En 2014 se jugó el Sudamericano de beach voley en la playa de estacionamiento de un hotel

En 2014 se jugó el Sudamericano de beach voley en la playa de estacionamiento de un hotel

Mucha arena para el mejor voley en plena ciudad.

EN EL EX ABASTO. El voley cambió el entorno de la conocida zona durante una semana con deporte y música. EN EL EX ABASTO. El voley cambió el entorno de la conocida zona durante una semana con deporte y música.

Allá, por febrero de 2014, era difícil de entender lo que anunciaba la Federación del Voleibol Argentino (Feva). La séptima etapa del Campeonato de Beach Voley se jugaría en Tucumán en abril. Presentación hecha en el segundo mes del año y unos meses después quedó demostrado que, para jugar al voley playero, no hace falta estar cerca del mar o de algún río o lago. Unos 800 metros cúbicos de arena, descargados por más de 60 camiones y mucha gente trabajando fue la combinación para que la competencia internacional pudiera desarrollarse en “El Jardín de la República”.

El punto curioso fue la elección del lugar para montar las canchas que recibieron a las duplas de damas y caballeros. Podría pensarse que un entorno como El Cadillal o Tafí del Valle, en las orillas de sus respectivos diques, podrían haber sido elegidos como los lugares para construir los campos de juego, pero no, todo el evento se desarrolló en el hotel Hilton Garden Inn, con exactitud, en la playa de estacionamiento.

No hubo mar de fondo, obviamente, ni tampoco río, ni lago. En cambio, el paisaje tuvo de fondo, o más preciso de lateral, a la calle Miguel Lillo al 300, en la zona del ex Abasto. En vez del sonido del mar y de las aves, hubo ruido de bocinas, principalmente.

En 2014 se jugó el Sudamericano de beach voley en la playa de estacionamiento de un hotel

“Pregunté cómo podía ser que un torneo de beach voley se hiciera aquí. Nos reíamos, era una locura”, recordó Manuel Ramírez, que hace seis años atrás cumplía con la función de Gerente de Alimentos y Bebidas. Actualmente Gerente General del hotel, Ramírez tiene el recuerdo claro porque quedó impactado. “Al final, fue para aplaudir porque se hizo un torneo de voley de playa en un lugar tan distante de la costa”, elogió Ramírez. “Venían los camiones durante el día y había gente paleando hasta las siete de la tarde. Al piso, con la arena, lo levantaron más o menos 70 centímetros”, agregó.

Para que el campeonato fuera todo un éxito, la Feva trabajó en conjunto con el Ente de Turismo, la Federación Tucumana de Voley, JS Producciones (empresa encargada del montaje de las canchas) y contó con el auspicio de LA GACETA .

Las duplas se instalaron en el hotel una semana antes del comienzo del Sudamericano, algo que favoreció para que entre el viernes y el domingo la gente se sintiera atraída hacia un deporte que no tiene una tradición en la provincia. Hubo algunos torneos informales; en el certamen internacional, en calidad de dupla de reserva, estaban anotados los tucumanos Gonzalo Díaz Lozano y Gustavo Tolaba cuya participación dependía de la deserción de una pareja titular.

En 2014 se jugó el Sudamericano de beach voley en la playa de estacionamiento de un hotel

En total, fueron 32 duplas, 16 en cada rama, las que compitieron entre el 11 y 13 de abril de 2004. Brasil, Paraguay, Venezuela, Chile, Perú, Colombia, Ecuador y Uruguay fueron las naciones que tuvieron representación en el torneo. Los binomios argentinos que compitieron fueron: Julián Azaad-Pablo Bianchi, Nicolás Capogrosso-Ian Mehamed, Santiago Aulisi-Leandro Aveiro, Alejandro Ronconi-Angel Verzalli, Joel León-Exequiel Jacob, Facundo Funes-Samuel de Elorza, Ana Gallay-Gerogina Klug, Virginia Zonta-Julieta Puntin, Alejandra Graiño-Cecilia Peralta, Irene Verasio-Camila Hiruela, Gabriela Albano-Luciana Forguez, Michelle Di Cesare-Florencia Di Cesare y Loreto Sancer-Milena Churin.

“Fueron tres días espectaculares”, recordó Azaad. El entrerriano, como muchos de sus colegas, destacó el equilibrio que los organizadores lograron para beneficio de los atletas. Sucede que además del cuidado en la organización del show deportivo, también hubo una especial atención a lo social con la presentación de bandas musicales nacionales. Un escenario fue especialmente instalado, así que los jugadores, al estar todo en el mismo predio y no tener que trasladarse, podían competir, descansar y distenderse, en una medida justa y prudencial.

“El recuerdo personal también es muy bueno”, contó. “Porque llegamos a la final ganándole a Brasil”, destacó Azaad que junto a Bianchi vencieron en el clásico sudamericano a Joalisson Gomes y Marcio Ley. La misma suerte no corrió en la final para la dupla argentina que, en otro clásico pero trasandino, perdieron ante los primos chilenos Marco y Esteban Grimalt por 2 a 0 (21-10 y 21-17). “Es común que se hagan torneos Sudamericanos en el país, pero me sorprendió que se haya montado un estadio específicamente para beach voley”, siguió rememorando el jugador. “Era la manera que el país debía recibir un evento internacional”, reconoció Azaad.

Argentina si ganó el título en la rama femenina con la dupla Gallay-Klug quienes derrotaron a las hermanas colombianas, Andrea y Claudia Galindo por 2 a 0 (21-11 y 21-17). La dupla argentina descubrió un mundo nuevo en Tucumán al conquistar el tercer título de su temporada, pero el primero juntas en casa. Fue Gallay la que segundos después de conquistar la corona, solicitó el micrófono al animador y pidió silencio. “¡Dale campeón, dale campeón!”, empezó a cantar, el público se enganchó y el canto se tiñó de ovación con casi 6.000 gargantas unidas en la arenga de la campeona.

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