El humo de los asados volvió a inundar la feria de Simoca

La feria de Simoca recupera de a poco el brillo de sus mejores tiempos. Aunque la reapertura del tradicional paseo comercial se produjo hace dos sábados, recién en este último se habilitaron los quinchos con ventas de comidas, chacinados y dulces, entre otros productos. El humo de los asados volvió a inundar el ambiente. En el inicio sólo se permitió el expendio de frutas y verduras. Además, el Comité Operativo de Emergencia (COE) de la provincia autorizó el funcionamiento de la feria pero sólo con vendedores radicados en el departamento Simoca. Por esta razón, de los casi 500 puesteros que solían desplegarse en el predio -de unos 300 metros-, se instaló menos de la mitad. “Estamos contentos de volver a nuestro lugar de trabajo luego de ocho meses de inactividad. Esto significó un duro golpe a la economía de todas las familias que vivimos de la feria. Ahora renacen las esperanzas de que ésta de a poco va a recuperar el movimiento que la hizo la más importante de la provincia”, dijo Adriana Medina, dedicada a la venta de chacinados.

José Zelaya, que vende carne de cerdo, celebró también la reapertura de la feria, a pesar de que la concurrencia de público fue escasa. “Por un lado, la gente tiene miedo de venir a causa de la circulación del virus. Por el otro, hay desconocimiento de nuestro retorno a este predio. Pese a todo, creemos que de a poco las cosas comenzarán a retornar a la normalidad. Y este paseo comercial volverá a darle vida a Simoca” planteó.

Protocolos

La autorización del COE para que la feria volviera a funcionar se libró con un protocolo que contempla la instrumentación de medidas que garantizan el distanciamiento social, el suministro de alcohol en gel, el uso de barbijos y de otros elementos para la manipulación y exhibición de los alimentos. Sin embargo se advirtió, por ejemplo en los puestos de venta de comida, que las meseras no usaban barbijos ni guantes látex, al igual que varios puesteros. En algunas mesas había hasta seis personas. “Estamos ante una experiencia que necesita de la colaboración de la gente. Es la que tiene que tomar conciencia acerca de la necesidad de respetar el protocolo que permitió la rehabilitación de la feria. El municipio, por su parte, va a imprimir más controles. Hay que evitar poner en riesgo la salud de los visitantes”, dijo Golo Saifán, director de Turismo de Simoca. “Si bien por ahora sólo pueden instalarse los vendedores locales, esto nos está permitiendo recuperar la vida de la feria. Con el tiempo seguramente va a adquirir el marco festivo que tenía. Ojalá que ésta pandemia pronto pase”, imploró el funcionario.

El COE autorizó que la feria abra sus puertas ante los insistentes reclamos de los vendedores que se declararon en un estado de crisis sin precedentes. “Hay gente que a partir de la clausura del predio ferial comenzó a vender sus productos, como chacinados, dulces o quesos, desde sus casas. Con ese recurso apenas les alcanza para sobrevivir. Otros tuvieron que reconvertir su negocio. Algunos dedicados a las ventas de frutas y verduras o alimentos de cerdos se dedicaron a vender productos de limpieza”, contó César Díaz.

“Es bueno que la feria haya vuelto a abrir sus puertas., pero todos rogamos que no se vuelva a cerrar. No hay que olvidarse que ya había abierto en julio y después volvió a ser clausurada. La gente se tiene que cuidar para evitar que eso suceda de nuevo”, planteó Raquel Gómez. La mujer tiene un puesto de venta de artesanías. En razón de que la gente que va a la feria ahora e local, casi no vende los cuadros de pintura de su autoría. Por eso incorporó como oferta dulces también elaborados por ella.