Reporte Rural: Inteligencia es la clave para que no falte agua

Reporte Rural: Inteligencia es la clave para que no falte agua

El países donde el recurso escasea se lo toma como cuestión de Estado. En nuestra provincia se deben realizar obras para que se pueda acumular el agua durante las épocas húmedas, para que sea usada en los momentos de sequía. Otra obra clave tiene que ver con los sistemas de riego y utilizar diversas técnicas para acumular y conservar agua en el perfil del suelo.

Cuando el agua empieza a faltar para el uso humano, agrícola-ganadero e industrial los usuarios comenzamos a darle importancia a este recurso y, por ende, comenzamos a analizar la forma para conservarla y hacer un adecuado uso de ella.

La campaña gruesa está lanzada, el fruto de las plantaciones citrícolas y los cañaverales están en pleno crecimiento para la campaña que viene. Pero en varias zonas de la región las lluvias aún se hacen desear.

En la edición de hoy se desarrolla cómo los factores climáticos -precipitaciones- están condicionando el inicio de campaña gruesa: el alargamiento de la sequía estacional a la que estamos habituados impide que la campaña tome el ritmo necesario.

El agua dulce está disponible de diversas maneras en el planeta: lluvias o nevadas -permanentes o estacionales-, ríos o lagos de montaña, o agua subterránea son las más comunes. Para utilizarla, el hombre construyó diques embalses o niveladores, tomas de río, represas; o perforó el suelo.

El uso del agua dulce para riego pasa a ser indispensable para producir adecuadamente en diversas partes del mundo, y en varias zonas de nuestro país y de Tucumán.

Es importante destacar que el agua es uno de los elementos indispensables para la vida de cualquier especie viviente, por lo que su uso racional es un deber y una obligación que nos compete a todos, en cualquier ámbito; sea desde la vida cotidiana o desde nuestro trabajo.

El consumo de agua potable para los habitantes de cualquier ciudad -grande o pequeña-, de un pueblo o de cualquier sitio donde vivan personas tienen prioridad por sobre cualquier otra actividad -industrial, agrícola, pecuaria, energética, minera, medicinal, piscícola o recreativa-. Debido a ello, estas actividades siempre deben respetar un uso racional.

Hay que destacar que en aquellas zonas donde no hay agua se sufren gravísimos problemas y los datos que se conocen asustan. Casi dos millones de personas mueren al año por falta de agua potable. Y resulta probable que dentro de 15 años la mitad de la población mundial viva en áreas donde no habrá suficiente agua para todos.

El agua que usamos no sólo se precisa para beber. Casi todo lo que se hace en el mundo involucra el agua. Cuesta imaginarse cuán alto es el consumo individual si uno sólo piensa en lo que bebe o en lo que gasta al ducharse o al lavar ropa. Pero hay un uso “escondido”: el agua que se necesita para cultivar la comida que comemos y para hacer los productos que usamos y que consumimos.

El agua es indispensable para la vida en el planeta. Y según su disponibilidad en cantidad y frecuencia, muchos Gobiernos toman el recurso como cuestión de Estado.

En nuestra provincia y en muchas otras zonas de nuestro país sufrimos de fuertes sequías estacionales que perjudicaron diferentes cultivos y pasturas para la alimentación de ganado. Los caprichos de la naturaleza, que se dan por ciclos a lo largo del tiempo, afectan los cultivos; a veces, debido a la falta de agua; en ocasiones, a raíz de fuertes lluvias, que también provocan daños por exceso o escorrentías.

Cuando falta el agua se deben hacer los esfuerzos necesarios para aprovechar la que corre por nuestros ríos, por nuestro subsuelo y la que cae del cielo durante el verano, para que cuando se la precise al menos haya algo disponible y los daños no sean cuantiosos. Debido a ello, para cuando llueve mucho debemos tener hechas todas las obras de desagües y sistematización necesarias.

En lo que respecta a los cultivos a secano, que en nuestra provincia son muchos, las instituciones de investigación y los técnicos siempre manifiestan de la necesidad de acumular el agua en los perfiles del suelo cuando llueve y ver la forma de conservarla con las técnicas que existen teniendo los suelos limpios y rotados adecuadamente. Esta agua acumulada es la que luego sirve para que los cultivos se desarrollen.

En cuanto a los cultivos que precisan riego, la práctica sigue siendo materia pendiente si se verifica la superficie real de sistemas de riego y desagües en Tucumán en relación al recurso disponible.

La inteligencia debe ser la herramienta para que el agua esté disponible en el momento en que una producción lo necesite. En eso se debe trabajar.

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