¿Comportamiento? La sociedad sólo mereció un 5

¿Comportamiento? La sociedad sólo mereció un 5

Saquemos la libreta de calificaciones. Del 1 al 10, ¿cuál es el puntaje que le cabe a la ciudadanía si medimos su conducta durante la pandemia?

“No hacen caso, andan por la calle a pesar de las restricciones, todos amontonados”, sostuvo el defensor del pueblo, Fernando Juri Debo. foto de Analía Jaramillo “No hacen caso, andan por la calle a pesar de las restricciones, todos amontonados”, sostuvo el defensor del pueblo, Fernando Juri Debo. foto de Analía Jaramillo

En los primeros tiempos de la cuarentena la comunidad estuvo congelada. La Policía se volvió organismo de control sanitario y de desplazamiento, y cayó sobre los sectores más vulnerables, que sufrieron operativos en los barrios y detenciones. Cifras hasta julio: 5.797 personas pasaron aprehendidas en el Complejo Belgrano. ¿Con qué nota se puede calificar el comportamiento en cuarentena de los que normalmente son expulsados de su propia casa, donde no tienen espacio, y sobreviven en la calle? ¿6 (seis)?

Parte de este grupo social es la gente que se ha visto agolpada haciendo colas en los centros urbanos para cobrar ayudas de emergencia, planes sociales y jubilaciones. Nota para funcionarios y bancos que gestionaron este caos: 3 (tres, con rojo).

Otra fue la situación de buena parte de los asalariados y de quienes tuvieron comodidades para quedarse en la casa, con internet, Netflix y encargos por delivery. De ellos poco se supo, excepto dos casos que generaron mucha polvareda: el funcionario judicial que salió a caminar y fue filmado maltratando al guardián de un barrio cerrado, y el médico que salió a andar en bicicleta y discutió con el portero de un country. Por lo demás, la vida de estos grupos sociales estuvo invisibilizada para la Policía. De ellos hablaron los médicos: les pidieron constantemente quedarse en casa, usar barbijos, lavarse las manos, mantener el distanciamiento social. Fernando Juri Debo, defensor del pueblo, renegó: “no hacen caso, andan por la calle a pesar de las restricciones, todos amontonados”.

Mucha gente se lanzó a encuentros clandestinos (Monteros todavía habla del escándalo del torneo de billar en el bar El Ángel y de la fiesta del ex edil “Tuco” Aldonate) y fiestas multitudinarias. Sólo el IPLA registró 140 reuniones desde mayo a hoy. La Policía ahora tiene como rutina “cazar” celebraciones por Yerba Buena, Tafí Viejo, Lomas de Tafí y Los Nogales. Calificación: 4 (cuatro).

Otra situación es la del comercio, devastado por la pandemia. Los límites a bares generaron protestas y desobediencia, porque su situación fue disímil. “Hay muchas cosas que el Gobierno no entiende. No saben ver nada de esto, porque han vivido siempre de la política y no saben lo que es caminar la calle”, dijo “Corcho” Farhat, cuando anunciaba el cierre de Sir Harris (que después volvió a abrir). Algunos pudieron poner mesas en las veredas, otros usar delivery y take away. Otros se fundieron. Los reclamos también tuvieron su costado oscuro, como el escrache a la ministra de Salud, Rossana Chahla, durante una caravana contra las restricciones. Nota: 5 (cinco).

“Esto depende de la conducta de las personas, y acá nos portamos mal. Nos gusta transgredir y violar las normas; no respetamos la convivencia”, describió el médico Alfredo Miroli. Un problema es que no hay convencimiento de que las autoridades hayan dado el ejemplo, como ha sido el caso del asado “de trabajo” de la cúpula del Gobierno, con un vocal de la corte y varios intendentes, en Banda del Río Salí. Nota: 1 (uno).

Además hasta ahora no se sabe cómo se contagia la gente y eso diluye la responsabilidad personal: las extensas restricciones no han evitado el alto número de contagios y de muertes, que en Tucumán superan el millar. Calificación: 5 (cinco). Regular.

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