“El Colegio de Abogados debe ser garante del control de institucionalidad”

“El Colegio de Abogados debe ser garante del control de institucionalidad”

Hoy asume la nueva conducción de la entidad; su flamante presidente, Rodolfo Gilli, aludió al avance de la política sobre la actividad privada.

EN LA GACETA. Gilli fue recibido por José Pochat, gerente general. EN LA GACETA. Gilli fue recibido por José Pochat, gerente general.
17 Diciembre 2020

Hoy asume la presidencia del Colegio de Abogados Rodolfo Gilli. A las 10 se hará la ceremonia. El flamante titular de la entidad está convencido de que conducirá por cuatro años esa institución porque su victoria “ha sido el triunfo del abogado independiente”. Por eso cuando se lo proyectó sobre el final de su mandato y LA GACETA le consulta qué significará baber cumplido con su misión respondió sin ambages, pero con convicción: “habré cumplido si se ha mejorado la realidad de los abogados”.

Ayer, durante su visita a LA GACETA, Gilli describió su preocupación sobre la situación que atraviesa la profesión: “hay abogados que no pueden trabajar, que no están trabajando. Sobre un padrón de 9.000, sólo 5.000 profesionales están en ejercicio. Vemos colegas que tienen que emplearse en la política o terminan con otros abogados con porcentajes muy chiquitos. Nosotros debemos darles las herramientas para que esta realidad cambie”. Y, luego, acotó: “nuestra tarea es que el votante independiente esté tranquilo de que su voto vale. Y para eso no hay otra opción que hacer las cosas bien, no defraudar”.

Gilli visitó nuestro diario acompañado por el vicepresidente del colegio, Carlos Casal, quien viene ejerciendo ese cargo desde hace dos años y le quedan dos más de mandato, y por Matías Sabaté. Las nuevas autoridades de los abogados fueron recibidas por el gerente general de LA GACETA, José Pochat y por el secretario de Redacción, Federico van Mameren.

Durante la charla, tres veces el presidente electo del Colegio de Abogados repitió que no tenía vínculos políticos que lo ataran. “Eso para mí es un activo. Yo siempre ejercí la profesión con el convencimiento de que iba a llegar a la presidencia de esta institución. Para eso he tenido que renunciar a muchos beneficios que otros prefirieron aceptar y no rechazar. No tener sueldos fijos me ha quitado ataduras; yo creo en el ejercicio libre de la profesión”, manifestó Gilli, quien definió a la institución que le toca guiar como una de las mejores de la Argentina.

Un respaldo importante

Gilli se siente orgulloso de haber obtenido un 51% de apoyo de sus colegas. “Es que hemos superado un piso histórico que siempre estuvo en un 35%”. “Eso significa algo y da responsabilidades”, aportó Sabaté, quien además destacó que se viven tiempos difíciles.

Entre esas responsabilidades figura una histórica postura pública como institución intermedia muy activa y crítica en la vida de la sociedad tucumana. “Va a seguir siendo la misma”, explicó Gilli, después de sorber un trago de agua. “Esta es una responsabilidad no sólo de quienes nos han precedido (hoy deja la presidencia Marcelo Billone) sino también porque el Colegio de Abogados debe ser garante del control de institucionalidad de la provincia. Así nos hemos formado y para eso nos hemos capacitado”.

La intervención fue celebrada por Casal, quien se sentó a la par de Gilli. “Ante la problemática del Poder Judicial (sin mencionarlo se refería a las tensiones que hay en la Corte luego de las denuncias de un camarista) y de las deficiencias del servicio de justicia, el colegio ha estado a la altura de las circunstancias. Ha sido una de las primeras instituciones en señalar los peligros que se corrían y en denunciar la gravedad de los hechos”, manifestó Casal y desacó: “esto demuestra lo acertadas que son las intenciones del nuevo presidente. Porque no entra a una institución que estuviera callada”.

“En el colegio hay un diagnóstico hecho sobre la política institucional que es correcto”, acotó Gilli y luego lanzó una severa crítica al avasallamiento de lo público sobre lo privado. “Creo que uno de los tantos déficits de la política actual es haber avanzado tanto sobre la actividad privada. Tenemos una característica muy particular tanto de la política nacional como de la provincial, sin darse cuenta que es el privado el que saca adelante un país y que de eso depende su futuro”.

“Si seguimos permitiendo que el Estado avance sobre las cuestiones privadas a cambio de beneficios económicos estamos perdidos como sociedad. Y en el ejercicio de la profesión libre, más aún”, agregó Gilli, quien se comprometió a trabajar para transformar esa realidad apostando y utilizando como herramienta esencial, el diálogo.

Escuela de Graduados

La reunión se extendió durante 73 minutos y en el transcurso los abogados dejaron entrever que en la agenda hay temas que les preocupan, como los intereses de una reforma constitucional, como las dificultades que trae el ejercicio de la profesión en esta etapa donde el Poder Judicial ha mirado mucho para adentro y no ha sido capaz de considerar una actividad esencial al ejercicio de la Justicia y sobre la importancia de cuidar la escuela de graduados.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios