Belén Aguirre: “Terror, ¿qué otra cosa podría escribir en Tucumán?”

Belén Aguirre: “Terror, ¿qué otra cosa podría escribir en Tucumán?”

La poeta y escritora tucumana ganó el premio del Fondo Nacional de las Artes con un libro que incluye Malvinas, Borges en Nueva York, Yoko Ono y David Lynch.

María Belén Aguirre. Foto Télam. María Belén Aguirre. Foto Télam.
27 Diciembre 2020

La escritora María Belén Aguirre, nacida en Tucumán en 1977,  ganó el premio del Fondo Nacional de las Artes con su libro de poemas "Siamesas".

Al ser consultada por Télam en qué lugar de una librería ubicaría su poemario, respondió: “En terror, sin duda. ¿Qué otra cosa podría escribir yo viviendo en Tucumán? ¿Qué otra cosa, en una provincia donde entre dos adultos vejan a un niñito de un año y tres meses, detrás de las tribunas de una cancha de fútbol, a la siesta? No hablo de dictadura. Hablo de los horrores de la democracia”, dijo.

Y acotó: “El terror es posible y hasta inherente a la poesía. No es solo un privilegio de la narrativa. No podemos, por ejemplo ignorar, a Edgar Lee Masters y su "Antología de Spoon River" (también citada en un poema de ""Siamesas"). O a Paul Celan y su "Fuga de muerte". O a "El cuervo", de Poe. Razón, este último, que me llevó a elegir como seudónimo Annabel Lee”.

Aunque la convocatoria especial de este año del Fondo Nacional de las Artes tenía como ejes temáticos el terror y el fantástico, la poeta tucumana dijo que desconfía de los géneros. “En mi humilde y completamente desestimable parecer, la literatura es una bestia, una criatura mutante, en constante metamorfosis. Ya los géneros se han hibridado hace mucho. Uno debiera hablar solamente de literatura. Y dejar que el lector catalogue. O respetar al autor en su sentir. Sin ir más lejos yo siento a las "Siamesas" como una nouvelle en verso (de mis casi treinta libros, casi todos son nouvelles versificadas)”, dijo.

La autora mencionó que en "Siamesas" hay momentos que ensayan exploraciones sobre arte contemporáneo; hay referencias puntuales a Narcisa Hirsch, a la Yoko Ono del Sogetsu Art Center de Tokio, a Diane Arbus; o el cine de David Lynch, Werner Herzog, Bebe Kamin, etc. O al arte renacentista. O Picasso.

-¿Y cuándo se traiciona un poeta?

-MBA: Cuando imita un estilo ajeno. Yo creo sinceramente que toda imitación es intrínsecamente una parodia. Existen, sin embargo, algunos buenos plagistas (inimputables a causa de la posmodernidad y su dudosa eticidad). Y también se traiciona cuando nada a contracorriente de sí mismo. Cuando renuncia a su invaluable singularidad. Me mandaría directo a un rincón, a arrodillarme sobre granos de maíz, si algún día me traicionara.

-¿Y las influencias son una especie de traición?

-M. B. A.: En mi humilde y desestimable opinión, un intertexto existe en tanto y en cuanto el sujeto que produce el diálogo textual, es consciente de ello. Y lo más importante, en tanto y en cuanto lo sepa el lector. Es la consciencia del acontecimiento lo que crea al acontecimiento. Pero somos, nos guste o no, palimpsestos vivientes.

Nada impide el libre ejercicio de la singularidad. Uno podrá sentir a veces (con mayor o menor abatimiento) que la singularidad ajena es mejor que la nuestra. Compararse no es saludable para el espíritu, ni para la creación. Esto no significa ignorar la existencia de un otro creador. Ni sobrevalorarse, ni subvalorarse. Significa permitirse la posibilidad de indagar y manifestar aquello nuestro que los otros también tienen, pero nunca como en nosotros.

-¿Cuáles son los poetas que lees recurrentemente?

-MBA: Hoy por hoy cuando quiero leer poesía, leo narrativa. Me gusta Rilke cuando escribe "Los cuadernos de Malte Laurids Brigge". Me gusta Antonio Di Benedetto, todo él. Me gusta Andrés Rivera, todo él. Me gusta Juan José Saer, muy especialmente. Me gustan los cuentos de Carson Mc Cullers, de Flannery O`Connor. Me emocionan hasta las lágrimas Lucia Berlin, Daniel Moyano, Juan José Hernández, Silvina Ocampo. Me atrapa Natalia Ginzburg, y no me deja ir. Adoro a Herta Müller. Pero a quien mi corazón ama con demencia es a Aurora Venturini, ella es mi estrella, y la tortuga milenaria del sueño de la siamesa que es, a la vez, mi alter ego. Aunque si tuviese que dedicar algo, por ejemplo, esta entrevista, se la dedicaría a la poeta Inés Manzano. Yo sé que los muertos pueden leer.




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