De cómo la pasión por el flamenco tocó Tafí del Valle

De cómo la pasión por el flamenco tocó Tafí del Valle

El documental “Pa’ trás ni pa’ tomar impulso” compite en el Festival Internacional de Cine de Sevilla. Tiene escenas rodadas en la provincia.

CARLOS RIVERO. El bailaor local. CARLOS RIVERO. El bailaor local.
13 Noviembre 2020

Hay unas cuantas historias que vinculan el arte flamenco -y a la región española de Andalucía- con Tucumán. Una de ellas es la que se refleja en “Pa’trás ni pa’tomar impulso”, documental que se estrena hoy en el Festival Internacional de Cine de Sevilla (España), en competencia en la sección Nuevas Olas.

La dirección es de Lupe Pérez García, bonaerense afincada en Barcelona, y la producción es de Marta Esteban, con antecedentes como “Truman” y “Una pistola en cada mano”. Esteban conoció en Buenos Aires a la bailaora Carmen Pesa. Impactada por su fuerza y curiosa por cómo recibían en lugares tan lejanos una cultura tan diferente, decidió dar a conocer más a fondo la historia de esta mujer, de su familia del alma y de los motivos que la llevaron a vivir y a quedarse en la Argentina.

La sinopsis señala que la película narra el viaje de Pesa, la artista flamenca inmigrante, por los polvorientos caminos de los Andes, de las comunidades Qom o de la ciudad de Buenos Aires, pero lo interesante es que las primeras horas del rodaje transcurrieron en Tucumán.

Carlos Rivero, bailarín, coreógrafo y profesor de flamenco tucumano, es uno de los protagonistas en la historia y en el filme. Él tenía sólo ocho años cuando Pesa, en un seminario para avanzados que vino a dictar en 2011, lo hizo pasar al frente de su clase. Aquel fue el comienzo de fuerte un vínculo artístico entre maestra y alumno.

Recuerdos de infancia

“Yo le recordaba su infancia de familia numerosa, de ocho hermanos, en Encinas Reales (Córdoba, Andalucía)”, afirma Rivero. “De niña, Carmen quería ser artista. Fue autodidacta hasta que entró en una escuela de la familia Pericet (encabezada por el abuelo de Ángel Pericet). Gana una beca importante en Sevilla, se sigue formando, trabaja en distintas compañías y en tablaos, y hace giras mundiales”, resume la vida en España.

“Para mí, ella es como una madre. Yo fui a tomar clases en Buenos Aires; ella vino a dar cursos en mi estudio. Estuvo por última vez en Tucumán en diciembre de 2019, en el cierre de temporada en el teatro Alberdi, junto a Héctor Romero, compositor y guitarrista referente en Argentina, y responsable de la música de la película”, relata.

En cuanto al documental, las primeras escenas transcurren en el estudio de Rivero: “haciendo referencia a sus comienzos, se grabó una clase de la técnica de bata de cola, que no se ve en el hombre, como ruptura vanguardista en el flamenco”.

“Otra escena es en Tafí del Valle, donde se enamoró de unas niñitas que vendían verdura en la ruta, cerca de Amaicha. Una de ellas le dijo que le gustaría ser bailarina. Fue suficiente para que Carmen se pusiera a enseñarles a bailar flamenco a las tres hermanitas, vestidas por ella con hermosos trajes, en su humilde casa y con el paisaje imponente”, recuerda.

Orgulloso, Rivero informa que el documental se estrena on line sólo en rueda de prensa, y que se lo podrá ver en Latinoamérica desde marzo de 2021.

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