Historias de artistas: dibujos y pinturas de Ana Lía Canal Feijóo “sospechosamente light”

Historias de artistas: dibujos y pinturas de Ana Lía Canal Feijóo “sospechosamente light”

Con imágenes propias sus obras se identifican rápidamente. Figuras estilizadas en paisajes oníricos dan cuenta de un mundo interior idealizado. En su trabajo, el dibujo es la primera etapa de la producción.

EXTRAÑO PAISAJE. Dos personajes recurrentes, una niña con su larga cabellera y un caballo de fantasía. EXTRAÑO PAISAJE. Dos personajes recurrentes, una niña con su larga cabellera y un caballo de fantasía.

Los dibujos y pinturas de Ana Lía Canal Feijóo se apartan de lo que con frecuencia se observa en el arte en esta ciudad. Aunque no signifique un juicio de valor, son pocos, muy pocos los artistas que pueden identificarse rápidamente por sus figuras.

Son obras “sospechosamente light”, podría decirse parafraseando a Andrés Calamaro en una de sus canciones. Parecen pertenecer al reino de lo onírico, al mundo de los sueños, o ensueños, de los que tanto se ocupó Freud y el psicoanálisis; al trabajo en el sueño.

La primera impresión los relaciona con la ausencia de carga dramática y la liviandad de los personajes.

Cuerpos femeninos acentuadamente estilizados, por lo general, caballos y un paisaje bucólico, profuso o no, cuentan historias de una realidad idealizada, evidentemente. “Sí, pienso que está idealizada, a veces es como me gustaría que fuera, o elijo lo que más me gusta, pero también cuando hago los cielos tormentosos hay una idealización y al mismo tiempo no es la realidad que me gustaría que fuera”, explica la artista ante una pregunta.

Antes que se inicie el milenio, Canal Feijóo ya había presentado sus primeros trabajos y asistía a clínicas y seminarios. Cuenta que desde muy chica se interesó por el arte, y que sus padres la incentivaron brindándole materiales para que dibujara y pintara. También la llevaban a talleres de arte para niños. “Tanto por el lado materno como paterno tengo familiares que se dedicaron el arte. Uno muy conocido es Numa Ayrinhac, familiar de mi mamá, que era el retratista personal de Eva Perón”, dice.

El naif

Desde 1986 participó en exposiciones colectivas e individuales. “El estilo se parece al naïf en cuanto al tratamiento de la imagen pero no por la temática”, aclara ante el interrogante recurrente. Puede advertirse de este modo la recuperación resemantizada de arte del pasado, pero con otra significación, un giro contemporáneo extendido. El naif alude a lo ingenuo y espontáneo, hay que aclararlo. Para algunos, es la falta la perspectiva o el punto de fuga; para otros, tiene que ver con esas figuras aparentemente inocentes, pero cargadas de sentido.

Historias de artistas: dibujos y pinturas de Ana Lía Canal Feijóo “sospechosamente light”

Porque, como en distintos órdenes de la vida, poco o nada es lo que parece; todo es “sospechosamente light”.

“El arte contemporáneo en la provincia me parece que está muy bien representado, hay artistas muy valiosos. Me gusta ver las obras de Sandro Pereira, Rosalba Mirabella e Iván Ríos, No tengo referentes sino afinidades con artistas que me interesa ver como Lorenzo Moya (Chile), que descubrí hace poco”, opina durante la entrevista.

- ¿Vivís del arte?

- Mi padres me ayudan un montón desde hace baste tiempo. Prácticamente vendo toda mi obra, pero como los precios son tan bajos aquí no me permiten cubrir todo lo que necesito (los costos fijos); sin embargo, no pierdo la esperanza de poder entrar en el mercado de arte, que por supuesto, no existe en este país.

- Siempre se habla del naif cuando se ven tus trabajos.

- A mi obra a veces se la ha visto como naif, puede ser que la técnica se parezca un poco al arte naif en algunos rasgos, pero la temática no es naif. Trato de expresar mi modo de ver el mundo, pero también hay un ida y vuelta con la obra que me va llevando por distintos caminos, muchas veces diferentes a los que tenía en mente. Olga Eugenia Flores de Molinillo hizo un análisis comparativo entre la obra poética de Emily Dickinson y mi obra. Además te cuento que me gustan mucho lo artistas prerrafaelistas (NdlR: movimiento inglés surgido en 1848 que rechazaba el academicismo).

- ¿Y cómo ves ese mundo?

- Idealizado a veces, como me gustaría que sea, pero otras veces no, cuando no me sienta nada bien. Cuando realizo mis obras hago lo que siento, lo que viene de adentro, desde un sentimiento muy íntimo y auténtico: u está claro que no podría hacerlas de otra forma, por más que quisiera. Pertenecen a mi mundo interior.

- ¿Es fundamental el dibujo para vos?

- Estoy dibujando más que pintando, porque a veces siento que es el primer paso que tengo que dar antes de llevar una idea a la pintura, por eso puede ser que dibuje más que pinte, me resulta más directo. Pero lo tomo como una etapa. Una etapa en mi producción en general, un momento que debo cumplir para continuar con el otro.

- Contanos cómo es el proceso de tu trabajo.

- Me gusta trabajar por series, porque así las obras van fluyendo, muchas veces ya tengo la idea de lo que voy a hacer, pero siempre hay cambios a medida que voy trabajando. Antes de empezar a trabajar sobre el soporte definitivo necesito hacer bosquejos, aunque sean pequeños, así a veces me surgen ideas que no tenía. En general uso una gama de colores reducida, colores neutros, que representen la naturaleza y nocturnos, utilizando contrastes de claros y oscuros para resaltar algunas partes. Trabajo en formatos diferentes, desde miniaturas hasta obras grandes de dos metros. Pero en general tengo más la tendencia a hacer obras chicas o medianas de 50 x 70 cm., no sabría decir por qué razón.

Sí acuerdo con vos sobre la presencia de lo onírico en mis trabajos, me parece que sobre todo es un clima que lo da el tratamiento de las luces y sombras, que me interesan mucho.

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