El hombre roto y sus demonios

El hombre roto y sus demonios

No quiero escribir esta nota. No porque sea abrumadora la pérdida ni porque el hombre de los últimos años haya manchado al enorme deportista. No quiero escribir esta nota porque significa meterse en un debate sin salida, que no se puede saldar con ecuanimidad. Porque Maradona representa a un héroe incómodo, doloroso, trágico, al que es fácil pegarle por sus fallos (graves) en la vida o idolatrado sin rescate por su desempeño (gigante) en la cancha. El hombre roto que luchaba con sus adicciones, el millonario que pasó gran parte de su vida adulta dejando hijos sin reconocer y mujeres maltratadas por su irresponsabilidad afectiva era el mismo que le guapeaba a los periodistas, a los dirigentes de la FIFA y a todos los que querían ponerlo como un modelo a seguir. Y aún así, en sus palabras y en su rebeldía se sentían representados los barrios humildes. Todo en él era emoción. De la buena y de la mala. Nada a medias.

¿Machista? Claro que sí, pero no mucho más que la sociedad. Como si el problema fuesen los individuos y no las estructuras.

La “grieta” alrededor de su figura se reflejó en las redes sociales, donde grupetes con dedo acusador y furia moralista gritaban “Maradroga”, mientras que los idolatradores sin matices elevaban la muerte del genio (el mismo día que Fidel Castro y que Ricky Fort, nada parece casual) a la categoría de tragedia nacional. Quizás aquí sean pertinentes los versos que Raúl González Tuñón le dedicó a Gardel:

“El pueblo lo lloraba

Y cuando el pueblo llora

Que nadie diga nada

Porque está todo dicho...


1- Mujeres

“La Claudia”

Claudia Villafañe, su novia desde los 17 años, con la que se casó en 1989. Tiara de diamantes, una multitud en el Luna Park, lo tenía todo. Claro, también tenía la cocaína. Él mismo contó que se perdió la infancia de sus hijas por culpa de las drogas. Y a Claudia por las infidelidades.

29 años tarde

Era 1987, Claudia estaba embarazada de Dalma, la primera de sus hijas. Vivían en Nápoles cuando Diego conoció a Cristina Sinagra, con la que tuvo a Diego JR, al que demoró 29 años en reconocer.

El fin de la paciencia

En los 90, apareció Jana, fruto del vínculo con la camarera Valeria Sabalain. Ahí se terminó la paciencia de Claudia. En julio de 1998 estaban separados. Luego se supo que, mientras se recuperaba en Cuba, había tenido otro par de hijos.

Romances partidos

En 2013, Diego se asentó junto a Verónica Ojeda. Con ella tuvo a Diego Fernando y un romance en etapas, que terminó cuando llegó Rocío Oliva. Esa relación estuvo marcada por la denuncia de malos tratos, que luego Oliva desmintió, aunque siempre quedó la sospecha.


2- Adicciones

Lo que nos perdimos

“¿Vos sabés qué jugador nos perdimos? ¡Qué jugador habría sido si no me hubiese drogado!”, se lo escucha decir en el documental de Emir Kusturica (de 2008) que lleva su nombre. Los problemas comenzaron en 1984, a los 24 años, cuando era jugador del Barcelona.

Fiestas interminables y fotos con la camorra

En 1991, una serie de escándalos lo pusieron en la mira de autoridades italianas, argentinas y del futbol mundial. Fue suspendido 15 meses tras dar positivo por cocaína en un examen de control de drogas. Volvió a Argentina y fue arrestado por posesión de cocaína, en su propia casa. Ese año, fue condenado a 14 meses de prisión por la Justicia italiana.

El peor error

Durante el Mundial de 1994, dio positivo a cinco sustancias prohibidas: efedrina, norefedrina, seudoefedrina, norseudoefedrina y metaefedrina, tras el segundo partido de Argentina de la fase de grupos. Pese a que dijo que la ingesta fue accidental, fue suspendido 15 meses de toda actividad futbolística.

Años críticos

Tras su retiro, Diego vivió varios momentos críticos debido a su adicción. En el 2000 fue internado en una clínica de Uruguay al sufrir una arritmia cardíaca relacionada con el consumo de cocaína. En 2004 otra vez por problemas cardíacos, que se agudizaron por su adicción a la cocaína. Su problema más grave, sin embargo, era el consumo de alcohol, según su hija Giannina. Muchas veces se lo vio en público muy borracho y con actitudes violentas.


3- Justicia

Demandas por paternidad y manutención
A principios de los noventa, la italiana Cristiana Sinagra le inició un juicio por la paternidad de su hijo, Diego Armando Junior. En 1992 un Tribunal de Menores de Nápoles le impuso pagar una mensualidad de 4.200 dólares a Sinagra. Tres años más tarde, la Corte de Casación dictaminó que Diego Armando Junior era hijo del astro del fútbol.

Resarcimiento económico
Rocío Oliva, quien fue durante años su pareja. presentó una demanda en mayo de 2019 en el Juzgado de Familia N° 2 de San Miguel por los años que estuvieron juntos.  

Contra Claudia
En 2015, Maradona acusó a su ex esposa de haberle robado $ 80 millones y más de 300 objetos de valor como trofeos y joyas.

Con cocaína
El 26 de abril de 1991 Diego fue detenido en un departamento ubicado en el barrio de Caballito, acusado de tenencia y consumo de drogas.

La Camorra
En Nápoles, su amistad con Carmine Giuliano, jefe del clan Giuliano, le valió problemas con la justicia. En 1991, fue declarado culpable por tráfico de drogas.

Diego vs Cóppola
Maradona denunció por dos millones de dólares a su ex representante Guillermo Cóppola por supuestos pagos que nunca se realizaron después de su partido homenaje.

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