Por Carlos Chirino
30 Diciembre 2020
UNA VERDADERA LAGUNA. La pista principal del hipódromo tucumano sufrió muchos daños, pero en la zona donde se acumuló mayor cantidad de agua fue en el codo de los 1.800 metros, sector que está ubicado pasando el disco.
El turf tucumano sufrió otro golpe en este 2020. Cuando se aprestaba para tener un cierre a toda orquesta, con 15 carreras de primer nivel y el tradicional clásico “Carlos Pellegrini” como eje central de la reunión, la lluvia hizo agua todas las ilusiones que se habían generado en el hipódromo del “Jardín de la República”. La fuerte tormenta no tuvo piedad con cada uno de los rincones del circo hípico. Las caballerizas, donde están alojados los caballos, las dos pistas y el óvalo central fueron los lugares más afectados, por lo que esta temporada culminará con solo ocho jornadas. “Estábamos preparados para vivir una verdadera fiesta, pero lamentablemente tuvimos que suspender la reunión”, reveló Rubén Moisello, delegado de la actividad hípica por la Caja Popular de Ahorros.
El mitin, que estaba previsto para ayer, iba a contar con la presencia de ejemplares de Santiago del Estero y de nuestra provincia. “La tormenta nos pegó fuerte. Cuando llegué al hipódromo había agua por todos lados. Igualmente, antes de tomar una decisión consulté con los especialistas, quienes recorrieron la pista. Ellos me informaron que no estábamos en condiciones de realizar las carreras”, explicó Moisello.
TRABAJO INTENSO. Los empleados del hipódromo se dedicaron todo el día a sacar el agua y la basura que había en la pista.
CABALLERIZA INUNDADA. El agua ingresó a muchos boxes en distintos studs.
El codo de los 1.800 metros fue el sector donde más agua se acumuló, aunque ahí no está el mayor inconveniente. “Al margen de que había lugares donde parecía una laguna, la lluvia provocó daños más graves. La recta final quedó llena de lomadas y la pista tiene cortes en varios sectores. El gran caudal de agua hizo que el contrapiso, que es la base de la pista, esté muy dañado en algunos tramos. Eso es lo más preocupante”, reveló.
Dejarla nuevamente en condiciones a la pista llevará varios días, por lo que se estima que los caballos recién volverán a ser entrenados el lunes 4 de enero. “Necesitamos entre cinco y siete días de trabajo intenso para que quede todo en condiciones. Esperamos que las condiciones climáticas nos acompañen, porque debemos realizar algunos arreglos de fondo”, indicó Moisello.
La jornada que se iba a disputar ayer fue reprogramada para el 17 de enero, aunque para esta oportunidad podrán agregarse algunos ejemplares que no estaban anotados. “La idea es que tengan la posibilidad de sumarse caballos que no estaban en forma para esta reunión”, precisó.
UNA PILETA. El sector norte del óvalo acumuló una gran cantidad de agua.
GRAVE PERJUICIO. Hubo sectores de la pista, donde se dañó el contrapiso.
Los entrenadores, jinetes, peones y vareadores, los cuáles la mayoría dependen de que haya actividad para tener ingresos, esperan con ansias la llegada de 2021. “La verdad que el 2020 fue un año para el olvido. Estuvimos casi siete meses sin carreras y prácticamente sin percibir ingresos, al margen de que recibimos algunas ayudas de la Caja Popular de Ahorros. Cuando estábamos nuevamente encaminados llegó esta lluvia para darnos otro golpe. La pista quedó destrozada y no estaba en condiciones para que haya competencias. En mi stud se mojó un solo box, pero hubo otras caballerizas a la que les ingresó muchísima agua y prácticamente perdieron todo”, dijo el entrenador Ángel “Goly” Nieva. “Ahora hay que esperar que la pista esté en condiciones lo antes posible, para entrenar los caballos y llegar de la mejor forma al 17 de enero. No nos queda otra alternativa”, concluyó Nieva.
No hay dudas de que el turf fue otra víctima de la fuerte tormenta que azotó Tucumán.
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