25 Noviembre 2020
Un proyecto que puede generar polémica presentó la diputada Beatriz Ávila (Partido por la Justicia Social), ya que propuso modificar el Código Electoral Nacional (CEN) para introducir una novedad en la forma de sufragar: el voto por correo postal; “para evitar el desinterés y el abstencionismo e impedir que lleguen al poder personas que no representen la voluntad popular”, según los considerandos.
Para su iniciativa tuvo en consideración los efectos del coronavirus en la vida cotidiana de los argentinos. “La pandemia de la covid-19 nos perjudica y mucho -dijo-, nos pone en guardia, nos exige nuevos hábitos de vida que por momentos nos hacen pensar que llegaron para quedarse, todo este contexto exige adaptabilidad a las nuevas circunstancias y es necesario comenzar a debatir sobre prácticas que van a requerir análisis y que, por ser nuevas, no serán menos democráticas ni menos constitucionales”.
Ávila sugiere incorporar el artículo 8 bis a la ley 19.945 (CEN) sobre los electores no presenciales. “Se conformará un registro de electores que hubiesen optado por emitir el sufragio por correo postal -dice-. Los mismos tendrán una fecha máxima de registro pudiendo hacerlo aduciendo razones de distancia, salud, edad. Una vez incluidos en el padrón de electores por sufragio por correo postal ya no estarán inscriptos de haber estado en el registro de electores por distrito”.
“Con el voto por correo postal apuntamos también a darles medios a los electores y alternativas para ejercer su participación”, argumenta la parlamentaria. “Dar la opción del voto por correo postal es poner en marcha un mecanismo igualador para que quienes no puedan asistir a votar ingresen en el padrón de voto por correo a la hora de elegir sus representantes, justificándose aún más cuando hay peligro de que miembros de cierto sector dejen de participar; tal es el caso de adultos mayores que por cuestiones de salud no pueden salir, por lo que apuntamos a que intereses de ese sector no queden ignorados afectando la calidad epistémica del proceso democrático”, señaló.
La diputada entiende que no hay que naturalizar lo que no es normal. “Sería triste aceptar que muchas personas de riesgo no pueden concurrir a votar por peligro a contagiarse, mediante esta alternativa procuramos que no dejen de participar”, enfatizó.
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