

La literatura de anticipación relata hechos que se desarrollan en un contexto espacio-temporal que podría suceder en un futuro próximo. Es el caso de Anna de Niccolò Ammaniti (2015), una novela que nos presenta un mundo distópico. Como sabemos, el prefijo dis implica lo opuesto de la eu-topia, el buen lugar donde vivir.
Sicilia, en este relato, se encuentra en una situación catastrófica,: hay desastres ecológicos, falta de agua y alimentos, lucha entre pequeños grupos que se enfrentan por sobrevivir en un mundo adverso. En este contexto, Anna y su hermanito Astor deben sobrevivir sin ayuda. Cuentan solamente con el cuaderno de Le cose importanti dejado por la madre antes de morir.
Es un mundo en que se vive con miedo a crecer porque la pandemia, conocida como “la rossa”, ataca a los adultos, a quienes mata inexorablemente, y pone en evidencia la fragilidad de la condición humana.
Surgen nuevos mitos en esta particular dinámica social que hace de Anna una novela modelo de literatura anticipatoria, pero también de aprendizaje ya que los personajes habrán de experimentar profundos cambios en sus vidas.
El narrador hace un manejo dinámico del tiempo. La analepsis, o regreso temporal, es frecuente y se usa para contar al lector sucesos anteriores a los acontecimientos, se trata de una estrategia privilegiada en el relato. El tiempo corre, se detiene, va y viene: “El virus lo cambió todo. En unos meses, la epidemia se llevó por delante a la familia Oddo y el perro quedó solo y atado.”
Los textos instructivos, incrustados en la narración principal, tienen como objetivo que los primeros receptores -Anna y Astor- procedan según las pautas dadas por la madre. En segundo lugar al receptor/lector se le informa sobre acontecimientos y características de la pandemia: el virus ataca a todos, pero está latente en los niños. El lenguaje materno busca atenuar la información, pero se apega a la verdad con toda claridad. Les indica cuáles son las manifestaciones que deben tener en cuenta para cuando dejen de ser niños, o por ejemplo: “Cosas que hay que hacer cuando muera mamá”.
La novela está organizada en tres partes y representa un recorrido por la infancia y pubertad con todos los peligros que este paso representa en una sociedad apocalíptica. La primera parte se titula “La finca de la morera”. Plinio el viejo, definía a la morera “Sapientísimo árbol, el más sabio de todos, porque con paciencia espera que pasen las heladas tardías para recién producir su follaje”. El significado de este árbol, alude a la paciencia y a la espera para obtener buenos resultados.
La segunda parte, “El Gran Hotel de las Termas Elíseas”, se inicia con una fecha: “Dejó la Finca de la Morera el 30 de octubre de 2020.” La tercera parte, “ El estrecho”, pone el acento en el cruce agónico hacia el continente y la esperanza de encontrar una cura.
Niccolò Ammaniti ha dado ya los primeros pasos para la filmación de la serie que ha quedado inconclusa a causa de la pandemia de covid-19.
Acertada y correcta traducción de Juan Manuel Salmerón Arjona.
© LA GACETA
Por Elena V. Acevedo
NOVELA
ANNA NICCOLÒ AMMANITI
(Anagrama - Barcelona)







