Adviento: ideas para esperar con los chicos llegada del Niño Dios

Adviento: ideas para esperar con los chicos llegada del Niño Dios

Dos tradiciones que ponen “manos a la obra” a los “peques” mientras ayudan a ejercitan la paciencia.

LA RUEDA DEL TIEMPO. Las velas de la corona marcan las cuatro semanas del adviento, y ayudan a los chicos a esperar la llegada de la Navidad. LA RUEDA DEL TIEMPO. Las velas de la corona marcan las cuatro semanas del adviento, y ayudan a los chicos a esperar la llegada de la Navidad.

“No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; 12.y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”. (Lc. 2,10-11)

Con esta alegría en la mira,  el domingo arrancó el Adviento, tiempo para alimentar la esperanza y el perdón. Serán, en este complicado año de pandemia, 26 días (varía según los años entre 21 y 28, porque arranca siempre cuatro domingos antes de Nochebuena), que invitan a la esperanza, el perdón, la reflexión...

Adviento: ideas para esperar  con los chicos llegada del   Niño Dios

La liturgia y las tradiciones invitan a preparar los corazones... Y hoy nos gustaría a invitarte a preparar también tu casa; una forma de acompañar con acciones el adviento de los chicos, que -según diferentes estudios- han sufrido esta pandemia con profundidad y necesitan recuperar la alegría.

Tradiciones

En nuestra tierra el Adviento no suele tener rituales familiares. ¿Qué tal, con tantos cambios en la vida en tan poco tiempo, incorporar alguno?

En Europa central este domingo se instaló, en el lugar donde se reúne la familia, la corona de adviento. La tradición es antiquísima, y se aúna con celebraciones incluso anteriores al cristianismo.

La versión clásica de la corona es un círculo armado con ramas de pino o abeto; y montadas sobre el, equidistantes, cuatro velas. El círculo simboliza universalmente el ciclo ininterrumpido de las estaciones (o sea, del tiempo); las hojas perennes de las coníferas y la luz de las velas representan la persistencia de la vida.

Adviento: ideas para esperar  con los chicos llegada del   Niño Dios

Las velas se prenden una por semana, y se van sumando hasta encender las cuatro. En algunos casos, se suma al centro una quinta candela, que se unirá a las demás para celebrar la Nochebuena.

Otra costumbre -que también podés incorporar con los chicos- son los calendarios de Navidad. Pueden tener formas varias, pero el principio general es que desde cada día se marca de alguna manera; la última y alegre marca se hace el 24. A veces, según el diseño, cada día hay una pequeña sorpresa.

Orígenes

El uso de estas marcas del tiempo, combinadas, se atribuye a Johann Hinrich Wichern (1808-1881), que fue pionero en el trabajo misionero entre los pobres. Cuentan que en 1839 los niños de la escuela que había fundado preguntaban insistentemente cuándo llegaba Navidad. Entones Wichern construyó un anillo con una vieja rueda de carreta, en el que colocó 19 velas rojas pequeñas y cuatro velones blancos. Los chicos encendieron una vela pequeña cada día de la semana durante el Adviento, y los domingos, una de las cuatro velas grandes.

En la actualidad hay formas muy variadas de armar ayudas como estas para que tus peques no pregunten todos los días cuánto falta... y para mantenerlos entretenidos durante la espera. Lo que de paso puede redundar en otro aprendizaje: con este juego del día a día aprenden a ser pacientes.

Armar un calendario

Te proponemos una idea fácil,  y al mismo tiempo dulce y especiada, para que armes con los chicos un calendario casero a base de servilletas de papel, que se transformarán en bolsitas; la idea es que el calendario arranque hoy (1 de diciembre), así que necesitarán 24. Ellas albergarán en su interior una deliciosa medialunita ... ¡sin TAAC! (ver “Medialunas de canela”).

Seguramente lo que tendrán más a mano son servilletas blancas, pero rojas o verdes también quedarían muy bien. Necesitarán también cinta para cerrar las bolsitas; el color lo pueden decidir entre todos.

Los chicos serán los encargados de ir escribiendo los números, del 1 al 24, de modo que queden visibles al plegar las bolsas, lo que se hace así: se coloca una estrella (puede ser también un caramelo, si no te dan ganas de prender el horno) en el centro, se juntan las cuatro puntas  de la servilleta y con la otra mano se cierra la bolsita y se ata con cinta. Cuando están todas, se cuelgan atándolas con un nudito a un hilo (o a un trozo largo de la misma cinta) como si fuera una guirnalda, del 1 al 24.

Esta nochecita deberían abrir la primera... y bastará cada día una mirada, incluso de los más chicos, para saber cuánto falta en el camino hacia el Portal de Belén.

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