Historias en el ring: la guardia alta para para hacer realidad cualquier sueño

Historias en el ring: la guardia alta para para hacer realidad cualquier sueño

 LA GACETA / FOTOS DEFGH LA GACETA / FOTOS DEFGH

El sueño es el mismo y se mantiene intacto. No entiende de derrotas ni de carencias. El camino es uno solo: dedicación, entrenamiento y, sobre todo, mucho sacrificio. Las boxeadoras saben que para llegar al éxito deben entrenar en forma profesional, aunque muchas veces sean amateurs.

El primer paso para las chicas es conseguir la licencia profesional, que las habilita para empezar a hacer realidad cualquier sueño.

Mujeres luchadoras, que tienen muchas cosas en común, son las que habitualmente se suben al ring. Con un gran amor por los guantes y el acompañamiento de sus familias como sostén, trabajan cotidianamente por un solo objetivo: consagrarse entre las miles de boxeadoras. Y el mayor anhelo, sin dudas, es levantar el título mundial del boxeo femenino.

“La clave para poder triunfar en el boxeo es tener una gran disciplina”, contó Cecilia “Pantera” Mena, que al igual que Gisela Ibáñez no claudican sus sueños. Derribando prejuicios y miles de puertas que muchas veces tienden a cerrarse, tan solo por ser mujeres, buscan hacer realidad sus sueños. Para conseguir la gloria, está prohibido darse por vencida, por eso siempre van al frente y con la guardia alta.

1- Según tu experiencia, ¿sigue habiendo discriminación o prejuicio hacia las mujeres boxeadoras?

2- ¿Cómo fue tu camino recorrido?

3- ¿Cuáles son tus metas hoy en el deporte?

4- ¿Tuviste que resignar o dejar de lado algo por el boxeo?

5- ¿Cuáles fueron los momentos más importantes
en tu vida relacionada al deporte?+

6- Te sentís una referente o un ejemplo?

Cecilia “Pantera” Mena

Boxeadora profesional, 32 años, peleó por el título mundial.

 LA GACETA / FOTOs DEfgh LA GACETA / FOTOs DEfgh

- “Hoy no hay prejuicios en la sociedad y es común ver boxeo femenino. Nunca sentí discriminación ni estuve incómoda, porque tengo una personalidad muy fuerte. No me importa lo que piensen los otros”.

- “Mi primera pelea amateur gané por nocaut. Eso fue alucinante. Siempre me entrené como profesional. Fui escalón por escalón. Me inculcaron que tenía que ser campeona. Para tramitar mi licencia profesional fuimos en tren. No teníamos ni para comer y encima me pusieron muchas trabas. Tuve que ‘guantear’ con dos campeonas para revalidar mis condiciones. No tenía promotor ni representante. La pelea por el título mundial la organicé yo.

- “Mi meta es reivindicarme conmigo mismo. Después de haber perdido la pelea por el título, siento que debo intentarlo de nuevo por mi. Tengo que volver al cuadrilátero”.

- “No tuve que dejar nada, porque el boxeo es parte de mi vida. Mis hijas y mi hijo nacieron en medio de mi carrera. Mi esposo es boxeador. Gracias al boxeo tengo mi trabajo, mi casa y mi familia”.

-“La pelea por el título del mundo. Hicimos todo el trabajo nosotros, desde pegar afiches hasta vender las entradas. Fue todo a pulmón, Siento que me boicotearon. Arriba del ring me pasó factura la falta de concentración y entrenamiento. Estaba sola”.

- “Soy una referente. Me siento orgullosa de haber ganado el título argentino y un sudamericano”.

Gisela Ibáñez

Boxeadora profesional, 22 años, una pelea disputada.

 LA GACETA / FOTOs DEfgh LA GACETA / FOTOs DEfgh

- “Muchos piensan que las mujeres no contamos con las fuerza necesaria para practicar este deporte, pero ya demostramos que no es así”.

- “Disputé 25 peleas amateur y gané 16, empaté tres y perdí seis. Siempre tuve que salir afuera de la provincia para pelear”.

- “Actualmente estoy entrenando en triple turno. Mi próxima objetivo es pelear por el título del mundo”.

- “Dejé mi trabajo por el boxeo. Fue muy duro, pero entendí que el boxeo también es mi trabajo. Mi papá siempre me apoyo. Al principio, a mi mamá no le gustaba por el tema de los golpes. Ahora mis hermanos y mi hermana quieren seguir mis pasos”.

- “El momento que me marcó para siempre fue cuando conseguí la licencia profesional. Siento que ese fue el primer paso para llegar mi meta principal, que es ser campeona mundial”.

- “Sí me siento una referente. El boxeo es un deporte muy duro, pero ayuda para salir de las drogas y dejar la calle. Muchas chicas me dicen que soy un ejemplo para ellas y eso para mí es una responsabilidad extra. Me piden consejo sobre cómo entrenar. Las pocas mujeres que estamos el boxeo,  siempre nos ayudamos, más allá de la competencia que existe”.

 LA GACETA / FOTOs DEfgh LA GACETA / FOTOs DEfgh
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios