Diego no morirá nunca: vivirá siempre en nuestros corazones

Diego no morirá nunca: vivirá siempre en nuestros corazones

Diego no morirá nunca: vivirá siempre en nuestros corazones REUTERS

"Murió Maradona". La noticia recorre el mundo. Nadie lo puede creer. Muchos menos entender. Parece imposible. ¿Cómo que murió Diego? No, por favor. Borren esa frase. Diego no va a morir nunca. Vivirá por siempre en los corazones de los que disfrutamos, sufrimos, festejamos, lloramos con cada episodio de su vida... Diego es eterno. No murió. Se fue a descansar. Tal vez cansado de tantas emociones, de tantos festejos, de tantos golpes, de tantos ataques. A los 60 años su corazón se detuvo, pero el recuerdo seguirá vivo.

Como olvidar aquellas tardes inolvidables en el estadio Azteca de México, donde inmortalizó "la mano de Dios" y le regaló al mundo el mejor gol en la historia de los Mundiales. Como olvidar su llegada a Nápoles, donde le devolvió la ilusión a un pueblo acostumbrado a estar siempre relegado por los poderosos. Como olvidar la madrugadas de 1979 cuando lideró aquel recordado Juvenil campeón del mundo. O su debut en Argentinos Juniors, sus pasos por Boca, Sevilla, Newell's. Aquella foto feliz levantando la Copa del Mundo en 1986. Su salida del mundial de Estados Unidos acompañado por al enfermera que lo llevó al control antidoping. Como olvidar sus célebres frases: "me cortaron las piernas" o "la pelota no se mancha".

Diego fue único. Dentro y fuera de la cancha. Siempre estuvo al lado de los humildes y enfrentó a los poderosos. Cometió errores. Luchó contra las adicciones, la peleó muchas veces en situaciones límites. Ganó, pero también perdió. Amado por la gran mayoría. Rechazado por algunos. Nunca cambió ni renunció a sus convicciones sin importar las consecuencias. Podría haber vivido cómodamente usando esa marca registrada que es su apellido, pero no era su estilo. Prefirió combatir las injusticias, luchar por  los humildes y dejó una huella imborrable. Por todo eso, Diego nunca morirá. Vivirá siempre en nuestros corazones.

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