Por Lucía Lozano
18 Noviembre 2020
PRECAUCIÓN. El agua de los floreros debe cambiarse continuamente.
Mientras aumentan las temperaturas y los reclamos por la falta de provisión de agua en varios sectores de la provincia, quienes llevan adelante las campañas de prevención de dengue encendieron la luz de alerta. Almacenar agua es una prioridad; pero hay que hacerlo sin olvidar otra urgencia: la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti.
Los agentes sanitarios que recorren los distintos barrios y localidades del interior están notando que cada vez más familias optan por acumular agua en tachos. Por otro lado, también han visto que almacenar agua de lluvia para su reutilización es una práctica que suma adeptos. Y esta es muy buena noticia desde el punto de vista del cuidado del medio ambiente. Sin embargo, las dos prácticas deben tener muy presente que en nuestra provincia hay alto riesgo de que se registren epidemias de dengue. Por lo tanto, hay que ser precavidos.
Recomendaciones
José Roque Moya, coordinador del Programa Nacional de Control de Vectores, dio algunos consejos para que las reservas de agua no se conviertan en un criadero de Aedes.
- Limpieza: si tenés tanques destapados, limpiarles las paredes con agua hirviendo (para matar los huevos) y luego taparlos o colocares una media sombra encima. Utilizar cualquier elemento que tengamos a mano para cubrirlos. Lo importante, si es una tela, es que no permita que el mosquito la atraviese.
- Utilizá el agua en el corto plazo. Si recolectás líquido pluvial exponiendo recipientes como baldes u ollas, usalo en las próximas 24 horas. Si preferís reservarla, utilizá elementos con tapa herméticamente cerrados.
- Verificá la tapa. Si contás con un sistema de recolección que desemboque en una cisterna, es importante que ésta tenga tapa y corroborar periódicamente que cierre correctamente. También se puede agregar cloro.
Moya recordó que en esta época debemos redoblar los esfuerzos para tener los patios limpios. Y recordó las medidas más importantes para prevenir el dengue: vaciar todos los recipientes con agua estancada, cacharros, macetas, marcos de ventana, canaletas, y juguetes; colocar boca abajo recipientes vacíos y eliminar latas, envases y objetos que no sean de utilidad y puedan almacenar agua.
Las autoridades de Salud piensan que, en caso de que haya un brote de dengue, eso podría ocurrir en febrero o marzo de 2021. En esa época, se juntan varios factores: mucha humedad (lluvias), altas temperaturas y el regreso de los que se van de viaje a lugares donde circula el virus.
Cualquier persona que vuelva infectada de un viaje y luego sea picada por los mosquitos que están en su casa o en la manzana donde vive es un riesgo de que se extienda la enfermedad. La última epidemia de dengue fue la más dura que nos tocó enfrentar a los tucumanos: hubo más de 7.800 casos y por primera vez se reportaron muertes por esta patología.
El sistema de vigilancia no ha registrado casos de dengue en nuestra provincia desde junio. Cualquier sospecha debe ser reportada. Algunos de los síntomas de la enfermedad son: fiebre muy alta, dolor en los huesos, dolor retroocular, vómitos y diarrea.
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