata de explicar mediante personajes místicos el cambio histórico planetario que estamos viviendo. En esa novela conviven extraterrestres, ancestros, vidas anteriores, civilizaciones lejanas e intergalácticas, atrapando al lector a modo de recreación, tratando de buscar una respuesta al porqué de esta transmutación y purga mundial. Si bien enfatiza en hechos reales no deja de caminar por una línea casi invisible entre lo real y lo fantástico, lo posible y lo quizás rematadamente imposible. Los personajes transmiten un mensaje clave que estuvo indescifrado desde el principio de los tiempos. Transcurre entre la primera llegada de los seres que poblaron nuestro planeta, millones de años atrás. La oscuridad y la luz, los ángeles y los demonios todos juegan su papel entre asombrados y absortos, unidos en un vértigo donde el tiempo se acelera, se viven tiempos paralelos. Los déjà vu y viajes astrales están a la orden del día. Es una novela fantástica y audaz, en la cual por primera vez me atrevo a escribir en tercera persona. Los acontecimientos que se describen, si bien se parecen a la realidad, se mezclan con la fantasía, algunos subyacen en el bajo astral, otros fluctúan en la ambigüedad.

- ¿La novela es el género que mejor le permite expresarse? ¿Por qué escribe?

- Escribo poesía, algunos cuentos y relatos breves. La novela es el género que mejor me permite expresarme pues mi naturaleza frondosa se dispara hacia lugares y situaciones que piden ser narradas. Escribo porque ejerzo el don que me ha sido concedido. Escribir es una manera de sanarme, de exorcizar mis demonios y dejar fluir mis ángeles. Es una manera de refregar las cicatrices hasta que no sangren. Creo que la novela es una manera de transmutar nuestras dolencias físicas emocionales y espirituales. Una vez que plasmamos en un papel todo lo que nos atormenta podemos sentirnos libres.

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